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21 Sep 2006

Influencia de los factores psicologicos y psicosociales en la aparicion del sindrome de burnout entre tenistas de alto nivel.

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La presente propuesta intenta mostrar los factores que provocan el abandono de la práctica deportiva entre jóvenes tenistas de alto nivel. La identificación de los determinantes personales y situacionales que producen la aparición del burnout facilitó la elaboración de un modelo de burnout deportivo.

Autor(es): Nathalie Moulin, Lucile Lafont
Entidades(es): Universidad Pessac, Francia
Congreso: IV Congreso Mundial de Ciencia y Deportes de Raqueta
Madrid-21-23 de Septiembre de 2006
ISBN: 84-611-2727-7
Palabras claves: Tenis, Factores psicológicos, Síndrome de Burnout

Resumen influencia de los factores psicologicos y psicosociales en la aparicion del sindrome de burnout

La presente propuesta intenta mostrar los factores que provocan el abandono de la práctica deportiva entre jóvenes tenistas de alto nivel. La identificación de los determinantes personales y situacionales que producen la aparición del burnout facilitó la elaboración de un modelo de burnout deportivo. Los estadísticos revelan que el abandono de la práctica deportiva se produce durante la adolescencia. Eso inquieta las federaciones deportivas, preocupa a los investigadores y llama la atención de los profesionales de la salud que insisten sobre los beneficios de la práctica física para el bienestar y la salud de los jóvenes. Sin embargo, el síndrome de burnout está distinto de lo que Raedeke, Lunney & Venables (2002) llaman el « dropout » ; en efecto, éste no tiene un sentido negativo y no está vinculado a un sentimiento de desilusión. Además, estos investigadores precisan cómo los entrenadores de atletas jóvenes pueden identificar los síntomas del burnout : en sus estudios, destacan cuatro parámetros ; se tratan del desempeño físico de la actividad, de una disminución del desarrollo personal, de una baja del placer para con la práctica y de un agotamiento físico y mental. Por fín, una serie de estudios recentes realizados por Cresswell & Eklund (2005) pone de relieve la relación entre los distintos tipos de motivación y la aparición del síndrome de burnout.

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Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº2.

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Introducción

La presente propuesta intenta mostrar los factores que provocan el abandono de la práctica deportiva entre jóvenes tenistas de alto nivel. La identificación de los determinantes personales y situacionales que producen la aparición del burnout facilitó la elaboración de un modelo de burnout deportivo. Los estadísticos revelan que el abandono de la práctica deportiva se produce durante la adolescencia. Eso inquieta las federaciones deportivas, preocupa a los investigadores y llama la atención de los profesionales de la salud que insisten sobre los beneficios de la práctica física para el bienestar y la salud de los jóvenes. Sin embargo, el síndrome de burnout está distinto de lo que Raedeke, Lunney & Venables (2002) llaman el « dropout » ; en efecto, éste no tiene un sentido negativo y no está vinculado a un sentimiento de desilusión. Además, estos investigadores precisan cómo los entrenadores de atletas jóvenes pueden identificar los síntomas del burnout : en sus estudios, destacan cuatro parámetros ; se tratan del desempeño físico de la actividad, de una disminución del desarrollo personal, de una baja del placer para con la práctica y de un agotamiento físico y mental. Por fín, una serie de estudios recentes realizados por Cresswell & Eklund (2005) pone de relieve la relación entre los distintos tipos de motivación y la aparición del síndrome de burnout. Smith (1986) propone una definición del burnout deportivo : según él, se trata del desempeño psicológico, emocional y físico de un deporte apreciado y practicado de manera repetida antes; es la consecuencia de un estrés excesivo que provoca el agotamiento del deportista. El « síndrome de quemarse » es un proceso que se caracteriza por un agotamiento emocional, una dificultad para la autorealización personal en el deporte y una depersonalización. En resumen, es una verdadera crisis de identidad de la persona. En el deporte de alto nivel, el deportista tiene que ser otro, diferente, superior, sin igual y sabe que está observado y analizado a lo largo del tiempo. Parece importante insistir sobre el hecho de que una multitud de causas provoquen la emergencia del burnout ; se tratan tanto de los aspectos individuales vinculados a la personalidad del tenista, como de los factores vinculados al contexto de la acción. Lo más importante es que es la significación psicológica de la situación vivida por el atleta la que constituye uno de los determinantes esenciales del comportamiento : entonces, el burnout está provocado por la interacción dinámica de una serie de factores situacionales y personales. Así , no se puede hablar de una interacción solamente mecánica cuando se trata de la aparición del burnout. Entonces, a todos los orígenes externos del burnout, unidos a la situación de estrés, se añaden los orígines internos unidos a la historia de la persona, a sus representaciones y a su vulnerabilidad. Cuando aparece el burnout, la actividad física que era antes una fuente de placer, se convierte en una fuente de estrés. Se considera el síndrome de burnout como una resultante negativa e inadaptada del estrés. Será la interacción dinámica entre individuo y medio la que determine la secuencia del comportamiento húmano. Los sentimientos de fracaso condicionan la retirada emocional de la situación, la apatía, el afrontamiento, el conflicto. Algunos tenistas sufren de una pérdida de envidia, de un cansancio crónico y de una tensión que provocan el abandono de la práctica. Así, nuestro objectivo consiste en demostrar que el síndrome de burnout está en relación con un perfil psicológico característico.

Método

Este trabajo fue realizado con la colaboración de 100 jóvenes tenistas de alto nivel que participaron a los Campeonatos de Francia de Tenis. Entre ellos, 50 siguen practicando el tenis de competición (constituyen el grupo de los jugadores « no agotados » ) y 50 abandonaron la práctica (constituyen el grupo de los jugadores « agotados » ). La pasación del Maslach Burnout Inventory (MBI) permitió identificar cuales eran los jugadores « agotados » para crear ambos grupos. Utilízamos una serie de cuestionarios que tienen índices de fiabilidad altos : El cuestionario de ansiedad STAY de Spielberger, (1983), cuya consistancia interna es de .80. El Inventario de autoestima SEI de Coopersmith, (1984) que evalua la autoestima general (? =.85), social (?=.87), familial (?=.76) y escolar ( ?=.97). El Inventario de depresión BDI II de Beck, ( 1997), ?= .74 El Inventario de personalidad EPI de Eysenck, (1971) que evalua el nivel de neurosis (?= .76 ) y la extraversión (?= .75 ) El cuestionario de motivación de Aubret, (1988) que evalua la motivación a la acción (?= .75) , el miedo del fracaso (?= .76) y la necesidad de triunfar (?= .81). El Inventario de presión de los familiares de Moulin (2002) elaborado gracias al estudio de Gould, Udry, Toeffey & Loehr (1996), (?= .88). En cuanto al tratamiento estadístico, una regresión logística indica que los tenistas « agotados » presentan más ansiedad, una autoestima más baja, signos de depresión más numerosos, un nivel de neurosis más alto, una motivación menos fuerte e interpretan la presión recibida de manera más negativa que los tenistas « no agotados » (que siguen practicando el tenis de alto nivel). Se puede clasificar el impacto de las variables de la manera siguiente :en el órden decreciente, tenemos la autoestima (-5.6), el miedo del fracaso (4), la motivación (2.7), el nivel de neurosis (2.59), la depresión (1.69), la extraversión (-0.99) y la necesidad de triunfar (0.38). Además, un test estadístico (khi-2) revela una relación entre el género y la predisposición al burnout : este síndrome concerne más a las niñas que a los niños.

Discusión

Este estudio revela de una manera fuerte que el síndrome de burnout está correlado con un perfil psicológico caracterizado por ciertos rasgos de personalidad : los individuos que presentan un nivel de ansiedad elevado, una autoestima baja, un nivel de depresión fuerte y que se muestran poco extravertidos tienen más posibilidades de conocer el agotamiento. Estos resultados confirman las investigaciones anteriores que precisan que los individuos ansiosos suelen centrarse de manera excesiva en la probabilidad de aparición y en el peligro de los acontecimientos vividos ; al contrario, suelen minimizar sus capacidades de adaptación o el apoyo del entorno (Huteau, 1995). Además, la percepción de un desface entre las exigencias objetivas de las táreas (entrenamientos, competiciones, …) y los recursos propios subjetivos del atleta provoca el estrés, algunas veces, la saturación y en los casos más graves, el burnout. Este síndrome suele ocurrir cuando esta impresión de desface se repite. Según Kroll (1979), la presión de los entrenadores y de los familiares, la obligación de triunfar o de mejorar los resultados anteriores son factores que generan la aparición de la ansiedad. Un estudio realizado por Allison & Meyer (1988) indica que los 28 tenistas interrogados evocan los años de competición considerándoles como un período caracterizado por el estrés y la frustración. Según Vealey (1992), un nivel de ansiedad elevado constituye el predictor más importante del síndrome de burnout : sería el factor principal que los entrenadores tienen que tomar en cuenta cuando se encuentran frente a este fenómeno. En cuanto a la autoestima, nuestros resultados muestran que los tenistas agotados presentan un déficit de autoestima en comparación con los jóvenes que siguen practicando una actividad competitiva. En 2001, Famose indica que el nivel de autoestima de los deportistas es el factor que desempeña el papel más importante en la utilización de las distintas estrategías motivacionales. Tanto nuestros resultados como las conclusiones de Golembiewski & Kim (1989) ponen de relieve la relación contraria que existe entre los níveles de autoestima y de burnout. En 1992, Weiss & Chaumeton revelan también que son los jóvenes que dudan más en sus posibilidades los que se agoten lo más rapidamente. Además, parece importante notar que la autoestima está correlada de manera negativa con el estrés : así, los deportistas cuyo nivel de autoestima es bajo tienen un estrés competitivo más importante que los jóvenes que presentan un nivel de autoestima elevado. En efecto, los tenistas cuya autoestima está elevada tienen una gran confianza en sus posibilidades, suelen tratar de realizar objetivos difíciles y se muestran bastante optimistas frente a las situaciones deportivas. Un estudio de Campbell & Lavallee (1993) concluye que los atletas que presentan un déficit de autoestima reaccionan de manera muy negativa frente a los comentarios negativos de los entrenadores o de los familiares. Además, cuando una actividad tiene una gran importancia para el individuo, el resultado obtenido influye sobre su autoestima de manera significativa : el atleta trata de mostrarse muy competitivo en las actividades importantes para él y, al mismo tiempo, el atleta da una gran importancia a las actividades en las que está muy competitivo ; así, para los jóvenes tenistas de alto nivel, la actividad « tenis de competición » tiene un valor muy grande y por eso, constituye el factor principal del desarrollo de una autoestima positiva.

Pero, este proceso ocurre si los resultados corresponden a las esparanzas del sujeto. Según Famose & Guérin (2002), la autoestima constituye un elemento predictor de la depresión. Además, la confianza en sí mismo determina la elección de la actividad, la dificultad del objetivo que hay que cumplir, la cantidad de esfuerzo necesaria y la perseverancia en la actividad elegida. Para que jóvenes tenistas tengan una buena confianza en sus posibilidades, Balaguer (1996) propone planes de acción pre competitivos : por ejemplo, se trata de identificar las situaciones durante las cuales la confianza disminuye, de imaginarlas y al final, de adoptar unas estrategías para que la confianza y las performancias se mejoren. En cuanto a la depresión y al neurosis, son dos determinantes asociados de manera positiva a la aparición del síndrome de burnout. Nuestro estudio revela que los tenistas agotados tienen un nivel de depresión elevado. Por eso evaluan tanto las situaciones como sus posibilidades de manera negativa, piensan que no pueden controlar los acontecimientos importantes y se sienten amenazados (Burke, Brief & George, 1993). En cuanto a la extraversión, algunos estudios revelan que los deportistas se muestran más extravertidos que los individuos que no practican ningún deporte (Antonio, 1985). Nuestra investigación, basada en el tenis de alto nivel, indica que los tenistas « no agotados » son más extravertidos que los tenistas « agotados », y eso de manera significativa. Así, la extraversión favorecería la práctica del tenis competitivo. En cuanto a la presión recibida, nos resultados confirman los de Gould, Udry, Tuffey & Loehr (1996) que concluyen que los individuos que interpretan las críticas parentales de manera negativa y que son más preocupados por sus errores se encuentran frente a más estrés y burnout. Un estudio realizado por Ewing, Hedstrom & Wiesner (2004) revela que la mayoría de los padres interrogados admiten el hecho de que constituyan una fuente de presión para con sus hijos : las exigencias de los padres se focalizan en los resultados que hay que mejorar en cada torneo y en los objetivos que hay que cumplir para volverse el mejor entre todos. Pero, unas entrevistas realizadas con tenistas jóvenes competidores revela que la presión parental puede producir un malestar permanente, lo que desempeña un papel significativo en la emergencia del burnout.

Un estudio de Guillet (2000) pone de relieve el vínculo negativo entre las coacciones percibidas por balonmanos jóvenes y la motivación durante la práctica deportiva : si el atleta sólo quiere dar placer a los demás cuando practica la actividad físicala, la posibilidad de sufrir de burnout crece. Algunas veces, la única solución para el jóven consiste en interrumpir la actividad, cuando no puede soportar más las esperanzas y las exigencias de los familiares o de los entrenadores. Así, el abandono del deporte de competición es el único medio encontrado para vivir su vida propia. Las investigaciones en psicología del deporte concluyen que los familiares y sobre todo los padres representan un apoyo para el jóven : pero el peligro consiste en transformar este papel de apoyo en una presencia abusiva, lo que crea una fuente suplementaria de estrés. En general, este estrés conduce al agotamiento del jóven, al abandono de la práctica competitiva y en ciertos casos, a la aparición del burnout. Además, las relaciones entre el entrenador y los padres producen el ambiente en el que el atleta evolua : unas relaciones positivas entre ellos conducen al bienestar del jóven, lo que facilita su desarrollo personal y deportivo. En cuanto a la motivación, nuestros resultados confirman las conclusiones de Gould, Udry, Tuffey & Loehr (1996) : los deportistas « agotados » presentan una falta de motivación en comparación con los deportistas « no agotados ». Además, los tenistas « agotados » se implican menos durante los entrenamientos, participan en menos torneos, no creen en sus capacidades y no ven el vínculo entre lo que hacen y los resultados obtenidos : no saben por qué practican la actividad y el placer disminuye cada día más. Al final, la práctica del deporte no tiene sentido para ellos. Este sentimiento suele conducir al abandono del deporte y puede también favorecer la aparición de un malestar crónico y de signos de depresión. Nuestro estudio, como el de Atkinson, revela que las performancias deportivas se mejoran cuando el atleta no duda de sus posibilidades y no tiene « el miedo del fracaso ». Por fín, cuando la necesidad de triunfar es muy fuerte, ciertos adolescentes prefieren abandonar la actividad a causa del riesgo que constituiría fracasos sucesivos. Nuestra investigación indica también que las niñas sufren más de burnout que los niños : ésto confirma los resultados obtenidos por Martens (1977) que revela que las niñas tienen un nivel de ansiedad competitiva más elevado que los niños. Además, otro estudio concluye que las niñas interpretan la presión de los familiares y de los entrenadores de una manera más negativa que los niños. Moulin, Menaut & Lafont (2005) indican también que las jóvenes tienen más dificultades para integrarse dentro del grupo de competidores y para solucionar los problemas que surgen entre ellos. Los níveles de depresión evaluados con el Inventorio de Beck son más elevados entre las niñas. Por fín, parece importante notar que las niñas que entran en el mundo del acceso al deporte de alto nivel son más jóvenes que los niños : esta precocidad está vinculada a la posibilidad de aparición del síndrome de burnout.

Conclusiones

En resumen, podemos concluir que el acceso al élite necesita un entranamiento muy serio, centrado en el imperativo de progresión. La acumulación de los torneos exacerba las tensiones y genera un estrés aumentado que puede quebrantar la serenidad psicológica de los jóvenes. Esto se encuentra amplificado durante el período de la adolescencia, que está caracterizado por cambios biológicos y psicológicos profundos. Además, los jóvenes tenistas tienen que demostrar una gran adaptabilidad para conciliar objetivos tan distinctos como un proyecto deportivo y un proyecto escolar. Para los deportistas de alto nivel, la importancia del ambiente, del papel de los padres, del entorno afectivo y de una escolaridad adaptada tiene que ser una preocupación constante. La adopción de un modelo multidimensional en el estudio del burnout deportivo contribuirá la planificación y diseño de las intervariaciones pertinentes que tienen como objetivo la prevención y en su caso la reducción del mismo. Un conocimiento optimal del proceso de llegada en el burnout permitiría revelar unas pistas de prevención y de remediación ; estas pistas permitirían mejorar las performancias individuales y sobre todo permitirían que algunos jóvenes deportistas talentosos y apasionados por la práctica no la abandonaran a causa de la lasitud, de la saturación y del desanimo.

Bibliografía

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