Educación física: área de encuentro entre alumnos de un centro ordinario y otro específico. Eliminando barreras
Resumen área de encuentro entre alumnos de un centro ordinario y otro específico
Hoy en día, los profesionales de la Educación Física, hemos de tener presente que educamos a un alumnado diverso, motivo por el cual se hace necesario disponer de unas herramientas que nos puedan ayudar a poder plantear una enseñanza en la que tenga cabida cualquier persona, sean cuales sean sus características físicas, cognitivas, sociales y emocionales. Las diferencias no las deberíamos analizar como un problema, sino como una riqueza y una oportunidad de aprendizaje. Además, no es lo mismo que un alumno/a comparta un mismo espacio físico a que también trabaje unos mismos objetivos y contenidos, participando, junto al resto de sus compañeros, en las diferentes actividades que se vayan presentando. Esto nos debe hacer replantear nuestra actuación docente y modificarla. Si nos basamos en un planteamiento tradicional, hay prácticas que nos impiden atender la heterogeneidad de los participantes. Así pues, nuestra intervención va orientada a plantear una jornada de educación física entre dos centros educativos (uno ordinario y otro específico), en beneficio de una práctica educativa tolerante y abierta a todos por igual. La actividad se centra en vivenciar, principalmente, dos tipos de trabajo: la cooperación y la sensibilización hacia la discapacidad motora.
INTRODUCCIÓN
La educación física, por su carácter práctico puede ser una muy buena herramienta para trabajar las interacciones entre el alumnado. En esta ocasión queremos que los alumnos de dos centros, uno ordinario y otro de educación especial, compartan una vivencia juntos, enfocada hacia el trabajo cooperativo y de sensibilización, ya que para ambos colegios supone un enriquecimiento (Cantallops, 2008). Además, hemos de tener presente que no es lo mismo que un alumno/a comparta un mismo espacio físico, como puede ser el aula o un pabellón, a que también trabaje unos mismos objetivos y contenidos, participando, junto al resto de sus compañeros, en las diferentes actividades que se vayan presentando. Esto nos debe hacer replantear nuestra actuación docente y modificarla. Si nos basamos en un planteamiento tradicional, hay prácticas que nos impiden atender la heterogeneidad de los participantes (Cantallops, 2009):
1. Los profesores no somos entrenadores de ningún deporte, somos educadores y, los alumnos no son deportistas ni debemos formarlos para serlo. Se tiene que trabajar la motricidad como una experiencia enriquecedora a nivel físico, afectivo-emocional y social (relaciones); nuestra última pretensión debe ser que, una vez acaben su etapa de formación, quieran seguir practicando actividad física, sin necesidad de que sea una obligación, sino por los beneficios saludables que conlleva. Si se aborrece, difícilmente se querrá practicar ejercicio físico cuando se finalice la etapa escolar.
2. Realizar sesiones de valoración de la condición física a partir de diferentes Tests, como el de la Coursse Navette, el de Couper, el lanzamiento de balón medicinal, la medición de la flexibilidad, la potencia de salto… Si bien, bajo nuestro punto de vista, pueden ser útiles en el ámbito de la salud o el rendimiento, creemos que no es adecuado su uso en el ámbito educativo, ya que, entre otros aspectos negativos, provocan una acentuación de la diferencias y excluyen a gran parte del alumnado, sin aportar ningún tipo de aprendizaje.
3. Debemos trabajar de manera coeducativa, entendiendo esta idea más allá de la realización de grupos mixtos, ya que lo fundamental es el respeto y la igualdad cuando se propone una actividad.
4. Educación física no es sinónimo de recreo o tiempo libre, sino que hay toda una estructura de objetivos, contenidos, actividades y evaluación, con la misma importancia que cualquier otra materia, que enriquece la educación integral del alumnado. Es por este motivo que debe ser considerada, tanto por las familias como por los profesores, como una asignatura más. No ayudan comentarios del tipo: “No te preocupes que si te queda gimnasia, no pasa nada, lo importante son las matemáticas y las lenguas”. “Qué bien vives tú dando educación física, los niños juegan y se lo pasan bien, no tienes problemas comparado con tenerlos en el aula”.
5. La manera en como se realizan los agrupamientos para realizar equipos de trabajo. De forma general, siempre ha habido una tendencia a separar a los más hábiles de los que lo son menos y a homogeneizar. La realidad de los grupos es que son heterogéneos y hay que sacarle un provecho educativo a tal situación.
6. Centrar las unidades didácticas en el conocimiento, la práctica de la técnica y la táctica de diferentes deportes. Se le da más importancia a un gesto técnico, por ejemplo, como golpear una pelota de voleibol de una manera concreta (el saque), que a las relaciones que se pueden crear a partir de juegos modificados, para que puedan ser practicados por todo el alumnado.
7. Centrar la evaluación en pruebas basadas en el resultado y no en el proceso. No se tiene en cuenta la individualidad de la persona, sino unos ítems que se generalizan a todos por igual, con la única intención de calificar, no evaluar. Bajo nuestro punto de vista, lo único que se provoca es fomentar la desmotivación hacía la actividad física de las personas que no son tan hábiles a nivel motor.
8. Utilizar tareas en las que se realiza una eliminación de jugadores, hasta que hay un vencedor y finalizan. Creemos que este aspecto es doblemente negativo; por una parte, las personas que son eliminadas primero son las que no suelen ser tan hábiles en la asignatura y, por tanto, deberían ser las que necesitarían más tiempo de compromiso motor. Por otro lado, en estos juegos predomina más el tiempo de espera que el de práctica. A modo de ejemplo, en el juego del “pañuelito”, se dice un número y sale un alumno/a de cada equipo mientras todos los demás esperan (hay más personas quietas que practicando).
9. Respecto a las personas con discapacidad (sobre todo física), realizar un planteamiento rehabilitador o terapéutico, independiente del trabajo que realiza el grupo-clase. Cualquier alumno, sean cuales sean sus características, además de compartir un espacio quiere relacionarse, interactuar con sus compañeros/as, realizar las mismas actividades… Una idea que tenemos que tener siempre presente los profesores de Educación Física, es que no somos ni médicos ni fisioterapeutas, sino educadores.
10. Relacionar la importancia de una asignatura con el hecho de que ésta tenga libro de texto y se hagan exámenes teóricos. El libro de texto es un material que no tiene en cuenta las individualidades, motivo por el cual, no es coherente con un planteamiento inclusivo. Consideramos que la educación física es una de las pocas materias que nos permite trabajar desde la praxis, aspecto que no debemos desaprovechar.
11. Y para finalizar, una idea que pensamos que es clave para trabajar la educación física de manera inclusiva, es el hecho de potenciar la cooperación versus la competición. Ser competente no es sinónimo de ser competitivo.
En la actualidad, un considerable número de investigaciones y estudios, ponen de relevancia los beneficios del aprendizaje cooperativo en los centros educativos, no solamente para el alumnado, sino de forma general para toda la comunidad educativa. Como profesionales del ámbito de la Educación Física, consideramos que es fundamental potenciar este tipo de metodología dentro del área que nos corresponde. Este trabajo no debe ceñirse exclusivamente en el aula, sino que puede resultar enriquecedor aplicarlo en cada una de las respectivas materias y contenidos que realiza el alumnado a lo largo de su jornada escolar, ya que favorece la atención a las diferencias y, por tanto, la inclusión educativa.
Para Maté (1996) el trabajo cooperativo es una modalidad del trabajo en grupo, ya que no todas las tareas que se realizan en grupo tienen las características del trabajo cooperativo y viceversa. Etimológicamente, cooperar significa actuar conjuntamente con otros y otras para conseguir un mismo fin, siempre que se den las siguientes características:
- Que la organización del trabajo se realice en pequeños grupos.
- Que la consecución de los objetivos individuales esté directamente relacionada con la consecución de los objetivos en grupo.
- Que la obtención de las compensaciones y/o evaluación se realicen según los resultados del trabajo en grupo.
Pujolàs (2004) señala que se puede hablar de equipo cooperativo si:
- Las personas están unidas de verdad. Tienen algo que las une fuertemente (la pertenencia al mismo equipo, el objetivo que persiguen…).
- Hay una relación de igualdad entre ellas. Todos se sienten valorados por sus compañeros/as.
- No hay relación de competencia entre ellas, sino de cooperación. Ayudarse repercute favorablemente en uno mismo y en todo el equipo.
- Hay interdependencia entre ellas. Lo que afecta a un miembro del equipo importa a todos los demás.
- Hay un vínculo afectivo. Los éxitos se celebran juntos, ya que son conseguidos por todos los miembros del equipo.
Además, el mismo autor señala que cuanto más se den estas condiciones, más cooperativo será el equipo formado por un conjunto de personas. Hay que destacar, como señalan Fernández-Río y Velázquez (2005), que incluso en Educación Física, el área educativa que nos puede facilitar un mayor número de contactos directos entre alumnos/as, aún es muy común encontrar a docentes que diseñan situaciones de aprendizaje de tipo individualista o de tipo competitivo en las que lo que podríamos denominar como “contacto educativo” entre alumnado es casi inexistente.
Por otro lado, al hablar de sensibilización, nos referimos al trabajo que se realiza con el alumnado, que va encaminado a trabajar la reflexión y la conciencia sobre diferentes temáticas, como pueden ser: el consumo sostenible, el respeto hacia la naturaleza, la igualdad de género… y entre las que también podemos encontrar la discapacidad. La experiencia que se expone y que ha sido desarrollada desde el área de educación física, tiene como finalidad que el alumnado pueda trabajar la empatía hacia las personas con discapacidad (en este caso motora) y, en general, que reflexionen acerca de las diferencias entre las personas, para favorecer el respeto hacia todos los compañeros/as.
La mejor manera que una persona puede comprender como se siente otra, qué necesidades tiene, qué potencialidades tiene… es vivenciar la misma experiencia. Consideramos que esto es aplicable a muchos otros ámbitos de la vida ya que, por mucho que nos intentemos poner en el lugar de otra persona, no entendemos como verdaderamente se siente, hasta que nosotros mismos no pasamos por lo mismo.
CONTEXTO DE LA EXPERIENCIA
Una clase de 24 alumnos/as de 4º de E.S.O. del C.C. Sant Felip Neri (Cooperativa de Enseñanza Gorg Blau) y un grupo de 9 alumnos/as de Básica II y Transición a la Vida Adulta (T.V.A.) del C.E.E “Pinyol Vermell” (ASPACE). Ambos centros situados en Palma de Mallorca. El colegio San Felipe Neri es un centro concertado de Palma de Mallorca y, además, es una Cooperativa de Enseñanza denominada Gorg Blau. Está ubicado en el casco antiguo de Palma. Las etapas educativas que se realizan son: educación infantil, educación primaria y ESO, así como también existe un curso de PCPI (Programa de Cualificación Profesional Inicial). El número de alumnos está alrededor de 360, siendo el número aproximado de secundaria 114.
Es un centro que dispone de una sola línea. El alumnado que a él asiste, proviene de 23 países diferentes. En el caso concreto de secundaria hay alumnos de 14 países, siendo 51 españoles y un total de 63 de otras nacionalidades. Por lo tanto, en secundaria el alumnado que pertenece a otras regiones, representa aproximadamente un 55%. Tan solo se han querido plasmar estos datos generales con la finalidad de mostrar la multiculturalidad que existe en el colegio. En el aula conviven culturas diferentes y es fundamental que los alumnos vivan y se enriquezcan de esta situación.
Como consecuencia de la ubicación del centro en el interior del casco antiguo de la ciudad, uno de los principales problemas con los que nos encontramos es la falta de espacios para realizar las sesiones de educación física (tiene dos patios de dimensiones reducidas), motivo por el cual, a partir de 6º de primaria hasta 4º de ESO, los alumnos/as realizan la materia en un polideportivo municipal, ubicado a 5 minutos de la escuela. Para aprovechar más las sesiones, se consideró oportuno juntar las dos semanales en una, realizada los viernes, ya que sino, entre el desplazamiento, la preparación del material y los hábitos de higiene, el tiempo de sesión quedaba muy reducido.
La escuela “Pinyol Vermell” (ASPACE) es un centro específico de Educación Especial, concertado con la Conselleria d´Educació i Cultura del Govern de les Illes Balears. Atiende a personas con parálisis cerebral y síndromes afines. En el año 1976 fue autorizado como Centro Educativo por el Ministerio de Educación y Ciencia y en el año 1981 fue declarado de Interés Social. El alumnado que asiste al centro son personas con pluridiscapacidad que se caracterizan por unas necesidades educativas permanentes o temporales y que requieren una intervención educativa global y acciones específicas, recursos personales y materiales importantes y una intervención de un equipo multiprofesional, compuesto por médicos, trabajador social, psicólogos, fisioterapeutas, terapeuta ocupacional, logopedas, maestros especialistas en educación especial, maestros de taller y auxiliares educativos (A.A.V.V., 2001). Respecto a esta última idea, Valdez (1988, 97) también remarca la importancia de este trabajo interdisciplinar exponiendo: “El diagnóstico y el tratamiento ha de ser realizado por un equipo clínicoeducativo multi-interdiciplinar de profesionales para precisar el diagnóstico y augmentar los recursos de rehabilitación”.
Los objetivos del Centro están orientados básicamente en dos direcciones (A.A.V.V., 2001):
- Promover en los alumnos con Parálisis Cerebral y síndromes afines el máximo grado de calidad de vida y bienestar.
- Garantizar, en la medida de lo posible, el acceso al mayor número de aprendizajes que le permitan participar de forma adecuada en los diferentes entornos y actividades una vez finalizan el período escolar.
METODOLOGÓA
Para la recogida de datos nos hemos centrado en la observación participante, entendida por DeWalt y DeWalt (2002) como el proceso que permite a los investigadores aprender de las actividades de las personas en estudio en el escenario natural, a través de la observación y participando en sus tareas. También se han utilizado entrevistas con el alumnado y profesionales de ambos centros, concebidas como un encuentro, cara a cara, entre investigadores e informadores, asemejándose más a una conversación entre iguales y no a un intercambio formal de preguntas y respuestas (Taylor y Bodgan, 1986). En el caso de la clase de 4º de E.S.O. del centro ordinario, una vez finalizada la jornada, realizaron un trabajo reflexivo.
Desarollo de la sesión
Objetivos generales
- Compartir una jornada de educación física mostrando actividades que se trabajan en ambos centros de forma separada.
- Interactuar con compañeros/as de un centro educativo distinto al propio con la intención de conocer una realidad diferente.
- Disfrutar de diferentes actividades cooperativas para potenciar las relaciones.
Metodología
Se combinarán principalmente dos tipos de actividades cooperativas: en pequeño grupo (grupos aproximadamente de 8 alumnos) y gran grupo (todo el alumnado conjuntamente). Con la intención de que todo el alumnado se vaya relacionando entre todos/as irán realizando cambios en los grupos creados a partir de diferentes consignas que el profesor irá indicando (edad, color de pelo, color de camiseta, etc.). Una música será la que marcará los cambios de estaciones (actividades en pequeño grupo), así como las actividades en gran grupo.
Temporalización
Se realizará una sesión de 1 hora y 15 minutos aproximadamente.
Evaluación
Extraeremos información de la actividad a partir de una serie de preguntas al finalizar la actividad dirigidas al alumnado, así como también reuniones con los diferentes profesionales implicados de los dos centros participantes.
Actividades “Retos Cooperativos”
Objetivos específicos
- Cooperar con las compañeros/as del pequeño y gran grupo para ir superando los diferentes retos que irá proponiendo el profesor.
- Relacionarse física y emocionalmente con los diferentes compañeros.
Material necesario
- Paracaídas, pelotas variadas, disfraces, sillas de ruedas, bolos, canaleta, conos, picas, aparato de música, cd’s, proyector, ordenador, pantalla, cámara de fotos, cámara de vídeo, trípode.
Activación
1. El paracaídas (20 minutos aprox.): Se utilizará un paracaídas gigante mediante el cual se tendrá que cooperar para hacer que éste se mueva. Con este material se irán haciendo diferentes variantes:
- Mover 1, 2 y 3.
- Presentarse por el agujero.
- Taparse y destaparse.
- La onda y movimientos.
- Cambios de sitio con números.
- Me gusta …
- Construir figura o situación.
- Pelotas variadas (salir o entrar por el agujero).
- Despedirse del paracaídas (soltarlo todos juntos).
*Adaptación: Apoyo a la hora de coger el paracaídas y del desplazamiento (profesores y mismos alumnos).
Parte principal
2. Actividad en gran grupo: Relevos disfrazados (15 minutos): Repartidos en 4 grupos, los alumnos tendrán que desplazarse e ir disfrazando a uno de los compañeros. Una vez finalicen los relevos se realizará un pequeño desfile de la persona disfrazada. Variante: se cambiarán el tipo de desplazamientos, siempre siendo parejas.
*Adaptación: Se saldrá por parejas.
3. Estaciones: Se realizarán dos estaciones diferentes con una duración de 15 minutos cada una. Habrá 4 grupos de trabajo, es decir, las dos estaciones estarán duplicadas.
- Las Bolos: Durante el tiempo que dure la actividad se sumarán todos los bolos que todo el grupo es capaz de tumbar. *Adaptación: variar el tipo de balón, distancia, así como el uso de la canaleta.
- Slalom: Realizar un recorrido que construirán entre todos e irán pasando de uno en uno. Se irán sumando las penalizaciones que entre todo el grupo se vayan haciendo (por ejemplo tocar el cono).
*Adaptación: se utilizarán sillas de ruedas para todo el alumnado.
4. La fotografía cooperativa (10 minutos aprox.): En un espacio reducido se tendrán que colocar todos los participantes, mientras un componente del grupo hace una fotografía en la que tendrán que salir todas las caras para superarse el reto.
*Adaptación: será un espacio en el que las sillas de ruedas puedan entrar sin problemas.
Vuelta a la calma
5. El alumnado y los profesionales implicados dispondrán de un tiempo para despedirse y poder compartir direcciones de correo electrónico para poder mantener el contacto una vez finalizada la jornada.
RESULTADOS
- Todos los participantes han interactuado entre ellos, compartiendo un mismo espacio así como también unas mismas actividades, gozando de la posibilidad de éxito en las tareas realizadas.
- Han tenido la oportunidad de conocer la realidad de otro centro, diferente al suyo, existiendo una implicación afectiva y emocional de los alumnos de ambas escuelas.
- Se ha potenciado la heterogeneidad de los grupos como una riqueza y no como un problema.
- Durante la jornada, así como una vez finalizada, se ha incidido en un trabajo de reflexión, tanto por parte de los alumnos como de los profesionales implicados.
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
- Si como profesionales de la educación física modificamos nuestros objetivos así como nuestra metodología a la hora de plantear las diferentes prácticas, podremos dar cabida a las diferencias que están presentes en el aula.
- No se trata de que haya una educación física “especial” para aquellos alumnos con discapacidad y otra para el resto, sino que, el maestro debe enfocar la asignatura para que nadie se sienta excluido.
- Como demuestran las investigaciones más recientes en el terreno de la escuela inclusiva, el aprendizaje cooperativo ayuda a eliminar barreras, posibilitando la satisfacción de que todos/as sientan que forman parte del grupo por igual (Pujolàs, 2001).
- Este trabajo puede resultar muy positivo, tanto si en el aula tenemos alumnos con discapacidad como si no, ya que de una manera u otra, podemos reconducir la reflexión hacía aspectos que consideremos que en el grupo concreto pueden resultar significativos trabajarlos.
BIBLIOGRAFÍA
AA.VV. (2001). 25 años de memoria. ASPACE Baleares. Baleares: AMIPAL / D. Eusebio Cano González.
Cantallops, J. (2008). La sensibilización en el área de educación física en un centro de secundaria para favorecer la inclusión. En Actas del V Congrés d’Universitats i Educació Especial. Educació inclusiva: interroguem l’experiencia (pp. 177-185). Vic, Cataluña.
Cantallops, J. (2009). Aprendizaje cooperativo: una propuesta desde el área de Educación Física. En Actas del VI Congreso Internacional y XXVI Jornadas Nacionales de Universidades y Educación Especial. Atención a la Diversidad: un reto para la convergencia Europea (pp. 343-351). Cuenca, Castilla-La Mancha.
DeWalt, K.M. y DeWalt. B.R. (2002). Participant observation: a guide for fieldworkers. Walnut Creek, CA: AltaMira Press.
Fernández-Río, J. y Velázquez C. (2005). Desafíos físicos cooperativos. Sevilla: Wanceulen, Editorial Deportiva, S.L.
Maté, M. (1996). Trabajo en grupo cooperativo y tratamiento de la diversidad. Aula de Innovación Educativa, 51, 51-56.
Pujolàs, P. (2001). Atención a la diversidad y aprendizaje cooperativo en la educación obligatoria. Granada: Ediciones Aljibe.
Pujolàs, P. (2004). Aprender juntos alumnos diferentes. Barcelona: Eumo-Octaedro. Taylor, S. y Bogdan, R. (1986). Introducción a los métodos cualitativos de investigación. Buenos Aires: Paidós Studio.
Váldez, J.I. (1988). Enfoque integral de la parálisis cerebral para su diagnóstico y tratamiento. Méjico: La Prensa Médica Mexicana.