Encuesta nutricional piloto en futbolistas de base de un club de élite
Encuesta nutricional piloto en futbolistas de base de un club de élite
1. Introducción
El presente estudio pretende conocer y valorar los hábitos alimentarios de los futbolistas de base de un club de élite, con el fin informar e intervenir sugiriendo modificaciones en sus hábitos alimentarios, y de ser el caso corregir las carencias que se observen. Además con la información obtenida se diseñarán estrategias para acercar su alimentación a los óptimos recomendados en la población generar y con ello mejorar el rendimiento de los futbolistas en edades de formación.
El aspecto nutricional en el deporte debe ocupar una posición destacada y debe ser tenido en cuenta especialmente en el deportista en formación, para concienciarlo desde la base y que adquiera unos buenos hábitos nutricionales que les permitan afrontar con la mayor eficacia posible su desarrollo, la vida diaria y la competición.
Siguiendo las recomendaciones de la OMS el aporte calórico de macronutrientes, debe realizarse en un 55 % en forma de carbohidratos, 30 % en forma de grasas y 15 % en forma de proteína. Las necesidades nutricionales y alimenticias del deportista son casi idénticas a las de las personas sedentarias, los macronutrientes, micronutrientes y agua se deben satisfacer en función de la edad, estructura corporal y nivel de actividad, manteniendo una dieta equilibrada basada en la pirámide de la alimentación saludable.
Evidentemente en la alimentación del deportista tiene especial protagonista su entorno familiar, que en definitiva es el que establece una correcta práctica alimentaria, por lo que cualquier intervención en este sentido debe llevarse a cabo con la partición de los padres.
En este estudio se ha realizado con los padres de los jugadores de futbol de un club de élite de 8 a 12 años una encuesta nutricional completa que nos permita valorar los hábitos alimenticios, siguiendo las recomendaciones de la SEEDO (Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad). Se establecerá una intervención nutricional general para promover hábitos alimenticios más saludables así como intervenciones individuales si fuera necesario.
2. Material y método
Con el objetivo de tener información sobre los hábitos alimenticios de cada uno de los jugadores muestreados realizamos una encuesta nutricional a los padres que consta de dos partes:
1) Un cuestionario de frecuencia de consumo semanal de alimentos de los distintos grupos: Lácteos; Carne, pescados y huevos; Verduras y hortalizas; Frutas; Legumbres; Pan, pasta, cereales y patatas; Aceites y grasas; Otros (alimentos procesados, precocinados, bollería, golosinas, snacks, etc.); y Bebidas: Agua, Refrescos, Isotónicas
También se realizan preguntas sobre alimentación especial para saber si los jugadores consumían: Complementos vitamínicos; Barritas energéticas; Suplementos durante los partidos; o si tenían o no una alimentación diferente a la del resto de la familia.
2) Un cuestionario convencional de recuerdo de 24 horas del día anterior a su realización donde había que cubrir el tipo y cantidad de alimentos que se habían ingerido en cada una de las comidas.
Se elaboró una pequeña guía donde se explica de forma breve y concisa la manera más adecuada de hacer los cálculos de las equivalencias y raciones con el fin de facilitar el análisis de los datos y que fueran lo más precisos posibles, que se suministró con la encuesta. El club se encargó de repartirlas y de su posterior recogida.
Para calificar el tipo de consumo que realizan los deportistas nos hemos basado en la pirámide mediterránea para niños y adolescentes elaborada por la SENC (Sociedad Española de Nutrición Comunitaria) en el año 2004, donde aparecen representadas las raciones de alimentos recomendadas para esa población que en este caso son objetivo de nuestro estudio. En ambos cuestionarios se pide información tanto desde el punto de vista cualitativo como cuantitativo.
Disponemos de 18 encuestas nutricionales válidas distribuidas de la siguiente forma: Benjamines A y B n= 12, Alevines A y B n= 6.
Lo resultados se han representado en 3 tipos de tablas:
TABLA 1
Se reflejan los resultados obtenidos en el cuestionario de frecuencia de consumo de alimentos teniendo en cuenta dos tipos básicos de consumo que representamos con las letras A e I en función de si el consumo es:
-Adecuado: si coincide con las raciones semanales establecidas como recomendadas.
-Inadecuado: tanto si se excede como si no cumple con las raciones semanales recomendadas.
TABLA 2
Se reflejan los resultados obtenidos del recuerdo de 24 horas, en el que tendríamos 3 tipos de consumo que serían representados por las letras D, A o E siendo:
D= defecto, que indica un consumo de raciones diarias menor a las recomendadas.
A= adecuado, un consumo de raciones diarias muy similar a las recomendadas.
E = exceso, cuando existe un consumo que supera las raciones diarias recomendadas.
En este último caso hemos establecido estos 3 tipos de consumo teniendo en cuenta que se expresa la ingesta de un modo mucho más concreto a diferencia del cuestionario de frecuencia de consumo de alimentos, donde se expresa la forma de comer de un modo más general.
TABLA 3
Se recoge el apartado de alimentación especial donde se representa que porcentaje de jugadores toman complementos vitamínicos, barritas energéticas, suplementos durante los partidos o si tienen una dieta similar a la de su familia o, por el contrario, hacen modificaciones dietéticas teniendo en cuenta la actividad que realizan.
En las 3 tablas hemos incluido casillas donde se representan los porcentajes totales de consumo correspondientes a cada grupo de alimentos considerado.
3. Resultados
Para cada equipo de los muestreados hemos empleado estos 3 tipos de tabla que hemos mencionado con sus totales correspondientes.
Para realizar una valoración global de los equipos hemos comparado los porcentajes totales de consumo de cada uno obteniendo los siguientes resultados:
Lácteos
Se observa que entre los muestreados existe un consumo adecuado de lácteos por frecuencia, representado por un 85% que dicen consumirlos diariamente frente a un 15% que no consume las raciones recomendadas (3-4 al día). Esto sería lo recomendado, lo que no quiere decir que se cumpla siempre ya que cuando buscamos mayor grado de concreción vemos que tan solo un 60% de los encuestados cumplen con el consumo adecuado en cantidad y el 40% restante tiene un consumo insuficiente en. Se deduce que a pesar de existir bastante conciencia de que se deben consumir lácteos de forma habitual por su importancia para el crecimiento la tendencia de consumo es a la baja en un porcentaje significativo de sujetos y no se dan casos de exceso.
Carnes, pescados y huevos
En este caso observamos que las ¾ partes de los encuestados realizan un consumo de alimentos de alto contenido proteico de forma habitual adecuado para su edad (2 raciones al día) y que tan solo ¼ lo hacen de forma inadecuada.
Pormenorizadamente se observa que tan solo un 35% lo hacen correctamente, ya que el resto tiene un consumo excesivo de preparado cárnicos procesados como salchichas, embutidos, etc… que en muchos casos sustituyen a la comida natural seguramente por su facilidad de preparación y su sabor apetecible. Se debe destacar que además un 20% de los encuestados consume proteínas animales en exceso, considerando todos los aportes.
El consumo de pescado resulto en general insuficiente, especialmente de pescado azul. Por su parte el consumo de huevos resulta muy variable, desde sujetos que apenas los consumen a otros que los hacen de forma excesiva y muy frecuente (todos los días). Se debe ampliar la muestra en este punto para obtener un resultado más representativo.
Verduras y hortalizas
En este grupo de alimentos existe bastante concordancia entre los dos cuestionarios cualquiera y el 85% de los individuos tiene un consumo inadecuado por muy escaso de vegetales y hasta en un 95% de los casos no se llega a las raciones recomendadas para un día (más de 2) y no existen casos de consumo por exceso. Esto confirma también en este grupo de deportistas la escasa implantación nutricional en población infantil y adolescente de verduras y hortalizas, probablemente por la falta de conciencia sobre la importancia de estos productos en la nutrición infantil y por tanto de insistencia del entorno familiar y también posiblemente por una preparación y presentación no suficientemente apetecible.
Frutas
A pesar de existir cierta dificultad para llegar a cumplir las raciones recomendadas de fruta (4-5 de 100 g/día= 3 piezas medianas/día), este grupo de alimentos presenta un consumo adecuado habitual en el 45% de los deportistas frente a un 15% en el consumo de verduras. Aunque estos dos grupos tienden a fusionarse no son intercambiables en cuanto a consumos mínimos (2+3, verduras/frutas). La encuesta de consumo habitual no es completamente congruente con el recuerdo de 24 horas que refleja que solo un 35% cumple con las recomendaciones, siendo en un 65% un consumo inadecuado por defecto. Cabe destacar que en el consumo de un día los porcentajes de frutas respecto a lácteos parecen consumirse de forma inversa, porque en muchas ocasiones se utilizan frutas y yogures como postre de las comidas principales alternándolos y respetando cierta proporción inversa.
Legumbres
Sé observa que a pesar de que no hay una necesidad de consumo diario de alimentos de este grupo (3 raciones a la semana) existe gran dificultad para su consumo teniendo un 90% de consumo inadecuado por insuficiente. En ningún caso se llega a las recomendaciones y ni siquiera a 1 ración/semana. Tan solo un 10% de los sujetos presentó un consumo adecuado de 2 o más raciones semanales.
Pan, pasta, cereales y patatas
El principal aporte energético debería obtenerse a partir de los alimentos de este grupo ricos en carbohidratos, y tienen vital importancia para el desarrollo de la actividad deportiva. Aunque el consumo habitual es mayoritario todavía no se alcanzan las recomendaciones en la mitad de los individuos, y se observa un consumo insuficiente en cantidad en el 80% de los deportistas y mientras que en un 5% de casos se demuestra un consumo excesivo en el recuerdo de 24 horas. En general se prefieren pan y patatas a arroz y pastas.
En muchas ocasiones los alimentos de éste grupo son sustituidos por otros como galletas, bollería industrial, etc. que, además de tener un valor nutricional peor, sobre todo de micronutrientes, aportan hidratos de carbono de absorción más rápida y grasa saturada que tienen mayor facilidad para convertirse en depósitos grasos y no son tan efectivos para el mantenimiento o la reposición del glucógeno hepático y muscular, vital para la recuperación y el rendimiento del deportista. Esta situación se hace más notable en los equipos de menor edad, sobre todo en caso de los benjamines, seguramente debido a la falta de conciencia de los padres y a la poca capacidad de los niños para juzgar que tipo de alimentos son los que más les convienen.
Aceites y grasas
En este caso sé preguntó qué tipo de grasa era la más habitual en la dieta. En un 90% de los casos la grasa predominante tanto para cocinar como en su uso para aliñar es el aceite de oliva, muy por delante de todas las demás grasas.
Otros (alimentos procesados, precocinados, bollería, golosinas, snacks, etc.)
El 65% de los encuestados no consume estos productos de forma habitual. En este caso el consumo recomendado es de 2 o menos raciones por semana por su baja calidad nutricional y su alto contenido en azúcares refinados, sal, aditivos y grasas hidrogenadas perjudiciales para la salud. A pesar de que la mayoría dice realizar un consumo próximo al recomendando, resulta preocupante que al menos un 1/3 de los encuestados tengan un consumo mayor e inadecuado. En este caso este tipo de productos se consume como alternativa en la merienda o después de los partidos, y supone un aporte calórico de baja calidad que de mantenerse en adelante puede resultar problemático en un deportista.
Bebidas.
Beber agua de forma habitual es fundamental en el deportista para mantener una buena hidratación. Los datos recogidos reflejan una buena situación, pues el 90% de los jugadores utilizan el agua como bebida hidratante preferente. En este caso la situación se acerca mucho al óptimo, ya que el 100% dicen no consumir más de dos refrescos a la semana, lo cual es importante dado su alto contenido en sal y azúcares simples y su nulo aporte nutricional. El consumo de bebidas isotónicas
En este caso durante la competición se podría utilizar bebidas isotónicas con moderación y de forma ocasión debido a la condición de deportistas y el efecto de estos líquidos en la rehidratación. Aun así se observa que un 40% de los deportistas realiza un consumo excesivo e inadecuado fuera de la competición y las utilizan como bebida de uso lúdico y como alternativa al agua.
Otros.
El 90% de los jugadores dice no consumir complementos vitamínicos de forma habitual, lo que resulta muy adecuado por su eficacia cuestionada y a que no suelen ser necesarios cuando se cumplen las raciones recomendadas del resto de los alimentos. El 95% no usa barritas energéticas de forma habitual, ni suplementos durante la competición, lo que resulta una buena práctica en estas edades. Aunque un porcentaje pequeño 5-10% si lo hace, lo que no es recomendable. Además otro 5% manifiesta que el jugador tiene hábitos alimentarios diferentes de los de su entorno familiar, lo que indica una mala práctica por parte de los padres y posiblemente un alto grado de tolerancia sobre conductas inadecuadas. Este porcentaje sin embargo resulta muy inferior al de la población general, indicando un alto grado de concienciación sobre la alimentación como elemento fundamental para el deportista.
4. Conclusiones
– Hay consumo en general adecuado de alimentos que aportan proteínas de origen animal, especialmente en el consumo de lácteos, con tendencia a un consumo excesivo de carne roja y sin embargo insuficiente de pescados.
– El consumo de vegetales y hortalizas, así como legumbres es muy deficiente. Eventualmente algunos jugadores compensan con un consumo excesivo de frutas, en una práctica que no resulta adecuada. El consumo de frutas en general es bueno.
– El consumo de alimentos ricos en hidratos de carbono, no llegan al aporte recomendado, aunque está muy cerca en un porcentaje alto de los sujetos.
– La bebida de principal uso para la hidratación y rehidratación es el agua, aunque en algunas se sustituye por bebida isotónica de forma inadecuada.
– En un porcentaje pequeño de sujetos, de en torno al 10%, se presentan pautas alimentarias muy inadecuadas con altos consumos de proteínas de origen animal, pocas frutas, verduras, legumbres e hidratos complejos, y altos consumos de bollería industrial y carnes procesadas, refrescos, bebidas isotónicas y golosinas. Este grupo es susceptible de una reducación alimentaria completa, so pena de sufrir trastornos nutricionales graves, afectación de su salud y escaso desarrollo deportivo.
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