Entrevista a Laia Claverias: La prescripción del ejercicio saludable
Sobre Laia Claverias
Licenciada en ciencias de la actividad física y el deporte por el INEF de Lleida, máster de prescripción de ejercicio físico para la salud también en la Universidad de Lleida, máster en fisiología integrativa por la Universidad de Barcelona, ha trabajado como técnico de actividades acuáticas especialista en salud, y actualmente es entrenadora personal en el DIR.
Entrevistador: –¿Cuál sería la razón de ser de la actividad física saludable?
Entrevistado: –La razón de ser, todo viene debido a que la OMS, la Organización Mundial de la Salud, en 2012 se da cuenta que el 50% de las muertes en España son debidas a una patología cardiovascular. Además cada vez vivimos más años y cada vez vivimos asociados a patología crónica. Por tanto, ¿cuál es la importancia del ejercicio físico en patologías crónicas, en patología cardiovascular? Está demostrado en numerosos artículos los beneficios del ejercicio físico para la salud, beneficios tanto para la prevención como para el tratamiento de estas patologías y tenemos todo el respaldo institucional con el Estado Español, ya sea por el Consejo Superior de Deportes, ya sea a nivel de Cataluña con el programa PASS, el plan por la actividad física y alimentación saludable. En el 2007 se creó la guía PEPS, la guía de prescripción de ejercicio físico para la salud, donde los médicos tienen el respaldo, tienen una guía para poder prescribir ejercicio físico saludable. Por tanto, está en nuestro día a día y tenemos, los Licenciados en Ciencias de la Actividad Física del Deporte, tenemos que estar preparados para atender esas necesidades que tenemos en la situación actual.
Entrevistador: –¿Cuáles son los aspectos generales a tener en cuenta para la prescripción de lo que sería ejercicio saludable?
Entrevistado: –A la hora de hablar de ejercicio físico saludable lo relaciono con el tema de un medicamento. Es decir, cuando hablamos de ejercicio físico saludable estamos utilizando el ejercicio, ya sea como prevención, como tratamiento de enfermedades y por tanto como un medicamento. De la misma manera que un médico a la hora de prescribir un medicamento habla de la dosis, de la frecuencia, te dirá: “tome esta medicación tantos días por semana, este tipo de medicación, estos miligramos”, te dirá la dosis que tiene que tener ese medicamento, el ejercicio físico, la prescripción de ejercicio físico tiene que ser de la misma manera. Tenemos que conocer la dosis, es decir, la duración, cuánto tiene que durar ese ejercicio, cuál es la frecuencia, cuál es la intensidad, qué ejercicios debe hacer, cómo se deben controlar, qué aspectos generales tenemos que tener en cuenta a la pregunta. Primero de todo conocer a la persona, en función de la persona, en función de la patología, en función de los gustos de la persona, en función de las características de la persona, el ejercicio será de una manera o de otra. Y una vez conozcamos a la persona aplicaremos un programa de ejercicio físico individualizado, no es lo mismo. No puedo decir unos aspectos generales porque no será lo mismo para una persona por ejemplo que tiene hipertensión que para una persona que ha sufrido un ictus. Sí que tenemos las recomendaciones generales de ejercicio físico, las recomendaciones del American College, de la CCM, que por ejemplo hablan de cinco días a la semana, mínimo 30 minutos de ejercicio físico cardiovascular moderado. Es decir, hay unas recomendaciones generales pero siempre serán adaptadas en función del objetivo y de las características de la persona.
Entrevistador: –En relación a lo que has dicho sobre la prescripción de ejercicio de los médicos, ¿cómo crees que se debe coordinar este trabajo entre lo que es la figura del médico y la figura del licenciado?
Entrevistado: –Es una muy buena pregunta porque pienso que cada vez se está trabajando más y se debe trabajar más. Es complicado pero en principio, la teoría es que la prescripción, es decir, la dosis la deben hacer los médicos, esa es la teoría. Es decir, las personas en los centros deportivos o en gimnasios, en instalaciones, nos tendrían que venir ya con la dosis de ejercicio físico, es decir, con la duración, la frecuencia y la intensidad pero la realidad no es esta. Entonces importante, nosotros como licenciados tenemos que trabajar, en nuestro ámbito de trabajo tenemos que conocer los médicos que nos envían a clientes, tenemos que conocerlos, claro, en función de cada centro deportivo, del sitio donde trabajas será diferente. Pero es importante conocer al médico y si puede haber un feedback y una comunicación, mejor. Si no la hay, porque en muchos casos no la hay y nos vienen las personas. El problema de hoy en día por desgracia es que nos viene una persona, voy a poner un ejemplo muy típico, una persona con problemas de espalda y te viene al gimnasio y te dice: “no, es que el médico me ha dicho que haga una natación, que va muy bien para el problema de espalda”. Y le pregunto; “¿y sabe nadar?” y me dice: “no”. Es una situación que suele pasar. Entonces claro, si ya no hay esta comunicación, que pocas veces la hay por desgracia hoy en día, pues tú como técnico deportivo especialista en ejercicio físico y salud, debes adaptar este ejercicio prescrito por el médico porque es importante, nosotros como licenciados no contradecir lo que dice el médico porque si no, hoy en día el médico tiene una figura que impone, que le suelen hacer caso. Entonces es importante que el licenciado no contradiga lo que dice pero que lo adapte en la medida de lo posible y que justifique el por qué se hace así o de otra manera. Si hubiera una buena comunicación, yo he tenido casos de médicos que vienen con un informe. Lo importante es que nosotros también como técnicos le respondamos a ese medico, que le hagamos un informe, que nos identifiquemos como especialistas en ejercicio físico, que le digamos lo que nuestro cliente está trabajando. Y de esta manera poco a poco ir generando esta simbiosis, esta conexión entre los médicos y los licenciados. Pero es un trabajo que es picar piedra y nosotros los licenciados tenemos que trabajar mucho y muy duro.
Entrevistador: –A la hora de la práctica, ¿dónde se encuentra el límite entre lo que sería ejercicio saludable y aquel que no lo es?
Entrevistado: –Pienso que el límite, lo que comentaba antes del medicamento, el límite y la clave está en la dosis, en la dosis de ejercicio. Es decir, qué duración debe tener ese ejercicio, qué frecuencia, qué intensidad, qué ejercicios debe hacer esa persona. No existen recetas de ejercicio físico saludable y de ejercicio físico no saludable, no existen recetas. Por suerte y por desgracia, para los licenciados por suerte no existen estas recetas y claro, es encontrar qué dosis, qué necesita nuestro cliente. Es decir, lo que comentaba antes, no necesitará lo mismo una persona hipertensa, que no ha hecho nunca ejercicio físico, su ejercicio saludable no será el mismo que una persona hipertensa que hace ejercicio de tanto en cuando y por ejemplo que es una persona con muchísimo estrés. El ejercicio no será el mismo, el ejercicio físico saludable no será el mismo para una persona u otra.
Entrevistador: –¿Cuáles serían entonces las valoraciones del estado del cliente que van a permitir esta individualización del ejercicio?
Entrevistado: –También variará mucho en función de las herramientas que dispongas, es decir, si dispones de maquinaria o no. Cuando estamos tratando con personas con patología es importante, si viene por prescripción médica perfecto porque ya sabemos que tiene un control y ya sabemos que vamos directamente al grano, a nuestro trabajo. Si no, si no viene por prescripción médica, sino que viene porque él o ella piensa que debe hacer ejercicio, es importante antes que nada hacer un control del riesgo cardiovascular, si el riesgo cardiovascular es bajo, medio o alto. Es decir, no es lo mismo que te venga una persona con 50 años, sedentaria y que no tiene ninguna patología ni ningún factor de riesgo, que te venga una persona con 50 años fumadora, obesa, con la tensión un poco alta, con un poco del colesterol alto, porque tenemos una bomba de relojería. Entonces si estamos en un centro deportivo en principio no habrá ningún problema porque firman un consentimiento informado conforme si les pasa alguna cosa no es nuestra responsabilidad. Pero igualmente no obstante, aunque firmen el consentimiento informado, mi recomendación, si veo que tiene un alto riesgo cardiovascular, mi recomendación normalmente, y con eso fomento también el trabajo interdisciplinal, es que vaya a un médico, incluso un médico deportivo, y que le haga una valoración funcional médico deportiva antes de hacer ejercicio para que nos establezca igual todo el tema de las intensidades de ejercicio. Una vez tenemos esto y tenemos nuestras espaldas cubiertas también, nosotros como licenciados en ciencias de actividad física del deporte, ¿qué haríamos? Principalmente una valoración de la composición corporal, que en función de la maquinaria que dispongamos será simplemente el peso o tener incluso porcentajes de grasa, etcétera; una valoración de la resistencia, seguramente exceptuando en algunos casos siempre le haremos una evaluación de resistencia; una valoración de la fuerza, incluso valoración de amplitud de movimiento, y claro, será en función de cada persona, no será la misma valoración para persona hipertensa, como comentaba antes, que para una persona que ha sufrido un ictus. Quizás para una persona hipertensa nos centraremos más en todo el tema de resistencia, en cómo está su aparato cardiocirculatorio; en cambio, una persona que ha sufrido un ictus, pues me centraré más en el equilibrio, en el control postural, en todo el tema de la amplitud de movimiento. Entonces, la valoración también será individualizada en función de las características de cada persona.
Entrevistador: –Cuales serían aquellos ejercicios contraindicados en las poblaciones especiales de edad avanzada, embarazadas, incluso con patologías importantes.
Entrevistado: –A mí no me gusta hablar nunca de ejercicios contraindicados, ejercicios buenos, ejercicios malos… No me gusta. En el sentido de que no creo que haya ejercicios contraindicados ni ejercicios buenos ni malos para las personas, sino que hay ejercicios bien o mal aplicados, o bien o mal adaptados. Entonces, para entender esta premisa, ejercicios contraindicados serían más no con patologías, sino ejercicios contraindicados para persona, porque será en función de la persona que un ejercicio será indicado o contraindicado. Sí que es verdad que hay contraindicaciones para la práctica deportiva, pero eso es más a nivel médico. Por ejemplo, tenemos una persona diabética, antes de hacer ejercicio se toma el azúcar y vemos que tiene el azúcar a 300, evidentemente, ese día, esa persona no podrá hacer ejercicio físico, le tendremos que decir que tome la insulina o que vaya al médico que le regule el azúcar. Es decir sí que hay contraindicaciones de práctica deportiva en general, pues por ejemplo una embarazada si tiene alto riesgo o una persona con tercera edad, depende de la patología igual en un momento dado no puede hacer ejercicio físico, sí que son contraindicaciones de actividad física, pero ejercicios específicos, es que se dan en función de la persona, ya no en función de la patología, en función de la persona, sí que lo que me comentabas por ejemplo de embarazadas, sí que hay, no protocolos, pero ya al final es sentido común. A una persona embarazada de seis meses, no le harás un ejercicio boca abajo, de cubito prono, en de cubito supino incluso también depende del estado de embarazo, tampoco porque se ahogará. Es decir también es mucho el conocer las patologías y sentido común, muchas veces.
Entrevistador: –¿Ante qué problemas te encuentras cuando desarrollas tu trabajo de entrenamiento personal?
Entrevistado: –Problemáticas, por ejemplo, una persona que se piensa que porque haga ejercicio físico tiene que dejar la medicación que toma. Porque como el médico ya le ha dicho: “Has ejercicio físico que te hará bien”. Incluso les puede decir e incluso te hará reducir la medicación. Nosotros como técnicos tenemos que saber que no deben dejar la medicación, exceptuando que el médico se lo diga. Otros problemas, por ejemplo, es a veces conflictos, si no hay una buena comunicación en el centro deportivo donde trabajas y hay por ejemplo fisioterapeutas, puede haber a veces algún conflicto de hasta dónde llegas tú y hasta dónde llego yo. En este caso, siempre que haya comunicación y siempre que tanto el fisioterapeuta sabe hasta dónde llega su trabajo su trabajo y el licenciado en Actividad Física del Deporte sepa hasta dónde llega su trabajo no tiene por qué haber ningún problema. Es decir, es súper interesante poder trabajar con un fisioterapeuta nosotros como licenciados. Nos dará un plus también el poder decir: “Mira, hoy por ejemplo, en vez de trabajar conmigo, trabajarás con el fisioterapeuta porque trabajará esos aspectos que yo no trabajo”. Eso puede ser otra problemática si no se lleva bien. Problemáticas… Bueno, hablando de salud, problemáticas es que puedan tener algún problema serio de salud en el momento de la práctica deportiva o… Pero bueno es siempre saber actuar y tener muy claro lo que debes hacer. Por otra parte, bueno, lo de siempre, que se quiere no tener… No son problemas, es saberlo reconducir como entrenador. El que te vienen y quieren obtener el resultado ya y ahora, y si puede ser mejor ayer que hoy. Entonces, sí que es función del entrenador saber programar y saber hacer entender al cliente la programación y explicárselo. Por lo demás, no. No suelen haber grandes problemas, por suerte.
Entrevistador: –Y ya para terminar, ¿qué consejos y recomendaciones darías a otros profesionales de la actividad física y salud?
Laia Claverias: –Primero de todo, mi consejo principal es formarse. Es decir, es súper súper importante como técnicos deportivos, formarse, seguir formándose y derivar sobre todo. Es decir, continuamente está cambiando y, sobre todo en nuestro ámbito, en el ámbito deportivo, continuamente cambian las tendencias, continuamente salen nuevas tendencias, nuevas maneras de trabajar entonces nosotros como Técnicos Deportivos, tenemos que estar al día y tenemos que formarnos continuamente. Cuando hablamos de actividad física y salud todavía más, no podemos coger a una persona con problemas, con patologías, con factores de riesgo sin conocer. Estoy cansada de ver burradas entonces sí que formarse y si no tenemos claro o tenemos dudas en que esa persona no lo podemos llevar bien o no tenemos los conocimientos: uno, nos formamos o dos, el otro consejo que decía, derivar. A mí por ejemplo, si a mí me viene una persona que quiere prepararse un triatlón, seguramente lo derivaré a un compañero porque le ayudará mucho más que lo que le puedo ayudar yo. Yo le podría ayudar si esa misma noche me pongo a revisar pero sé que habrán personas mucho más preparadas que yo para llevar a esa persona. Por tanto, importantísimo: uno, conocimiento y formación y dos, si no, derivación a otros profesionales, ya sean de nuestro mismo ámbito, a compañeros de trabajo, o incluso a fisioterapeutas o osteópatas, lo que sea, lo que sea necesario.