Evolución de la educación física en el currículum escolar español desde principios del siglo xx hasta la actualidad.
Resumen
LA EDUCACIÓN FÍSICA DENTRO DEL CURRÍCULUM ESCOLAR ESPAÑOL HA SUFRIDO NUMEROSAS VARIACIONES DESDE PRINCIPIOS DEL SIGLO XX HASTA LA ACTUALIDAD. EN ESTOS MOMENTOS EN LOS QUE EXISTE UNA GRAN INCERTIDUMBRE CREADA POR LAS NUEVAS NORMATIVAS EDUCATIVAS Y DE FORMACIÓN DEL PROFESORADO, ES NECESARIO REALIZAR UN ESTUDIO RETROSPECTIVO QUE APORTE UNA VISIÓN CLARA Y PRECISA SOBRE LAS DISTINTAS FASES POR LAS QUE HA PASADO LA EDUCACIÓN FÍSICA EN ESPAÑA, CON LA FINALIDAD DE TENER UN CONOCIMIENTO GLOBAL DEL MOMENTO HISTÓRICO EN EL QUE NOS ENCONTRAMOS. ESE ES EL OBJETIVO PRIORITARIO DE ESTA COMUNICACIÓN, QUE A PARTIR DE LAS MUCHAS DISPOSICIONES LEGALES DESARROLLADAS A LO LARGO DEL SIGLO XX Y PRINCIPIOS DEL XXI EN TORNO A LA EDUCACIÓN FÍSICA, TRAZA LA EVOLUCIÓN SUFRIDA POR ESTE ÁREA DE CONOCIMIENTO DENTRO DE LA EDUCACIÓN ESPAÑOLA.
1. INTRODUCCIÓN.
La Educación Física ha sido tratada de forma plural a lo largo de la historia de España. Este trato ha dependido, a lo largo de las diferentes etapas históricas, del nivel cultural de la época y del uso que de esta materia se hiciera en esos años; es decir, la relevancia que la Educación Física ha tenido en el currículum escolar a lo largo de la historia, debe ser entendida dentro del contexto social de cada periodo histórico. Una de las posibilidades más acertadas para conocer la importancia que en una sociedad tiene un determinado objeto de estudio, en este caso la Educación Física en el currículum escolar, es la investigación de la legislación referida a dicho objeto, ya que ello permitirá hacer una radiografía histórica de la Educación Física de esa época (Bravo Berrocal, 1995). La legislación referida a la Educación Física en España durante el siglo XX y los principios de este siglo XXI ha sido muy abundante y manifiesta los cambios que ha experimentado no sólo este área de conocimiento sino la sociedad española a lo largo de este periodo, ya que las disposiciones legislativas surgen con el objetivo de encauzar la vida colectiva, en decir, pretenden organizar la vida en sociedad intentando sobretodo solucionar los problemas que surgen en la misma. Por todo ello en este momento histórico en el que la Educación Física, al igual que otras materias curriculares, afronta los cambios que trae la nueva Ley Orgánica 2/2006, de 3 de Mayo, de Educación y en el campo universitario los estudios conducentes tanto al título de Diplomado en Educación Física como al de Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte se adaptan a las nuevas titulaciones de grado (resultado del compromiso de los países europeos para crear un Espacio Europeo de Educación Superior), es muy importante realizar un recorrido histórico de los últimos 100 años en torno a la Educación Física en el currículum escolar español. Todo ello con la intención de tomar conciencia de la evolución experimentada y poder entender y afrontar con perspectiva esta situación actual que está llena de incertidumbre.
2. OBJETIVO DE LA INVESTIGACIÓN.
Conocer y caracterizar, a través de las disposiciones legales, la evolución de la Educación Física en el currículum escolar desde principios del siglo XX hasta la actualidad.
3. MÉTODO.
El método histórico es el utilizado en este estudio, siendo empleado en este caso bajo los principios de la metodología cualitativa. Las fuentes manejadas en esta investigación como bases para la obtención de datos son todas las disposiciones legislativas que desde principios del siglo XX y hasta la actualidad han versado sobre el currículum escolar, siendo especialmente relevantes aquellas que tratan sobre la Educación Física escolar. Además, con objeto de contrastar los resultados obtenidos, se han consultado estudios previos en materia legislativa dentro del campo de la Educación Física.
4. RESULTADOS.
La legislación educativa en España durante el siglo XX comenzó en el año 1901, con el Real Decreto de 12 de abril de 1901, cuyo responsable fue el Conde de Romamones, el cual trataba de reformar el sistema educativo español que se encontraba por aquel entonces en una situación pésima. Esta ley estipulaba en su artículo 5º que la Gimnasia era obligatoria en los seis cursos del nuevo bachiller, con dos horas a la semana de clase. Además es preciso resaltar el artículo 14º, puesto que en él se preveía la constitución de un cuerpo específico de profesores de Gimnasia. Sin embargo este reconocimiento y hasta cierto punto encumbramiento de la Educación Física en el currículum escolar duró poco, puesto que en 1903, bajo el reinado de Alfonso XIII, el Ministro de Instrucción Pública, Gabino Bugaball, realizó un nuevo cambio en los planes de estudio de los Institutos en el que la Educación Física se vio afectada, puesto que pasó de ser obligatoria en todos los cursos a impartirse únicamente en el primero y el tercero de los mismos. Es importante resaltar que desde ese momento los profesores que impartieron esta materia fueron los titulados por la Escuela Central de Gimnástica de Madrid (Fernández Nares, 1993). Sin embargo a partir de una Real Orden del 18 de Septiembre de 1916, la enseñanza de esta asignatura pasó a ser competencia de los maestros de tipo generalista formados en las Escuelas Normales, en las que la enseñanza de la Educación Física quedaba a cargo del profesorado de pedagogía. Esta situación en la formación de los docentes de Educación Física permaneció inamovible hasta la Guerra Civil. En el campo del currículum educativo se produjo otro cambio importante el 25 de agosto de 1926, cuando se puso en marcha un nuevo plan de estudios, auspiciado por Educardo Callejo de la Cuesta. En este plan se estableció que en los Institutos se deben practicar durante todos los cursos los ejercicios propios de la Educación Física, los paseos, los juegos deportivos… Desgraciadamente este planteamiento tan loable no tuvo gran repercusión en la realidad, puesto que no se establecieron las bases, ni económicas, ni materiales, ni formativas, precisas para su puesta en práctica (Fernández Nares, 1993). Posteriormente, la II República abordó una amplia reforma educativa apoyada en la gratuidad, la coeducación y la enseñanza laica. Este planteamiento tan avanzado para la sociedad española de la época, no tuvo tanta repercusión en el campo de la Educación Física. Bien es cierto que durante los primeros años republicanos se impartió en los colegios la Educación Física como materia obligatoria, pero en el Plan de Estudios de 1934 desapareció del currículum escolar y fue sustituida por Juegos y Deportes, a los que no se les consideraba como una asignatura. Afortunadamente esta desaparición duró poco porque en 1935 se creó la Junta Nacional de Educación Física, que tenía el cometido de organizar la asignatura en todos los grados de la enseñanza. Sin embargo la Guerra Civil impidió la puesta en práctica de este proyecto. Durante la guerra, en el bando nacional, Pedro Sáinz promulgó un plan de estudios en 1938 (Ley de 20 de Septiembre de 1938, sobre la reforma de Segunda Enseñanza, BOE de 23 de septiembre) en el que se volvía a establecer la obligatoriedad de la Educación Física en el currículum escolar, siendo destacable el hecho de que esta materia tenía asignada 6 horas lectivas semanales. A partir de ese momento y durante toda la dictadura franquista la Educación Física pasó a ser obligatoria en todos los niveles de enseñanza, siempre respetando la separación de sexos. Es de especial relevancia el hecho de que esta materia no dependía del Ministerio de Educación, sino de la Secretaría General del Movimiento, a través del Frente de Juventudes para los varones y de la Sección Femenina para las mujeres. Estos organismos no sólo planteaban los contenidos formativos del área, sino que formaban al profesorado responsable en los centros que tenían dedicados a tal fin (Academias Nacionales “José Antonio” e “Isabel la Católica” del Pardo). Durante las dos primeras décadas del régimen el Deporte y la Educación Física tuvieron una gran relevancia: se establecieron los Juegos Deportivos Escolares, los Juegos Sindicales, Laborales y Universitarios (Zagalaz, 2001). Sin embargo el gran cambio en el área de la educación vino con la Ley de Educación Primaria de 17 de Julio de 1945, que sustituyó como referencia educativa a la ya obsoleta Ley Moyano (1857). En esta ley la Educación Física siguió siendo obligatoria en todos los niveles de enseñanza pero, como ocurrió durante todo el franquismo, dependiente de la Secretaría General del Movimiento. En la misma línea que las leyes anteriores se pronunciaron los planes de estudios del Bachillerato, que presentó Ruíz Jiménez en 1953; sin embargo un Decreto de 12 de junio del mismo año redujo las horas en Bachillerato de la Educación Física a tres semanales, siendo ésta una reducción muy notable con respecto a la segunda enseñanza donde se seguían manteniendo las 6 horas semanales. A partir de 1961, según Fernández Nares (1993), se entró en una nueva fase, ya que la Ley de Educación Física promulgada este mismo año vertebró la formación de los docentes en Educación Física, unificando los diferentes títulos existentes al respecto en un único centro: el Instituto Nacional de Educación Física, con rango universitario y sin ideología explícitamente definida. Este sería el principio del fin de la Delegación de Juventudes, que había sustituido al Frente de Juventudes, y de la Sección Femenina, y con ellos de sus escuelas de formación de profesorado, organismos que controlaron la Educación Física y el Deporte durante gran parte de la dictadura. El fin de estas organizaciones llegó a finales de los años setenta, a partir de entonces las competencias en Educación Física escolar fueron asumidas por el Ministerio de Educación y Cultura. En el año 1970 se publicó la Ley General de Educación, que reafirmó el carácter obligatorio de la Educación Física en todos los niveles educativos, desde preescolar hasta BUP. En el año 1980, en plena transición democrática, apareció la Ley sobre la Cultura Física y del Deporte, donde se recogió la distribución de competencias entre el Estado, las Comunidades Autónomas y las Corporaciones Locales en materia deportiva, intentando desmarcar a la actividad física del rendimiento y apostando por la inclusión de los juegos alternativos (Romero Granados, 1993). En esta disposición legal se volvió a confirmar el carácter obligatorio de la Educación Física en el currículum escolar, aunque según Fernández Nares (1993) seguía siendo considerada una materia de segunda clase. Un año más tarde, en 1981, aparecieron los Reales Decretos conocidos como Programas Renovados, que buscaban adaptar la Ley General de Educación a la Constitución Española de 1978. Posteriormente en 1985 apareció la Ley Orgánica reguladora del derecho a la educación (L.O.D.E.), en la que se adecuó el mundo educativo a la nueva realidad española, regida por la constitución, los estatutos de autonomía en varias comunidades autónomas y la futura adhesión a la comunidad europea. No obstante la Educación Física no sufrió cambio alguno en su estatus, siguió siendo una materia obligatoria en todos los niveles de enseñanza. En el campo de la formación del profesorado a partir de la Ley de Reforma Universitaria de 1983 y de los posteriores decretos relacionados con la misma, el Instituto Nacional de Educación Física se integró completamente en la estructura universitaria bajo la denominación de Licenciatura en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte; además se creó la especialidad de Educación Física en las Escuelas de Magisterio, hoy en día convertidas, en la mayoría de los casos, en Facultades de Educación. Estos hechos significaron por si mismos un hito en la Educación Física, ya que a la titulación universitaria de Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, se unía la especialidad de magisterio; todo lo cual daba a este área de conocimiento un reconocimiento y un espacio propio en el ámbito universitario, igualándola con otros campos del saber que tradicionalmente formaban parte de este ámbito. Esta situación se mantuvo estable hasta el año 1990 en el que se promulgó la Ley de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE), que pretendía mejorar la ley educativa anterior aumentando la calidad de la enseñanza mediante un nuevo currículum, nuevos instrumentos, nuevas estructuras y recursos, etc. Ello no sólo provocó cambios en la enseñanza, también los produjo en los planes de estudios de los títulos universitarios del área de Educación Física, los cuales tuvieron que adaptarse al nuevo planteamiento educativo. Finalmente, la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de Mayo, de Educación incluye entre las materias curriculares la Educación Física, lo cual reafirma la idea de que tras no pocos avatares la Educación Física es un área de conocimiento plenamente integrada en el currículum escolar español. Sin embargo esta ley viene acompañada en el campo universitario del proceso de convergencia europea en la educación superior, en la que la Licenciatura en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte debe adaptarse al título de grado y la especialidad de magisterio en Educación Física parece ser que se elimina, junto con otras especialidades, creándose una figura de maestro generalista capacitado para impartir todas las materias, aunque paradójicamente la carga lectiva que tendrá referente al área de Educación Física se verá claramente reducida.
5. CONCLUSIONES.
Los resultados hallados en esta investigación confirman que durante el siglo XX fueron muy abundantes las disposiciones legales en torno a la educación en general, y a la Educación Física en especial, a pesar de las cuales, como defiende Zagalaz (2001), no se originan procesos significativos hasta los años setenta, en los que comenzó a desarrollarse cierto aperturismo. Antes de este momento histórico, que se inició con la creación del Instituto Nacional de Educación Física y con leyes como la Ley General de Educación, la Educación Física había mantenido el carácter militar e higienista con que le dotó Jovellanos en el siglo XVIII. En los primeros treinta años del siglo XX numerosas disposiciones daban y quitaban protagonismo a la Educación Física en el currículum escolar, todo ello en periodos de tiempo muy cortos. Esa situación de inestabilidad se reguló durante la dictadura franquista, periodo en el cual la Educación Física se convierte en un elemento de afirmación del régimen. Al igual que en la Alemania nazi o en la Italia fascista la Educación Física fue utilizada como un medio para alcanzar un mayor prestigio entre las naciones y como un instrumento de propaganda del régimen político imperante. Durante esos años se produce un auge importante de la Educación Física, pero un auge dañino a largo plazo, puesto que el profesorado de esta materia no dependía del Ministerio de Educación sino de la Secretaría General del Movimiento a partir del Frente de Juventudes y de la Sección Femenina. Ello implicaba que los profesionales eran formados y adoctrinados en los centros formativos de estas organizaciones, primando en la selección de estos profesionales condicionamientos de carácter ideológicos. Además existía una situación permanente de interinidad y dependencia de la Secretaría General del Movimiento y, por supuesto, existía una discriminación profesional y económica con respecto a otros docentes. Todo ello ahondó en la herida más importante de la Educación Física escolar, su carácter marginal de asignatura de segundo orden. No obstante en los últimos años se está consiguiendo que este área salga de su marginalidad dentro del sistema escolar, gracias a la constante insistencia de sus profesionales en dar a conocer la importancia de esta asignatura en la educación integral del alumnado. Ello no quita que sea triste comprobar como después de más de un siglo en el currículum escolar español, aún haya que realizar esfuerzos por justificar la necesidad e importancia de esta materia en la formación de los futuros ciudadanos y ciudadanas. Ante esta situación los profesionales de la Educación Física asisten atónitos a la publicación por parte de la Red de Magisterio de la ANECA del Libro Blanco del Título de Grado en Magisterio, enmarcado en el proceso de creación del Espacio Europeo de Educación Superior. Dicho documento propone tanto la supresión de la especialidad de Educación Física, como la reducción de los contenidos formativos de esta área de conocimiento en el currículum del futuro profesorado generalista que se va a formar. Por todo ello cabe preguntarse: ¿de qué sirve que en la nueva Ley 2/2006, de 3 de Mayo, de Educación se siga reconociendo a la Educación Física como un área curricular, si la desvirtúan e infravaloran dentro las nuevas titulaciones de grado, que abogan por la eliminación de la especialidad y la notable disminución de sus contenidos en el currículum del futuro maestro generalista?
En definitiva, el recorrido ha sido largo y no siempre, como ocurre en este momento, en constante evolución pero hay que seguir luchando porque la Educación Física tenga su propio lugar en el currículum escolar y sobretodo en la formación específica de sus profesionales.
Bibliografía
-
-Blázquez, D. (2001). La Educación Física. Barcelona: INDE.
-
-Bravo Berrocal, R. (1995). La Educación Física en la legislación española. Málaga: Librería Ágora D.L.
-
-Fernández Nares, S. (1993). La Educación Física en el sistema educativo español: la formación del profesorado. Granada: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Granada.
-
-González Ajá, T. (Ed.) (2002). Sport y autoritarismos. Madrid: Alianza.
-
-Romero Granados, S. (1993). Contenidos de la Educación Física en la escuela. Sevilla: Ed. Deportiva Wanceulen.
-
-Sánchez Bañuelos, F. (1992). Bases para una didáctica de la Educación Física y el Deporte. Madrid: Gymnos.
-
-Serrano, J.A. (2005). Cambios en la formación del maestro especialista. Un ensayo sobre sus consecuencias. Retos. Nuevas perspectivas de Educación Física, Deporte y Recreación, 7, 28-34.
-
-Zagalaz, Mª. L. (2001). Corrientes y tendencias de la Educación Física. Barcelona: INDE.