Beneficios del tenis dentro en un programa de rehabilitación cardíaca
Beneficios del tenis dentro en un programa de rehabilitación cardíaca
RESUMEN COMUNICACIÓN/PÓSTER
El tenis es considerado como una actividad cardio-saludable y de intensidad adecuada para que se produzcan mejoras físicas beneficiosas para la salud. Así, el objetivo principal de esta investigación fue determinar el efecto de un programa de rehabilitación cardíaca (PRC) basado en el tenis como actividad física única sobre la condición física y la capacidad física en pacientes Síndrome Coronario Agudo de bajo riesgo
La muestra analizada fue de 27 sujetos con infarto agudo y clasificados como de bajo riesgo, los cuales tenían como actividad física principal dentro del programa de rehabilitación cardíaca el tenis. La capacidad física se evalúo tras la prueba de esfuerzo (Tapiz rodante Spacelaple modelo Quest 600, siguiendo el protocolo de Bruce), y la condición física se realizó en el grupo experimental antes y después de la realización del programa. Se realizó una prueba T de Student para muestras relacionadas con una significación del 0.05.
Los resultados obtenidos muestran la eficacia PRC, por los beneficios que se obtienen tanto en la condición física como en la capacidad funcional de los sujetos evaluados tras la realización de un PRC basado en el tenis adaptado. Como conclusión podemos decir que aquellos pacientes que realizan un programa de rehabilitación cardíaca basado en el tenis adaptado se producen aumentos altamente significativos en la condición física y la capacidad funcional.
Desde la Grecia clásica se ha recomendado el ejercicio físico en todas las enfermedades (Castiglioni, 1941; Maroto, 1995; ACSM, 2006; Hernández y Arranz, 2009); Asclepiades de Prusia (124-40 aC) ya describió los beneficios de marchas y carreras en enfermos vasculares; en 1854 Willian Stoke, en Dublín, recomendó por primera vez la deambulación precoz con programas de ejercicio físico para los pacientes que habían sufrido un SCA (Maroto, 1999; Marín, 2006) y a principios del siglo XIX Heberden describió el caso de un leñador con angina de pecho que mejoró seis meses después de haber realizado cotidianamente sus tareas de leñador (Heberden, 1802; Maroto, 1995;Maroto, 1999; ACSM, 2006).
En 1957 Hellerstein y Ford hablaron de rehabilitación en los pacientes cardíacos al referirse a la movilización de los enfermos coronarios, al acortar al máximo el período de reposo y la convalecencia, además, de los problemas emocionales y la reincorporación laboral (Hellerstein, Ford, 1957; De Velasco y Maroto, 1995; ACSM, 2006; Marín, 2006). Sin embargo a finales del siglo XIX toda esa filosofía cambió, tendiéndose al tratamiento en general de las enfermedades con el reposo.
Los enfermos con infarto de miocardio (SCA), permanecían en cama de seis a ocho semanas, en un sillón durante seis meses y no se les permitía subir ni pequeños tramos de escalera durante su primer año de convalecencia, por lo que el retorno a la actividad socio laboral era excepcional y la invalidez dominó a estos enfermos (De Velasco y Maroto, 1995; ACSM, 2006; Pleguezuelos, 2006; Hernández y Arranz, 2009). En los años 50 del siglo XX se produjo un cambio radical de ideas y comenzaron a proliferar estudios de investigación clínica en los que se demostraba una distinta incidencia de la enfermedad coronaria entre los sujetos activos y los sedentarios, así como los efectos nocivos del reposo prolongado (Denolin, 1990; De Velasco, Maureira, 1993; Maroto, 1995; Maroto, 1999; Hernández y Arranz, 2009)
En los años setenta la Rehabilitación Cardíaca (RC) comienza a tomar un giro multidisciplinar que va más allá del entrenamiento físico supervisado, apoyado con programas nutricionales, clínicas de abandono de tabaco y apoyo psicológico según el tipo de personalidad de los pacientes incluidos y por lo traumático para algunos de ellos del evento vivido, con resultados favorables sobre mortalidad y morbilidad, quedando definido el campo de la prevención secundaria (PS) en la ECV. Estos programas se fueron desarrollando en la década de los setenta por toda Europa Occidental. En España el primer centro que inició su actividad en RC lo hizo en 1974, aunque no fue hasta 5 años más tarde, con la apertura de la Unidad de Rehabilitación Cardíaca en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid, cuando se desarrollaron los protocolos de intervención y las medidas terapéuticas en RC que se aplican hoy en día (Medina et al, 2003; Espinosa et al, 2004; Hernández y Arranz, 2009).
Como podemos ver, tanto la realización de PRC como la inclusión de ejercicio físico en los mismos es de vital importancia siendo la capacidad de ejercicio considerada un factor pronóstico importante en cardiópatas; en un estudio de 2002 (Myers et al), se demuestra dicha relación, con un riesgo de muerte del doble en pacientes que alcanzaron 5 MET con respecto a los que llegaron a 8 MET (Castillo, Miranda, Rozalén, Jiménez, 2006). Sin embargo, a pesar de lo expuesto, en España, el número de pacientes incluidos en los programas de rehabilitación cardíaca está en torno al 2-4% de los posibles candidatos, existiendo menos de 20 centros en todo el país que disponen de programas en activo. Estos datos contrastan con los de otros países de nuestro nivel socio-económico, en los cuales la inclusión en dichos programas se sitúa en torno al 30-50%.
Así, en la mayoría de los programas la actividad física es parte fundamental de los mismos, aunque la variabilidad dentro de las propuestas desarrolladas es muy baja, siendo los programas de ejercicio físico bastante estereotipados (Márquez et al, 2003). En España, de las doce unidades en las que los pacientes realizan ejercicio, diez de ellas utilizan una “tabla de gimnasia” (90,9%) y nueve (81,2%) emplean bicicleta estática y pesas ligeras. Menos frecuente es el uso del ejercicio físico en forma de marcha, carrera suave y tapiz rodante (un 45,5% de las unidades para cada una de estas modalidades) (Marquéz et al, 2003).
De este modo, nuestra investigación siguió los patrones marcados por los anteriores estudios, sustituyendo las citadas actividades físicas por un deporte como el tenis, considerado como una actividad cardio-saludable y de intensidad adecuada para que se produzcan mejoras físicas beneficiosas para la salud (Plaza et al, 2000;ACSM, 2006; Boraita, 2008). Así, a través de la práctica del tenis en este grupo poblacional, no sólo buscamos un objetivo relacionado con el beneficio para la salud del paciente, sino también, un desarrollo de la técnica que permita el aprendizaje del deporte, dándoles el acceso a la práctica deportiva de manera autónoma, saludable y mantenida, y dentro de un entorno que propicie la socialización.
De esta manera, se les posibilita el aplicar el programa en condiciones normales posteriores a nuestra intervención, con plenas garantías de realizarlo correctamente y de forma independiente, extremo este no tratado por el resto de programas de esta índole realizados en nuestro país. El objetivo principal de esta investigación fue determinar el efecto de un programa de rehabilitación cardíaca basado en el tenis como actividad física única sobre la condición física y la capacidad física en pacientes Síndrome Coronario Agudo de bajo riesgo.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se trata de un estudio clínico para valorar la capacidad funcional del paciente que ha sufrido un infarto agudo de miocardio, utilizando el tenis como actividad física principal aplicando como medida para ello los equivalentes metabólicos (METs) obtenidos en la prueba de esfuerzo. En lo referente a condición física, se ha utilizado como medida para los cambios en parámetros físicos cinco pruebas, a saber: cuatro pruebas incluidas en la batería de test específicos de tenis (Florido, 1996), inicialmente utilizada por los centros de tecnificación deportiva de la Federación Catalana de Tenis, y una quinta prueba para medir la velocidad-agilidad incluida en la batería “Eurofit”.
Así, en primer lugar se midió la fuerza de tren inferior y superior con las pruebas de “detente horizontal” (medición en metros) y “abdominales” (número máximo de abdominales en 30 segundos).
Del mismo modo, se midió la velocidad (medición segundos) con una prueba de velocidad pura desde la línea de fondo de la pista de tenis hasta la línea de cuadro de saque del campo contrario, y la velocidad-agilidad con 5×5 m (medición en segundos). Asimismo, se evaluó la flexibilidad a través de la flexión profunda del tronco (medición en cm) desde sentado. Finalmente, se realizó para la medición la resistencia cardiorrespiratoria el test de resistencia aeróbica de carrera ida y vuelta “Course Navette” (medición en segundos). El programa se caracteriza por un control y análisis exhaustivo de la FC de los pacientes durante el desarrollo de la actividad. Así, se mide la FCR tanto al inicio como al final del programa con el objeto de observar si se produce una evolución positiva de la capacidad de recuperación cardíaca de los pacientes. Por otro lado, durante la sesión de ejercicio, se controla la FC de ejercicio de cada uno los sujetos, teniendo monitorizados a nuestros pacientes en todo momento.
En cuanto a la muestra utilizada, el estudio se ha realizado con la participación voluntaria de pacientes que han acudido al hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres, tras sufrir el infarto agudo de miocardio, concretamente a la consulta de Rehabilitación Cardíaca. Así, participaron en el estudio un total de 27 pacientes encuadrados dentro de un grupo experimental. Todos entregaron, debidamente cumplimentado y firmado, el documento de consentimiento informado.
El programa de rehabilitación cardíaca ha tenido una duración de 3 meses, acudiendo los pacientes a 3 sesiones semanales de tenis adaptado, durante 10 semanas, teniendo cada una de las sesiones 1 hora de duración.
El procedimiento que se ha seguido ha tenido varias fases:
- Intrahospitalaria
- Extrahospitalaria
La fase intrahospitalaria: fue realizada por el Servicio de Cardiología y el Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Complejo Hospitalario de Cáceres. En esta fase se realizó un primer contacto con el paciente tras diagnosticársele un síndrome coronario agudo, realizándose las pruebas médicas necesarias para la clasificación del riesgo del paciente mediante una prueba de esfuerzo. Si las pruebas mostraban que el paciente era de bajo riesgo, se le informaba de la posibilidad de participar en el PRC, sobre su enfermedad y su posible inclusión en el programa. En caso de su aceptación, se procedía a la entrega del consentimiento informado.
La fase extrahospitalaria: Una vez terminada la fase anterior (4-5 días) se incorporaban a las sesiones de entrenamiento a través del tenis adaptado. Dichas sesiones se han desarrollado en la Facultad de Ciencias Del Deporte de la Universidad de Extremadura (Cáceres), siendo coordinadas por un Doctor en Ciencias del Deporte, especialista en tenis, profesor de dicha Facultad, participando en la realización de las diferentes sesiones, licenciados en ciencias del deporte especialistas en tenis. Con relación a lo anterior, decir que la totalidad de las sesiones han sido supervisadas por el Servicio de Cardiología y de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital San Pedro de Alcántara, concretamente a través de un cardiólogo y un médico rehabilitador. Por otra parte, todos los pacientes fueron monitorizados con pulsómetros de la marca Polar y modelo S610i.
Análisis estadístico
El tratamiento y análisis estadístico de los datos se realizó con el programa estadístico SPSS 15.0 para Windows. Se hizo la prueba Kolmogorov-Smirnov para comprobar la normalidad de los datos y, tras su confirmación, finalmente se recurrió a la prueba T de Student para muestras relacionadas para obtener los resultados finales, tomando como valores de significación p?.05.
RESULTADOS
El objetivo principal de esta investigación fue determinar el efecto de un programa de rehabilitación cardíaca basado en el tenis como actividad física única sobre la condición física y la capacidad física en pacientes Síndrome Coronario Agudo de bajo riesgo. En la tabla 1 puede apreciarse el tratamiento llevado a cabo por los pacientes (antiagregantes un 90%, betabloqueantes un 90%, fármacos para tratar la hipertensión arterial-IECA Y/O ARA II- un 87,3% y estatinas un 100%) demostrando que todos ellos padecen cardiopatías similares en el momento de alta e incorporación en el PRC.
TABLA 1. Valores descriptivos y comparación de las características iniciales de los pacientes por grupo
Tabla 1. Beneficios del tenis dentro en un programa de rehabilitación cardíaca
DE: Desviación estándar. FE VI: Fracción de eyección del ventrículo izquierdo.
*< 0,05; ** < 0,01; *** < 0,001
En la tabla 2, se muestran los resultados obtenidos tras la realización de la prueba de esfuerzo en lo que se refiere a los METs y las distintas pruebas de condición física. Como puede apreciarse, todos los pacientes logran aumentos significativos en todos los parámetros finales respecto a los iniciales.
Tabla 2: Prueba T de muestras relacionadas de la capacidad física y condición físicas.
Tabla 2. Beneficios del tenis dentro en un programa de rehabilitación cardíaca
Inicio: Fase de evaluación inicial, antes de realizar el programa. Final: Fase de evaluación final, tras realizar el programa. M: Media. DE: Desviación Típica.Rec 1:METS: EQUIVALENTES METABÓLICOS. *< 0,05; ** < 0,01; *** < 0,001
DISCUSIÓN
Centrándonos en nuestro objetivo, decir que todos los pacientes han conseguido mejorar significativamente en todos los parámetros evaluados. Una vez determinadas las diferencias entre los resultados iniciales y finales, vamos a ver cuál de estos resultados otorgan una mayor salud cardiovascular a los pacientes en función de las investigaciones realizadas. Para ello nos centraremos en estudios de similares características realizados con este tipo de población.
Así, en lo que respecta a la enfermedad cardiovascular, hay pocos estudios sobre la condición física en PRC, pero destacar que en nuestro programa se obtienen mejoras en la condición física a distintos niveles (fuerza, velocidad, agilidad, resistencia y flexibilidad) recomendándose una actividad física regular, estando la inactividad está asociada con un incremento de al menos el doble del riesgo de un evento, produciéndose unas 200000 muertes/año por cardiopatía isquémica, cáncer o diabetes mellitus tipo 2 están relacionadas con el sedentarismo (Blair et al, 1995;Maroto, 1999; Boraita et al 2000; Hernández, Rivas, Núñez y Álvarez, 2000; Myers et al , 2002;Boraita, 2008).
Según un estudio (Ferran et al, 1998) los valores obtenidos por los pacientes al finalizar el programa estarían en un nivel bajo comparándolo con personas sanas y cercanos al nivel medio. En lo que se refiere a capacidad funcional distintos estudios demuestran como cada MET que se incrementa en la capacidad de ejercicio, se mejora un 12% la supervivencia del paciente (Blair et al, 1995; Myers et al, 2002).
Así, fijándonos en los resultados vemos como los pacientes lográn casi una mejora de 2 puntos suponiendo esto un incremento casí del 24% en su supervivencia. Además estos resultados, coinciden con los obtenidos en otros PRC tradicionales (Myers et al , 2002; Dendale et al, 2005; Castillo, Miranda, Rozalén, Jiménez, 2006; Boraita, 2008; Nokon et al, 2008)
CONCLUSIONES
Una vez analizados los resultados podemos concluir, que en aquellos pacientes que realizan un programa de rehabilitación cardíaca basado en el tenis adaptado se producen aumentos altamente significativos en la condición física y la capacidad funcional.
Del mismo modo y para finalizar, destacar que los resultados obtenidos los consideramos de suficiente interés como para animar a los investigadores y profesionales vinculados a la salud cardiovascular hacia la potenciación de este tipo de prácticas, estimando interesante y oportuno desarrollar adaptaciones de diferentes modalidades deportivas que fomenten aspectos tan necesarios en este tipo de pacientes como lo son la mejora de la salud cardiovascular.
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