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1 Mar 2011

La prevención de lesiones musculares en el fútbol eficacia de un programa preventivo.

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Las lesiones en el fútbol constituyen contratiempos que no pueden evitarse del todo, pues la propia actividad deportiva conlleva implícito el riesgo de que se produzcan. Las lesiones musculares son las más numerosas, fruto de las altas exigencias neuromusculares del deporte.


Autor(es):
Luis Casáis Martínez 1,2; Miguel Martínez González. 2 y Juan José Solla Aguiar 2
Entidades(es): 1 Facultad de Ciencias de la educación y el deporte de Pontevedra, Universidad de Vigo, España 2 Grupo de investigación Análisis del Rendimiento en Deportes Colectivos, Universidad de Vigo. España.
Congreso: III Congreso Nacional Ciencias del Deporte
Pontevedra: 29-31 de Marzo de 2007
ISBN: 84-978-84-611-6031-0
Palabras claves: fútbol, lesiones musculares, prevención

RESUMEN

Las lesiones en el fútbol constituyen contratiempos que no pueden evitarse del todo, pues la propia actividad deportiva conlleva implícito el riesgo de que se produzcan. Las lesiones musculares son las más numerosas, fruto de las altas exigencias neuromusculares del deporte. Los intentos por prevenir este tipo de lesiones se han centrado en el entrenamiento de la flexibilidad y el entrenamiento de fuerza, tanto concéntrico, como excéntrico. 42 jugadores profesionales fueron monitorizados durante dos temporadas, mediante un diseño de series temporales. Se contabilizaron todas las lesiones, utilizando un registro informatizado, el Prylesion ®, elaborado a partir del Modelo multifactorial de lesiones y siguiendo las indicaciones de la UEFA para los estudios epidemiológicos. En la segunda temporada se aplicó un programa preventivo para reducir las lesiones musculares en uno de los equipos, con un diseño de grupo control no equivalente, combinando entrenamiento de flexibilidad y de fuerza. En las 2 se registraron 365 lesiones, de las cuáles 180 fueron lesiones musculares (52,4%). En el equipo utilizado como control no se encontraron diferencias significativas en el número de lesiones musculares (34 la primera temporada y 29 la segunda). En el equipo sometido al programa preventivo se redujeron de forma significativa las lesiones musculares.

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Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº3.

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INTRODUCCIÓN.

El fútbol constituye uno de los deportes más practicados en el mundo. Cerca de 250 millones de jugadores están registrados en la Asociación Internacional de Federaciones de Fútbol (FIFA). El aumento de la práctica de este deporte se ha acelerado en los últimos años, y se trata de una de las prácticas deportivas más emergentes entre los niños y jóvenes de ambos sexos (Stamm, 2001). Las lesiones en el futbol constituyen entre el 50-60% de todas las lesiones deportivas y entre el 3,5 y 10% de todas las lesiones tratadas en un hospital (Ekstrand, 1983; Keller, Noyes, y Buncher, 1987); otros autores hablan de que la probabilidad de tener una lesión para los futbolistas profesionales supone 1000 veces más que el trabajo industrial de alto riesgo (Drawer y Fuller, 2002; Woods y cols, 2002) Las lesiones en el fútbol constituyen contratiempos adversos que no pueden evitarse del todo, pues la propia actividad deportiva conlleva implícito el riesgo de que se produzcan. Sin embargo, se puede conseguir que este riesgo se disminuya (prevención) o que su evolución sea más favorable y la incorporación del deportista se realice en el menor tiempo posible (recuperación funcional/ readaptación física). Hasta hace pocos años, los esfuerzos se centraban en el tratamiento de la lesión, prestando atención al proceso terapéutico desde una perspectiva clínica. Sin embargo, en los últimos tiempos los intereses se han orientado hacia el desarrollo de estrategias y propuestas multidisciplinares de intervención relacionadas con la prevención de las lesiones deportivas. Siguiendo la propuesta ya clásica de Van Mechelen, Hlobil y Kemper (1992), la prevención de lesiones deportivas puede diseñarse en una secuencia de cuatro pasos: conocer la amplitud del problema, identificar los factores y mecanismos lesionales, introducir medidas de prevención, y por último evaluar su eficacia. La evidencia empírica acumulada hasta la fecha permite identificar una serie de factores que deben ser asumidos para implementar medidas preventivas en el entrenamiento. Para una mejor comprensión del fenómeno se suelen clasificar en factores intrínsecos (predisposición del deportista) y extrínsecos (exposición a factores de riesgo), aunque se entiende que, en la realidad del proceso de entrenamiento-competición, se dan de manera compleja e interactiva (y, en muchos casos, acumulativa) (Meeuwisse, 1994; Larson et al, 1996; Parkkari et al, 2001; Bahr y Krosshaug, 2005). Bajo esta perspectiva global, se pueden intentar controlar algunos parámetros en el proceso de entrenamiento, a través de programas preventivos específicos. De todas maneras, es imprescindible avanzar desde el punto de vista procedimental, en la práctica, y metodológico, en la investigación, para fundamentar adecuadamente dichas intervenciones (Parkari et al, 2001; Shepard, 2005; Barh y Kroshaug, 2005; Finch, 2006). Los programas han de ser evaluados a través de diseños más rigurosos, no sólo con diseños experimentales aleatorizados de grupo control, sino también diseños cuasiexperimentales que permitan utilizar muestras más representativas (deportistas profesionales) y contextos de práctica más realistas (procesos de entrenamientocompetición), y con programas de intervención con medidas realmente potentes. En el fútbol, las lesiones musculares son las más numerosas (Hawkins et al, 2001; Drawer y Fuller, 2002; Ekstrand et al, 2004; Volpi et al, 2004; Walden et al, 2005), fruto de las altas exigencias neuromusculares del deporte, con continuos sprints, cambios de dirección, frenadas, saltos, golpeos, etc… Los intentos por prevenir este tipo de lesiones se han centrado principalmente en el entrenamiento de la flexibilidad, ya que la falta de extensibilidad muscular, o el elevado tono de la musculatura antagonista son un elemento favorecedor de las lesiones deportivas, en especial las lesiones musculares (Thacker et al, 2003, 2004; Petersen y Holmich, 2005). El uso combinado de estiramientos estáticos repetidos superiores a 15 segundos, junto con estiramientos de las diversas modalidades de PNF parecen ser las propuestas más eficaces a nivel preventivo (Witvrouw, Lysens, Bellemans, Peers y Vanderstraeten, 2003; Dadebo, White y George, 2004). El otro elemento preventivo eficaz ha sido el entrenamiento de fuerza. El nivel de fuerza de la musculatura, junto con las propiedades funcionales del músculo durante el ejercicio (niveles específicos en régimen de contracción concéntrica, excéntrica, fatigabilidad, etc.), son factores determinantes de protección en las lesiones deportivas (Larson y cols, 1996; Parkkari y cols, 2001; Thacker y cols, 2003). El uso de las contracciones excéntricas ha sido objeto de gran interés en los últimos años, ya que las lesiones musculares suceden normalmente tras la realización de contracciones musculares con un componente excéntrico elevado (Thacker y cols, 2003, 2004) De esta manera, la introducción de protocolos de trabajo excéntrico para el entrenamiento de ciertos grupos musculares se ha mostrado eficaz para la reducción de la incidencia de lesión muscular (Askling, Karlsson y Thorstensson, 2003; Croissier y cols, 2005). Para mejorar su eficacia es importante utilizar ejercicios similares a las exigencias motrices específicas que se dan en cada deporte.

MÉTODO

42 jugadores profesionales españoles de fútbol (Primera y segunda división) fueron monitorizados durante dos temporadas, mediante un diseño de series temporales. Durante la primera temporada fueron registradas todas las lesiones, utilizando un registro informatizado, el Prylesion ®, elaborado a partir del Modelo multifactorial de lesiones (Meeuwisse, 1994; Parkkari et al, 2001; Barh y Krosshaug, 2005) y siguiendo las indicaciones de la UEFA para los estudios epidemiológicos (Hagglund et al, 2005; Fuller et al, 2006). En la segunda temporada se aplicó un programa preventivo para reducir las lesiones musculares en uno de los equipos, con un diseño de grupo control no equivalente, combinando entrenamiento de flexibilidad y de fuerza. Durante 4 semanas del periodo preparatorio se realizaron 3 sesiones semanales de 30 minutos de duración, realizando 12 ejercicios tras 6 minutos de carrera de calentamiento (figura 1): – 6 ejercicios de flexibilidad con un programa de estiramientos de cuádriceps e isquiotibiales (2 series utilizando la técnica PNF: 15 segundos de estiramientos + 5 de contracción+ 15 de estiramiento), – 6 ejercicios de fuerza (2 series de 15 repeticiones de trabajo concéntrico y 2 series de 10 repeticiones de trabajo excéntrico) En el periodo preparatorio 2 (parón invernal) se repitió la misma normativa de la carga. Durante el periodo competitivo 1 (septiembre a diciembre) se realizaron dos sesiones semanales, y durante el periodo competitivo 2 (febrero a junio) se realizó una sesión semanal.

Figura 1.- Programa preventivo de la lesión muscular en cuádriceps e isquios en el fútbol utilizando el soporte informático GRAPHYS® (Casáis, Martínez, Aguiar y Domínguez, 2007)

Figura 1

Para el análisis de los datos se contabilizaron el número de lesiones musculares mensuales en cuádriceps e isquiotibiales. Ante el incumplimiento de los supuestos paramétricos en el ANOVA factorial de medidas repetidas se utilizó el método de Friedman para comprobar la existencia de diferencias, con los niveles de significación habituales, usando el programa SPSS 13.0.

RESULTADOS

En las 2 temporadas de seguimiento en los 2 equipos (42 jugadores) se registraron 365 lesiones, de las cuáles 180 fueron lesiones musculares (52,4%). De esas lesiones, 112 se localizaron en isquiotibiales o cuádriceps. El número de lesiones musculares en isquiotibiales y cuádriceps y su distribución mensual a lo largo de las dos temporadas en ambos equipos puede observarse en la tabla 1.

Tabla 1.- Frecuencia de lesiones mensuales en isquiotibiales y cuádriceps.

Tabla 1.- Frecuencia de lesiones mensuales en isquiotibiales y cuádriceps

En el equipo utilizado como control no se encontraron diferencias significativas en el número de lesiones musculares (34 la primera temporada y 29 la segunda). En el equipo sometido al programa preventivo se redujeron de forma importante las lesiones musculares, con diferencias significativas (39 vs 19, ?= 7.34, p=0.007). Para la primera temporada, no se encontraron diferencias entre los dos equipos, mientras que si aparecieron diferencias significativas en la segunda temporada.

DISCUSIÓN

Las lesiones en el fútbol son un fenómeno muy frecuente y de elevada incidencia en el proceso de entrenamiento-competición. Una gran mayoría de los jugadores se lesiona al menos una vez a lo largo de la temporada, en este caso un 78% de jugadores, algo menos que lo reflejado por otros autores (González Iturri y cols, 1994; González y cols, 1995; Walden, Hagglund y Ekstrand, 2005) Las lesiones musculares son el tipo de lesión más frecuente en el fútbol, debido a las altas exigencias neuromusculares de este deporte (aceleraciones, cambios de dirección, saltos, paradas, golpeos) y al particular diseño del proceso de entrenamientocompetición (corto periodo preparatorio, largo periodo competitivo, alta densidad competitiva en algunos momentos de la temporada, repetición sucesiva de ciclos de competición,…..) datos que coinciden con los de la literatura (Hawkins, 2001; Volpi et al, 2004; Junge y Dvorak, 2004). La especificidad de los gestos a realizar provoca que los isquiotibiales y cuádriceps sean los grupos musculares más solicitados, y por ello, los más propensos a sufrir lesiones, al igual que señalan otros estudios (Drawer y Fuller, 2002; walden, Hagglund y Ekstrand, 2005), aunque muchas de ellas sean de baja o media gravedad (microroturas fibrilares, contracturas, sobrecargas). El trabajo de flexibilidad muscular, junto con el entrenamiento de fuerza, tanto concéntrico como excéntrico han mostrado una eficacia importante en la prevención de lesiones musculares en línea con lo apuntado por otras experiencias (Holmich et al, 1999; Shier, 2002; Askling; Karlsson y Thorstensson, 2003; Dadebo, White y George, 2004; Olsen et al, 2004; Mjolnes et al 2004; Petersen y Homich, 2005; Steffen et al, 2005; Young et al, 2005; Brooks et al, 2006). Es importante señalar que en el diseño de los ejercicios preventivos deberán incluirse ejercicios similares a las exigencias motrices que demanda cada deporte, por lo que han de conocerse con precisión los requerimientos específicos del fútbol (Hewett et al, 1999; Parkkari et al, 2001; Bahr y Krosshaug, 2005).

CONCLUSIONES

Las lesiones musculares en el fútbol, aunque frecuentes, pueden minimizarse incluyendo en los programas de entrenamiento ejercicios preventivos de flexibilidad que favorezcan una mayor extensibilidad muscular y una mejor regulación neuromuscular, y fuerza, tanto concéntricos como excéntricos. Igualmente, deberían tenerse en cuenta otros aspectos importante a nivel preventivo, tanto intrínsecos como extrínsecos tales como un correcto calentamiento y vuelta a la calma, un adecuado manejo de las cargas de entrenamiento, y la vigilancia de los procesos de recuperación (hidratación, alimentación y suplementación, fisitoterapia, etc…).

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