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11 Jun 2012

Evaluación del conocimiento declarativo específico sobre los elementos técnico-tácticos en jugadores benjamines de fútbol con alto nivel de pericia

En el presente trabajo abordamos el estudio sobre el conocimiento declarativo técnico-táctico que poseen los jugadores en categoría benjamín del Albacete Balompié (2005-06).

Autor(es): González Víllora, Sixto, Contreras Jordán, Onofre Ricardo, García López, Luís Miguel, Pastor Vicedo, Juan Carlos, Martínez Martínez, Jesús
Entidades(es):
Congreso: VII congreso internacional sobre la enseñanza de la educación física y el deporte escolar
BAdajoz 2007
ISBN: 9788461184170
Palabras claves:

Evaluación del conocimiento declarativo específico sobre los elementos técnico-tácticos en jugadores benjamines de fútbol con alto nivel de pericia

Abstract:

En el presente trabajo abordamos el estudio sobre el conocimiento declarativo técnico-táctico que poseen los jugadores en categoría benjamín del Albacete Balompié (2005-06). Se tomó como muestra a seis jugadores de nivel intermedio (todos ellos en su segundo año se formación en esta categoría). El instrumento de medida utilizado fue una entrevista semiestructurada con vocabulario adaptado a las capacidades cognitivas de los sujetos, además los jugadores podían usar una pizarra magnética para ayudarse en sus explicaciones o justificaciones. Los resultados que se obtienen a partir del análisis cualitativo de los datos, muestran un nivel alto de conocimiento en los jugadores de categoría benjamín, aunque existen ciertas carencias sobre el conocimiento técnicotáctico fundamental que consideramos deberían aprender en esta fase, especialmente la iniciación del aprendizaje de los principios tácticos propuestos por Bayer (1992). Otro aspecto relevante es eliminar los errores de concepto, ya que ello puede conducir a una mala selección en la toma de decisiones durante el juego real.

 

Introducción.

Esta investigación se enmarca dentro de un proyecto más amplio en el que queremos conocer la progresión en el conocimiento táctico desde la categoría prebenjamín a la infantil (nacidos desde 1992 hasta 1998). En esta comunicación se expondrán los resultados obtenidos en el análisis de una entrevista semiestructurada que pretende medir en profundidad el conocimiento que poseen los jugadores benjamines sobre los elementos técnico-tácticos del fútbol. Puesto que nuestro interés se centra en conocer todas las parcelas de conocimiento que giran en torno al juego del fútbol, la entrevista está diseñada en función de los elementos técnico-tácticos, pues consideramos que son más importantes para el juego.

Este conocimiento lo hemos diseccionado en tres niveles: nombrar los elementos técnico-tácticos asignados a cada rol (qué/cuáles y descripción), función táctica (para qué sirven) y aplicación táctica de estos elementos (cuándo se deben o no realizar). El marco teórico que da base a esta investigación está basado en las diferentes planificaciones/programaciones6 sobre el proceso formativo en fútbol, así en este sentido son relevantes las aportaciones de Corbeau (1990), Lealli (1994), Wein (1995), Romero Cerezo (1997), Garganta y Pinto (1998), Benedek (1998), Borzi (1999), Lapresa y col. (1999), Sans Torrelles y Frattarola Alcaraz (1999), Fradua Uriondo (1999), Martínez Garfía y Sáenz-López Buñuel (2000), Orlando Albornoz (2000), Cimarro Urbano y Pino Ortega (2001), Gréhaigne (2001), Alippi (2002), De la Vega Marcos (2002), Lago Peñas (2003 y 2007), Ardá Suárez y Casal Sanjurjo (2003), Brüggemann (2004), Pacheco (2004), Seirul-lo (2004), García Aliaga (2005), Frankl (2006) y Ruiz de Alarcón Quintero y col. (2006). Debido a la limitación de espacio, nos es imposible exponer todas sus propuestas, por lo tanto hemos decidido incluir algunas de las consideraciones que deberían llevarse a la práctica en la categoría benjamín (8-9 años): -Esta fase es de preparación preliminar (8-10 años), en la que se debe dar una practica multideportiva y de todos los movimientos a partir de la utilización de juegos (libertad para la asimilación técnica) con unas escasa intervención del profesor/entrenador, evitando los puestos específicos y adaptando la competición a las posibilidades en esta edad (Lealli, 1994).

-Etapa de preparación (8-10 años): fase de los aprendizajes básicos, mejorando con ello las capacidades perceptivas, coordinativas y habilidades motrices básicas. Creando una base de movimiento para asentar en ella cualquier exigencia posterior (Romero Cerezo, 1997).

-Fase de preparación (7-10 años) en la que el objetivo en esta etapa es desarrollar la sensibilidad para el balón, despertar el interés para el juego del fútbol y proporcionar fundamentos para poder jugar. A esta edad no se puede comenzar con la enseñanza puramente futbolística, pues la atención y concentración todavía están poco desarrolladas, el desarrollo de la musculatura no corresponde con la altura, variando la capacidad de rendimiento notablemente. Sencillos elementos del fútbol se pueden ir incluyendo en los juegos, pero es preferible intervenir poco en ellos, pues la paciencia desempeña un gran papel entrenando niños de esta edad. A más edad el deseo por aprender cada vez es mayor y ya a los 9-10 años son capaces de ejecutar también movimientos difíciles. Estando el sistema cardio-respiratorio y el aparato locomotor más equilibrados en su desarrollo, mejorando la coordinación motriz y el rendimiento. Se sigue desarrollando el sentido de colectividad y la mayor intensidad dirigida a la victoria (Benedek, 1998).

-Estadio de inicio en la especialización deportiva (8 a 12-13 años): aprender los elementos de la técnica del fútbol y desarrollar la inteligencia para el juego, desarrollar la movilidad y la rapidez y desarrollar la coordinación general deportiva (Borzi, 1999).

-Se da la iniciación multilateral en la que se tiene que trabajar al completo las habilidades básicas (Lapresa y col., 1999).

-Desde los 6 a los 11 años se debe realizar una actividad pre-deportiva general, siendo el juego un objetivo en si mismo. Hay que posibilitar la máxima participación de los niños en estas edades, sin selecciones previas (Sans Torrelles y Frattarola Alcaraz, 1999).

-Los objetivos tácticos en esta categoría son entender los principios básicos, conseguir gol e impedirlo, por medio de juegos para atacar y defender sin la utilización de puestos específicos (Fradua Uriondo, 1999).

-Etapa de formación perceptiva motora: comienza con el nacimiento y se prolonga hasta los 9 años aproximadamente. Se caracteriza por el desarrollo de las capacidades perceptivo-motrices, esquema corporal, estructuración espacio-temporal, equilibrio, coordinación dinámica general y coordinación senso-motora (Orlando Albornoz, 2000).

-De los 8 a 10 años de edad es la etapa de los fundamentos, que debe profundizarse en la categoría alevín, pues en esta categoría el niño posee la máxima capacidad del aprendizaje motor (Alippi, 2002).

-Hay que trabajar el entrenamiento de base (8 a 12 años), es decir la estabilización y ampliación de las capacidades y experiencias básicas mediante sesiones de aprendizaje y ayuda, así como el inicio de la organización sistemática del entrenamiento, orientado a obtener unas condiciones de aprendizaje acordes con la etapa de desarrollo y especialmente favorables para las capacidades propias del “buen fútbol” (Brüggemann, 2004).

-Esta etapa la denomina formación deportiva polivalente (8-10 años) y ella se debe mantener la estimulación sobre la formación genérica de los niños para lograr unos sólidos fundamentos en su motricidad, susceptibles de resolver los prerrequisitos motrices de cualquier especialidad deportiva. El objetivo es construir un jugador polivalente, como así es su naturaleza, evitando perder la potencia prospectiva (Seirul-lo, 2004).

-Los objetivos a cumplir en esta etapa son: desarrollar los fundamentos técnicos individuales, pasar gradualmente del juego cotidiano al pre-fútbol y la concreción del sentido de defender y atacar (García Aliaga, 2005).

-La denomina fase informal II (7-8 años) y en ella se deben cumplir dos objetivos generales: 1) divertirse y desarrollar las habilidades motrices básicas y las implicadas en el fútbol (Ej. manipulación del balón con manos y pies); y 2) usar equipamientos y espacios modificados. Haciendo énfasis en el control del balón en espacios amplios, en los fundamentos para atrapar el balón y chutarlo, todo ello mediante juegos reducidos de 2×2 a 5×5 (Frankl, 2006).

-Lago Peñas (2007) propone una serie de contenidos de aprendizaje en diferentes apartados, así el espacio preferencial debe de ser el de motricidad, incluyendo la familiarización del espacio de intervención, trabajo fundamentalmente de la fase de ataque dejando la de defensa para más adelante, de este modo los roles principales en los que se debe fomentar la enseñanza son el de atacante con balón y sin balón con las intenciones técnico-tácticas de ataque propuestas por Bayer (1992), incluyendo el principio específico de ataque de la penetración. En defensa, simplemente se debe hacer una familiarización de las intenciones propuestas por Bayer (1992) y del principio específico de la contención. Finalmente, aporta los elementos técnico-tácticos que se deben aprender o perfeccionar en esta etapa: individuales de ataque (pase, conducción, remate, regate y protección) e individuales de defensa (robo, interceptación, disuasión y desplazamientos). Mientras que los elementos grupales o colectivos comenzarían a trabajarse en alevines.

Objetivos.

-Conocer las concepciones genéricas sobre el fútbol que poseen los jugadores de categoría benjamín entrenados de nivel medio. -Establecer el nivel de conocimiento que poseen los jugadores de categoría benjamín entrenados de nivel medio, en relación a los elementos técnicotácticos.

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Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº11.

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Material y método.

Los seis sujetos que conforman la muestra del estudio (nacidos en 1996, segunda temporada en categoría benjamín y edad de nueve años) pertenecen a cuatro equipos (cada uno con 20 jugadores) de esta misma categoría del Albacete Balompié (2005-06). De los 80 benjamines se hizo una pre-selección de 14 jugadores, los cuales representaban una muestra de esta categoría con el más elevado nivel de juego, auspiciada por los conocimientos que sus entrenadores poseían sobre ellos. A posteriori, de esos 14 jugadores se seleccionaron a los 6 de la muestra de la investigación, el motivo fue intentar conocer el nivel medio de conocimiento que posee el jugador entrenado de esta edad, es decir se dejaron fuera los que destacaban sobre los demás o los que tenían un nivel inferior. De esta manera, la última selección de jugadores fue elaborada nuevamente por los entrenadores, a quienes se les pidió que clasificasen a los 14 jugadores en tres niveles según su rendimiento durante el juego. Los sujetos elegidos fueron los del nivel intermedio, escogiendo aleatoriamente a los seis que participaron en el estudio. Así el grupo de la muestra puede ser descrito como entrenado, ya que participan en una práctica deliberada dos veces por semana (durante hora y media), más la competición en algunos fines de semana (6×6 en campo reducido en las ligas internas del club y 8×8 en campo de juego de fútbol A-7 en la liga federativa7). Llevando una

rutina similar8 entre dos a tres temporadas, obteniendo mayor aprendizaje y experiencia que otros chicos de su edad. A los participantes se les pidió que nos enumeraran los elementos técnicotácticos que conocían y el jugador que los realizaba, sobre sus respuestas se aumentaba el nivel de profundidad del conocimiento sobre estos elementos, pasando a preguntar por su función y aplicación táctica. Para adaptar la entrevista a la edad de los sujetos se utilizó un lenguaje adecuado a su nivel cognitivo y se les dio la posibilidad de utilizar la representación de lo que querían comunicar, mediante la ayuda de una pizarra magnética con fichas que simulaban dos equipos de fútbol. De este modo, las entrevistas fueron grabadas en video y audio. Posteriormente se transcribieron a papel y finalmente se llevó a cabo su análisis y la elaboración del informe final.

Resultados.

Figura 1: Índice del análisis cualitativo de la entrevista semiestruturada sobre conocimiento declarativo aplicado a los deportes de invasión (ejemplificación en fútbol).

Figura 1. Evaluación del conocimiento declarativo específico sobre los elementos técnico-tácticos en jugadores benjamines de fútbol con alto nivel de pericia

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 4

1) Conocimiento de los elementos técnico-tácticos individuales y grupales.

1.1.) Listado de elementos técnico-tácticos individuales. Con la intención de obtener una visión más amplia sobre el conocimiento técnico-táctico de fútbol, que presentan los jugadores benjamines del Albacete Balompié, se les preguntó sobre las distintas posibilidades técnico-tácticas que pueden manifestar los jugadores, tanto en defensa como en ataque, con y sin balón. Dichas preguntas reflejaron que los chicos presentaban un conocimiento más amplio de las posibilidades en ataque respecto de las de defensa. Así, como ejemplo, es de destacar como los seis jugadores entrevistados consideraron que el jugador atacante con balón podía pasar, chutar o regatear. En cuanto a las posibilidades del jugador atacante sin balón, los seis jugadores anteriormente mencionados, entendían que lo que debía hacer era desmarcarse, aunque también encontramos la opinión de Jorge que consideraba que podía además de desmarcarse, organizar a sus compañeros en el ataque, es decir percibe la posibilidad de comunicación entre jugadores del mismo equipo. En cuanto a las posibilidades defensivas sobre el jugador atacante con balón, todos coincidieron en que la principal función era la de quitar el balón, aunque también reflejaron comentarios como anticiparse (Jorge) o aguantarle (Ángel e Iván). Por otro lado, en lo referente a las actuaciones que pueden realizar como defensores sobre el jugador atacante sin balón, las opiniones son más dispares. Es por ello que encontramos comentarios como los de Jorge y Ángel, que lo que harían sería cortar el pase, o comentarios como los de Alberto, Iván, Jaime y Mario, que lo que harían sería cubrir, aunque este último también recoge la posibilidad de cambiar de marca defensiva.

2.2.) Otros conceptos individuales: la posición de los jugadores en el campo. De todos los jugadores, solo Jaime es capaz de identificar las diferentes posiciones que puede ocupar un jugador dentro de un terreno de juego. Los demás compañeros no son capaces de identificar todas, faltándoles varias de ellas. En cuanto a las funciones que pueden realizar los defensas, medios o delanteros en un partido de fútbol, todos los chicos, a excepción de Iván, entienden que los futbolistas realizan funciones diferentes dentro del campo, es decir, que el defensa tiene que desarrollar una función que difiere de la que tiene encomendada un delantero. No obstante, queremos hacer constar que en parte, es lógico que estos niños no sean aún conscientes de las diferentes posiciones que ocupa o puede ocupar un jugador de fútbol en el terreno de juego, ya que las ligas en las que ellos participan se juega partidos de 6×6 y 8×8 como ya hemos mencionado con anterioridad.

1.3.) Otros conceptos grupales y colectivos: sistemas de juego, tipos de defensa y ataque.

a. Sistemas de juego. Ninguno de los seis jugadores que han participado en el estudio han sabido definir o dar a entender un concepto aproximado de lo que son los sistemas de juego. Por otro lado, sólo uno de estos seis chicos, Ángel, es capaz de nombrar un sistema de juego: el 4-4-2.

b. Tipos de defensa. En lo referente a los distintos tipos de defensa, también presentan muchas dificultades, de hecho, solo son capaces de definir la defensa individual, en términos tales como marcar a un delantero (Alberto), uno con uno (Iván) o cada uno cubre al que le toque (Mario), mientras que ni Jorge ni Ángel conocen algún tipo de defensa. Tanto la defensa mixta como la zonal son totalmente desconocidas para ellos.

c. Tipos de ataque. En cuanto a los tipos de ataque, como era de esperar al ver los resultados defensivos, tampoco son capaces de identificarlos, de hecho solo son capaces de definir el contraataque a grandes rasgos. Por lo tanto, no conocen ni el ataque directo ni el posicional.

d. Elementos técnico-tácticos menos habituales. Con el fin de conocer lo que el sujeto sabe y no sólo, lo que es capaz de recordar, se les realizó la pregunta: “¿Sabes qué es…?”, “Explícamelo”, sobre todos aquellos conceptos técnico-tácticos, mostrados más abajo en la tabla 1 Esta operación se llevó a cabo con aquellos elementos que no habían aparecido en la conversación durante la primera parte de la entrevista o con aquellos otros que no habían quedado claros con anterioridad.

En dicha tabla 63, se observa como los seis chicos conocen algunos de los elementos que tienen que ver son su participación individual tanto en defensa como en ataque, y con o sin la posesión del balón, al igual que también, los elementos ofensivos grupales y colectivos. Sin embargo, como viene siendo tónica habitual entre los jugadores de esta categoría benjamín, siguen mostrando ciertas lagunas en lo referente a los aspectos defensivos, especialmente en los elementos grupales y colectivos. Además, es de destacar también, el desconocimiento global respecto a los principios fundamentales de actuación en ataque y en defensa, aspecto que consideramos debería ser fundamental en el proceso de enseñanza-aprendizaje en esta etapa de formativa.

Tabla 1: Conocimiento de los elementos técnico-tácticos no nombrados en la 1ª parte de la entrevista en la categoría benjamín.

Tabla 1. Evaluación del conocimiento declarativo específico sobre los elementos técnico-tácticos en jugadores benjamines de fútbol con alto nivel de pericia

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 4

2) Función y Aplicación Táctica: ¿Para qué? y ¿Cuándo?

Con el fin de profundizar más en el conocimiento técnico-táctico de los jugadores, se les preguntó sobre la función (para qué sirve) y la aplicación táctica (cuándo usar o no usar una acción) de algunos elementos que identificaron en la tabla 1. De forma general podemos decir que presentan ciertas limitaciones, en el sentido que no son capaces de proponer más de una justificación de la utilidad para cada una de las acciones por las cuales se les pregunta. En lo referente a los aspectos temporales, y como era de suponer, también se refleja una gran limitación en cuanto a sus conocimientos, que les lleva a no saber justificar con precisión cuándo tienen o no que realizar las acciones objeto de estudio (ver tabla 2).

Tabla 2: Elementos técnico-tácticos analizados en la función (¿para qué?) y aplicación táctica (¿cuándo si? / ¿cuándo no?) en la categoría benjamín.

Tabla 2. Evaluación del conocimiento declarativo específico sobre los elementos técnico-tácticos en jugadores benjamines de fútbol con alto nivel de pericia

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 4

Discusión.

Si analizamos lo expuesto en la introducción sobre los aspectos técnicotácticos por los diversos autores, observamos que no existe desfase en el nivel de conocimiento declarativo que estos otorgan para alcanzar en la categoría benjamín y lo que los jugadores de la muestra verdaderamente saben. Así en la bibliografía especializada se recomienda desarrollar en esta categoría una iniciación multilateral en la que se tiene que trabajar al completo las habilidades básicas (capacidades perceptivo-motrices, esquema corporal, estructuración espacio-temporal, equilibrio, coordinación dinámica general y coordinación senso-motora), todo ello desde una formación deportiva polivalente para poder resolver los prerrequisitos motrices de cualquier especialidad deportiva.

Así se deben mejorar los fundamentos técnico-tácticos individuales, pasando gradualmente del juego cotidiano a una actividad pre-deportiva general y al prefútbol, concretándose el sentido de defender y atacar, entendiendo como mínimo los principios básicos, conseguir gol e impedirlo, por medio de juegos para atacar y defender sin la utilización de puestos específicos, aunque lo ideal para Lago Peñas (2007) sería llegar a aprender todas las intenciones técnicotácticas de ataque (conservar, progresar y conseguir el objetivo) propuestas por Bayer (1992), incluyendo el principio específico de ataque de la penetración y familiarizarse con las tres intenciones defensivas (robar el balón, no dejar progresar, evitar la consecución del objetivo) y del principio específico de la contención. Estamos de acuerdo con lo dicho por Lago Peñas e incluso pensamos que sería recomendable empezar a dominar también los tres principios defensivos propuestos por Bayer y no sólo llevar a cabo una familiarización con ellos. No debemos olvidar que divertirse debe ser uno de los objetivos principales, siendo el juego uno de ellos en si mismo, usando equipamientos y espacios modificados adaptados a las capacidades del niño. Si nos centramos en el fútbol y nos preguntamos por cuál es la edad de iniciación al entrenamiento sistemático en fútbol, encontramos en la bibliografía una horquilla muy similar sobre la edad, concretamente entre los 10 y 12 años aproximadamente (ver tabla 3).

Tabla 3: Edades aconsejadas para la iniciación sistemática en el fútbol (orden según la cronología de cada publicación).

Tabla 3. Evaluación del conocimiento declarativo específico sobre los elementos técnico-tácticos en jugadores benjamines de fútbol con alto nivel de pericia

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 4

Después de la investigación realizada, consideramos que esta edad de oro del aprendizaje para comenzar el entrenamiento en fútbol, al menos en referencia al conocimiento declarativo, ya comienza en la categoría benjamín (8-9 años), aunque siempre hay que tener en consideración las diferencias madurativas individuales. Como podemos apreciar en los resultados, el niño está preparado para ello (en la muestra seleccionada, no tenemos intención de generalizar), pero para ello es necesario saber qué conceptos técnico-táctics puede aprender, en cuales se puede iniciar el conocimiento y cuales son demasiado complejos. Con lo cual, este proceso de especialización, siempre que se trabaje de forma adecuada (entrenador, jugadores, materiales, etc.) puede iniciarse a más temprana edad, pues en los resultados obtenidos se aprecia su eficacia. Creemos que esto, es especialmente positivo en el intento de erradicar errores en el conocimiento y sentar las bases para futuros aprendizajes. Por ello, cada vez se está dando mayor importancia a la investigación sobre el conocimiento declarativo y procedimental en deportes colectivos, así encontramos en el ámbito español tres estudios que han adaptado el cuestionario propuesto por McGee y Farrow (1987): García (2001) investiga sobre balonmano, Iglesias Gallego (2005) sobre baloncesto y Moreno Domínguez y col. (2006) sobre voleibol.

De ellos, se deduce que a mayor experiencia de los jugadores se posee un conocimiento declarativo y procedimental más elaborado. Esto es confirmado por otros estudios que se centran en el análisis y discusión de las influencias de la experiencia en el conocimiento y en la toma de decisiones en el deporte como los de Eccles, Walsh e Ingledew (2002), French y col. (1995, 1996 y 1999), Garland y Barry (1990), Langley y Knight (1996), McPherson (1993, 1999 y 2000), Starkes (1987), Williams y col. (1998), reflejando que a un mayor nivel de experiencia mayor nivel de conocimiento y precisión en la elección de las respuestas. French y McPherson (1999) sugieren que para un completo desarrollo de los procedimientos complejos del juego se requiere la necesidad de varios años de experiencia. Así, este mayor nivel de conocimiento, según Del Villar y col. (2004) e Iglesias Gallego y col. (2005) facilita tomar decisiones más correctas y rápidas, que determina un mayor rendimiento. Es decir, pensamos que existe una relación entre el conocimiento que el jugador posee y la forma de jugar, repercutiendo en la elección y la velocidad de la toma de decisiones sobre la habilidad a ejecutar y por lo tanto en el rendimiento individual y colectivo. A pesar de que ninguno de estos estudios es sobre fútbol, pensamos que los procesos sobre el conocimiento deben ser similares, ya que estamos hablando de un grupo de deportes con principios tácticos comunes. Por otro lado, consideramos que es importante recalcar que las entrevistas de la presente investigación se pasaron al final de la formación en categoría benjamín, en ellas percibimos un buen nivel de conocimiento declarativo técnico-táctico en relación a lo mencionado por los autores en la introducción, Pero a su vez, observamos que en ciertos contenidos técnico-tácticos los jugadores tuvieron mayores problemas para responder a algunas cuestiones que en otros, pero también hemos detectado una serie de errores que se deben eliminar cuanto antes, puesto que ellos podrían ser la base de futuras tomas de decisiones incorrectas en el juego real. Así en las conclusiones, detallamos concretamente cuales son los elementos del juego que no se dominan, y por tanto también las acciones técnico-tácticas que conocen adecuadamente.

Conclusiones.

A partir del análisis de las entrevistas y de todo lo que hemos argumentado con anterioridad, podemos decir que los jugadores de categoría benjamín del Albacete Balompié poseen un adecuado conocimiento declarativo sobre los elementos técnico-tácticos en relación a su edad/experiencia, aunque poseen algunas pequeñas limitaciones, en aspectos como: -Ninguno de los sujetos ha oído hablar o conoce los principios fundamentales de ataque y de defensa, lo que nos lleva a suponer que dichos principios no se enseñan o no se aprenden correctamente, ni en la

-Educación formal obligatoria (hasta 4º curso de Educación Primaria), ni tampoco en las categorías inferiores del Albacete (prebenjamín y benjamín).

-Analizando en profundidad sus respuestas observamos que aportan claridad sobre los principios de conseguir el objetivo y robar el balón, pero confunden, no identifican o no conocen los principios de progresar/evitar la progresión y especialmente el de conservar el balón y evitar la consecución del gol, ello se refleja por la confusión entre las intenciones tácticas con los elementos técnico-tácticos, citando a estos en cuestiones referidas a las intenciones tácticas.

-Existe un desconocimiento en cuanto a los conceptos grupales y colectivos, es decir, tienen bastantes dificultades para expresar o explicar elementos que en ocasiones utilizan durante el juego real.

-Con relación a la función y aplicación táctica decir que es normal que en estas edades existan dudas sobre estos aspectos, aunque lo que si nos parece relevante es eliminar algunas de las concepciones, explicaciones o teorías erróneas que poseen algunos jugadores, especialmente en relación a saber para qué sirven algunos elementos técnico-tácticos y cuándo deben o no usarse durante los partidos.

-El conocimiento declarativo de los elementos técnico-tácticos que consideramos básicos para jugar bien al fútbol se encuentra de la siguiente manera en esta categoría:

-Elementos técnico-tácticos individuales: en esta edad el conocimiento declarativo es egocéntrico e individualista, es decir tener el balón cerca es lo más importante. Ya que la mayoría de los chicos reconocen más acciones individuales cuando está el balón por medio, más atacando que defendiendo, de tal manera que sus capacidades de visualizar el juego sin estar el balón como elemento principal son limitadas. Esto podría repercutir, en cierta medida, en su rendimiento, ya que les cuesta mucho reconocer, definir o explicar situaciones que se dan continuamente durante la práctica del fútbol en entrenamientos, partidos y hasta en las “pachangas” del colegio o del barrio, y que si las reconocieran, podrían llegar a determinar el resultado de un partido.

-Elementos técnico-tácticos grupales y colectivos: la visión que tienen de las diferentes posibilidades que les ofrece el fútbol, tanto en ataque como en defensa y en colaboración con sus compañeros es muy limitada, aunque es verdad que los autores hablan en esta etapa del trabajo sobre las habilidades básicas y de la iniciación del aprendizaje de las habilidades específicas, por lo que el proceso de enseñanza orientado al aspecto grupal del juego se deja para posteriores etapas, comenzando su énfasis en la categoría alevín e infantil. Por lo tanto, no recomendamos que el número de jugadores por juego o por partido sea superior a 5×5.

-Tipos de ataque y defensa: existen dos grupos de la muestra en referencia al conocimiento sobre estos aspectos, aunque son más los que no saben o tienen dificultades para definir lo qué es una defensa individual o zonal que los que saben diferenciarlas. En el ataque, parece ser que el único que se conoce es el contraataque, aunque algunos de ellos sólo responden de manera superficial.

-Posiciones de juego: la mayoría tienen problemas para identificar los distintos puestos en los que puede jugar un futbolista. Esto es natural, ya que los autores recomiendan que no se trabaje por puestos específicos, aunque también es verdad que se podría hacer una introducción en esta fase de aprendizaje a estos conocimientos declarativos, para que los niños los vayan aprendiendo poco a poco mientras que visualizan partidos tanto de los equipos de categoría superior como los televisados de las grandes ligas o competiciones. Recomendamos que en la práctica todos lo jugadores pasen por todos los roles y posiciones de juego, inclusive la del portero, además consideramos muy interesante que los jugadores pasen por los roles de árbitro (aprendizaje del reglamento, señalizaciones, observar la dificultad de pitar y actitud de respeto al árbitro) e incluso de entrenador o capitán (aprendizaje para aplicar de forma propia algunas estrategias básicas del juego, así como que todos los jugadores en algún momento sean coordinadores o lideres de sus equipos).

-Sistemas de juego: salvo alguna excepción, no definen bien ningún sistema de juego ni tampoco describen sus peculiaridades, lo cual refleja la existencia de un bagaje táctico reducido. En este sentido es relevante el dato que estos jugadores están jugando a fútbol A-6 y A-8, con lo cual no tienen por qué saber los sistemas del fútbol A-11, aunque la pregunta de la entrevista era abierta y ellos nos podían decir la colocación o forma de juego que suelen disponer en sus partidos habituales durante los fines de semana (ninguno de ellos lo hizo).

-A pesar de todo lo dicho, a estos chicos les queda muchísimo tiempo de aprendizaje y si se lleva un proceso de enseñanza-aprendizaje adecuado, todos estos aspectos limitantes en el conocimiento declarativo se irán erradicando progresivamente. No debemos tener prisas, pues los sujetos son niños de 9 años y les queda todavía un largo periodo de formación, aunque si es conveniente saber qué conocimientos poseen los niños en esta edad, cuáles queremos que sepan y hacia donde queremos orientar el aspecto cognitivo.

-Por ello, es de vital importancia la creación y aplicación de instrumentos de medida desde la perspectiva de la evaluación continua y formativa, así como tener una óptima programación anual y planificación a largo plazo que disponga cómo se debe ir avanzando el proceso de formación.

-También es verdad que observamos distintos niveles de capacidad cognitiva en las respuestas de los sujetos de la muestra, y que a pesar de seleccionar jugadores de nivel medio entrenados de la categoría benjamín, hemos encontrado grandes diferencias entre ellos. El objetivo debería ser que los sujetos que menos conocimiento poseen se acerquen poco a poco a los que más saben. Así, las carencias encontradas podrían ir subsanándose en el futuro con una pequeña modificación del programa formativo y de la implicación de los profesionales que los implanten, repercutiendo ello positivamente sobre la formación integral de los jugadores y posiblemente también en el juego real.

 

Bibliografia

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