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6 Sep 2007

Los componentes de la programación en educación física. Una propuesta relacional bajo un enfoque globalizador.

Si analizamos la coherencia de las programaciones que existen en los centros educativos en el área de educación física, teniendo en cuenta la legislación vigente, nos encontramos que la gran mayoría de ellas adolece de una coherencia interna a la hora de plantear relaciones entre sus componentes.

 
Autor(es): .Sagrario del Valle Díaz 1, Mª Jesús Fernández García, Ricardo de la Vega Marcos
Entidades(es): 1. Sagrario del Valle Díaz. Facultad de Ciencias del Deporte
Congreso: VII Congreso Internacional sobre la Enseñanza de la Educación Física y el Deporte Escolar
Badajoz-6-9 de Septiembre de 2007
ISBN: 978-84-611-8417-0
Palabras claves: Didáctica, Educación física, programación, relación, enfoque globalizador.

Resumen

Si analizamos la coherencia de las programaciones que existen en los centros educativos en el área de educación física, teniendo en cuenta la legislación vigente, nos encontramos que la gran mayoría de ellas adolece de una coherencia interna a la hora de plantear relaciones entre sus componentes. Estamos de acuerdo con que todos los docentes antes de ponerse a diseñar una programación se tiene en cuenta la perspectiva globalizadora pero la pregunta que se nos ocurre plantear es si la estructura interna de dicha programación también responde a ese proceso globalizador. En este sentido, los mecanismos necesarios para conseguir una buena programación viene dado por las relaciones que establezcamos entre sus componentes, de ahí que a la hora de programar el docente tendrá que saber explicitar la coincidencia que tienen los objetivos generales de etapa con los objetivos generales de área; los objetivos generales de etapa con los objetivos generales de área y con los objetivos de ciclo; los objetivos generales de etapa con los objetivos generales de área, con los objetivos de ciclo y con los objetivos del curso; los objetivos generales de etapa con los objetivos generales de área, con los objetivos de ciclo, con los objetivos de curso y con los contenidos y con las unidades didácticas; los objetivos generales de etapa con los objetivos generales de área, con los objetivos de ciclo, con los objetivos de curso, con los contenidos, con las unidades didácticas y con los criterios de evaluación de dicho curso. Además de tener en cuenta otros componentes no menos importantes que deben estar relacionados con lo anteriormente expuesto como la metodología de actuación, la evaluación en toda sus dimensiones, la atención a la diversidad, las actividades complementarias, extracurriculares e interdisciplinarias, los temas transversales, los recursos didácticos, la innovación e investigación, la temporalización de las unidades didácticas y su desarrollo.

 

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Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº4.

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I. Introducción

Actualmente nos encontramos que en la legislación vigente existen desequilibrios a la hora de proponer el currículum de las enseñanzas mínimas en el área de educación física. Es normal encontrar en los Reales Decretos y en los Decretos de currículo objetivos que no se relacionan con contenidos, contenidos que no tienen criterios de evaluación, por lo que el proceso de enseñanza aprendizaje se anuncia deficiente. Si analizamos la coherencia de las programaciones que existen en los centros educativos, que de dicha legislación derivan, volvemos a encontrar que en el desarrollo de las mismas existe una inconsistencia relevante, además de ofrecer los elementos del currículo que ofrece la Administración poco relacionados entre sí lo que supone que el alumno aprenda de modo descontextualizado a nivel metodológico. ¿Qué hacer ante dicha situación? ¿Cómo programar para llevar a cabo un proceso de enseñanza aprendizaje lo más equilibrado posible según la legislación vigente? ¿Qué tipo de programación nos aseguraría la consecución de los objetivos propuestos?

II. Componentes que conforman la programación

No existe un acuerdo unánime sobre la importancia de los diversos componentes de la programación. El dar prioridad a uno u a otro depende del modelo curricular adoptado para explicar o interpretar el proceso educativo y de las directrices que marquen las Comunidades Autónomas en el ejercicio de sus competencias en materia educativa. Según Contreras (1998), el tercer nivel de concreción del diseño curricular está constituido por las programaciones de aula cuya esencia es la de ser un proyecto didáctico específico, desarrollado por un profesor para un grupo de alumnos en una situación concreta y para una disciplina. La programación en un diseño curricular abierto es el último eslabón, ya que acerca el currículum a su realidad final, adecuándolo a ella e incluso enriqueciéndolo con dimensiones diferenciales.

Bajo este telón de fondo, la programación didáctica hará referencia al currículo de un área, asignatura o materia. En educación física se debe especificar:

  1. Los objetivos
  2. Los contenidos
  3. La metodología
  4. Los criterios de evaluación
  5. La atención al alumnado con necesidades educativas específicas

Según las disposiciones normativas de algunas Comunidades Autónomas en materia de educación, han expresado que las programaciones didácticas son instrumentos específicos de planificación, desarrollo y evaluación de cada materia del currículo. Serán elaboradas y modificadas, en su caso, por los departamentos de coordinación didáctica, debiendo ser aprobadas por el Claustro e incluir:

  1. Una introducción que recoja las prioridades establecidas en el Proyecto educativo, las características del alumno y las propias de cada materia.
  2. Los objetivos, la secuenciación de los contenidos por cursos y los criterios de evaluación de las materias.
  3. La metodología didáctica, la organización de tiempos, agrupamientos y espacios, los materiales y los recursos didácticos seleccionados y las medidas normalizadas y de apoyo para dar respuesta a la diversidad del alumnado.
  4. Las actividades complementarias, diseñadas para responder a los objetivos y contenidos del currículo, debiéndose reflejar el espacio, el tiempo y los recursos que se utilicen.
  5. Los procedimientos de evaluación del alumnado y los criterios de calificación y de recuperación.
  6. Los indicadores, criterios, procedimientos, temporalización y responsables de la evaluación del proceso de enseñanza y aprendizaje, de acuerdo con lo establecido en el plan de evaluación interna del centro.

Añade la normativa al respecto que los centros harán públicos, para conocimiento de las familias y del propio alumnado, los niveles de competencia que, con relación a los contenidos básicos, se deben alcanzar en cada una de las áreas y de los ciclos, así como los procedimientos de evaluación y los criterios de calificación. Por lo tanto, sería conveniente destacar también en la programación didáctica los contenidos mínimos propuestos. En este sentido, la aplicación y desarrollo de las programaciones didácticas garantizarán, por un lado, la coherencia con el Proyecto educativo y, por otro, la coordinación y el equilibrio de su aplicación entre los distintos grupos de un mismo nivel educativo. Asimismo, garantizarán la continuidad de los aprendizajes del alumnado a lo largo de los distintos cursos y etapas. Según Antúnez, Del Carmen, Imbernón, Parcerisa y Zabala (2005), aunque los distintos modelos presentan diferencias sobre la importancia de un componente u otro y su prioridad a la hora de programar las actividades, todos coinciden en que los componentes que hay que analizar y tener en cuenta en ese proceso dinámico de la programación didáctica son los siguientes:

  1. Los contenidos
  2. Los objetivos didácticos
  3. Las tareas o actividades
  4. Los recursos puestos a disposición de los alumnos y de las actividades
  5. Los criterios y momentos de la evaluación
  6. El establecimiento de la dinámica del grupo-clase

Contreras (1998) señala al respecto de los tópicos y elementos que integran la programación de aula la importancia de agrupar los contenidos de manera lógica, lo que sin duda favorece la motivación, a la vez que se conectan dichos contenidos con actividades prácticas. En definitiva, es la interrelación de todos los elementos que intervienen en el proceso de enseñanza-aprendizaje (objetivos, contenidos, metodología, evaluación, etc.) con una coherencia metodológica interna y por un periodo de tiempo determinado. Del Valle, Velázquez y Díaz (2003) aconsejan que en la programación didáctica todos los elementos estén relacionados para conseguir una consistencia interna en el documento en sí que sirva de soporte en el desarrollo de la misma. De hecho, dichas autoras son conscientes de los desequilibrios que se observan en las programaciones por no hacer un esfuerzo en establecer relaciones entre sus apartados. De ahí que su propuesta sea la siguiente:

  1. Objetivos generales de etapa
  2. Objetivos generales del área, materia, módulo
  3. Relación de los objetivos generales de etapa con los objetivos generales de área, materia, módulo
  4. Relación de los objetivos generales de área, materia, módulo con los objetivos generales para el curso o ciclo que se programe y los contenidos
  5. Distinción de contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales
  6. Temporalización de los contenidos
  7. Progresión de los contenidos de un curso a otro
  8. Metodología de trabajo
  9. Orientaciones para la evaluación. Criterios y procedimientos de evaluación y criterios de calificación
  10. Atención a la diversidad
  11. Actividades complementarias y extracurriculares
  12. Recursos didácticos
  13. Transversalidad

A su vez, Del Valle (2004) señala que los apartados que deberían exponerse en la programación didáctica en Secundaria Obligatoria, que perfectamente pueden transferirse en la educación Infantil y Primaria, así como en Bachillerato o modulo, siempre y cuando la terminología lo permita, son los siguientes:

    1. Introducción: donde constará el estado actual legislativo; la finalidad de la enseñanza de la asignatura, materia, área, módulo teniendo en cuenta el currículo vigente; contextualización de la programación al centro de trabajo y al curso o grupo; fundamentación del nivel educativo al que se dirige la programación desde el punto de vista psicológico, pedagógico y sociológico; cómo beneficia a los alumnos el aprendizaje de la asignatura, materia, área, módulo: destrezas que se adquieren; justificación de los apartados que se van a desarrollar en la programación
    2. Objetivos: entendidos como las capacidades que el alumno debe alcanzar al final de curso, definidos en el Real Decreto de enseñanzas mínimas y en los Decretos que dictan las Comunidades Autónomas; adaptados al centro y a las características de los alumnos. Deben definirse de forma abierta y flexible para que puedan servir de orientación y guía en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Formulados siempre en infinitivo. Se aconseja por tanto, en la programación didáctica exponer: objetivos generales de etapa; objetivos generales del área, materia, módulo; relación de los objetivos generales de etapa con los objetivos generales de área, materia, módulo; relación de los objetivos generales de área, materia, módulo con los objetivos generales para el curso o módulo que se programe.
    3. Contenidos y su temporalización: son los instrumentos para conseguir el desarrollo de los objetivos, se aconseja que se distingan los contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales, siempre formulados en presente. En la programación didáctica sería conveniente hallar: la relación de los objetivos generales de área por curso, con los contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales, distinguiendo los contenidos mínimos para obtener la calificación de aprobado. Temporalización de los contenidos por unidades didácticas teniendo en cuenta todo el calendario escolar. Así con el resto de los contenidos por curso. A su vez, la progresión de los contenidos de un curso a otro para observar la progresión en el aprendizaje.
    4. Metodología: es la ciencia del método. La investigación o el trabajo de la aplicación de los métodos de enseñanza. Es la forma de actuar en torno a la enseñanza, donde se necesita una intervención didáctica. En la metodología se abordan los siguientes puntos: los principios metodológicos que establecen las leyes vigentes sobre la educación; los principios metodológicos de cada materia, área o asignatura; la organización del tiempo y del espacio; los agrupamientos; las actividades; los materiales a utilizar y el papel del profesor.
    5. Evaluación: tiene un carácter formativo, orientador, regulador y autocorrector. Debe ser útil y realista. Debe estar planificada. La evaluación se extiende al proceso de aprendizaje de los alumnos, los procesos educativos y la actividad del profesor. En la evaluación es necesario destacar: los criterios de evaluación. Es decir, cada contenido didáctico debe ser evaluable con un criterio. Los criterios de evaluación están establecidos por Ley. Siempre expresados en infinitivo. Una vez identificados los criterios de evaluación en cada uno de los cursos o módulo se procede a describir los procedimientos de evaluación. Expresados en presente. A cada contenido le corresponde un criterio de evaluación y un procedimiento de evaluación. Y por último, se describen los criterios de calificación. Además de explicar cuáles van a ser las actividades de recuperación y los criterios de promoción.
    6. Medidas de atención a la diversidad o como lo denomina la LOE en su título II “Equidad en la educación” donde distingue: alumnado con necesidad específica de apoyo educativo; alumnado con altas capacidades intelectuales y alumnos con integración tardía en el sistema educativo español. En la programación se deben explicitar las competencias o conocimientos que los alumnos con estas características, de existir en nuestro centro, deben adquirir durante el desarrollo de la misma. A su vez, contamos en el centro con el Plan de Atención a la Diversidad que está incluido dentro del Plan de Orientación del centro (lo lleva a cabo el orientador en relación con el equipo directivo y los miembros que conforman la comisión de coordinación pedagógica -CCP-), y forma parte de la Programación General Anual (PGA) competencia del equipo directivo en el desarrollo de su labor, en cada curso académico. Por tanto, en la programación que llevemos a cabo ha de especificarse las medidas generales que vamos a tomar con los alumnos de las características citadas con antelación; las medidas ordinarias de apoyo y de refuerzo; las medidas extraordinarias en caso necesario. Para ello contamos con el asesoramiento del orientador del centro.
    7. Actividades complementarias, extracurriculares e interdisciplinares: son actividades que complementan el desarrollo de la labor docente, no limitando el aprendizaje sólo al tiempo de clase. Sirven para generar un aprendizaje significativo. Favorecen las relaciones sociales y la afectividad además de la adquisición de los contenidos. En este apartado de la programación debería constar brevemente las actividades complementarias, extracurriculares e interdisciplinares que se van a llevar a cabo destacando el nombre; el o los objetivos que justifiquen la consecución de los contenidos que se consideren oportunos; en qué consiste la actividad o contenidos a desarrollar; la duración de la actividad; la fecha en la que se llevará a cabo; el o lo cursos implicados.
    8. Temas transversales: se expresarán aquellos valores personales y sociales que dictamine la Ley destacando el tema a tratar y los objetivos que se persiguen así como la incidencia que tienen con los contenidos que se abordan en la materia, área, módulo.
    9. Recursos didácticos: son los medios o la ayuda que facilita el proceso de enseñanza-aprendizaje. Según Gimeno (1981) los recursos didácticos tienen una función pedagógica; una conexión y acercamiento a los nuevos aprendizajes; propician la participación de los alumnos; condicionan o intensifican el uso de la metodología. Las funciones que tienen los recursos didácticos son: innovadora; motivadora; facilitadora; configuradora del tipo de relación; operativa y formativa; participativa; flexibilizadora; indagadora. Los criterios para su selección: a) según las características sociales, culturales, lingüísticas y económicas del contexto educativo; b) el nivel de desarrollo y aprendizaje de los alumnos; c) el contenido e información a impartir; d) el conjunto de decisiones tomadas en la programación. Tipos de recursos: materiales (materiales impresos, audiovisuales, manipulables según las áreas, informáticos…) no materiales (excursiones y visitas…). De cara a explicitarlos en la programación se podrían hacer los siguientes apartados: recursos didácticos para los alumnos; recursos didácticos para el profesor; recursos didácticos para el departamento.
    10. Innovación e investigación educativa: se trata de expresar la utilización de posibles nuevas formas de trabajo en el área, materia, módulo bien a nivel particular o en relación con otros profesores del centro. Lo más importante del hecho es tener la posibilidad de implicarnos en la práctica e implicar a los alumnos para no caer en la rutina.
    11. Desarrollo de las unidades didácticas: por la importancia que adquiere este apartado, le dedicamos el capítulo que sigue a continuación.
  • Bibliografía.

Podríamos seguir citando autores que establezcan los apartados que debería recoger una programación docente, sin embargo, no hay que olvidar que en la programación se recomienda, en términos generales, que los contenidos se establezcan de menor a mayor dificultad de forma que el alumno progrese partiendo de lo más conocido y sencillo a lo complejo. Igualmente, las diferentes partes de la programación deben encontrarse bien relacionadas y con una secuencia lógica.

III. Una buena programación obliga al docente a pensar

Una buena programación requiere tener en cuenta los conocimientos previos de los alumnos que puede provenir del análisis de los contenidos cursados con anterioridad, así como cualquier información de los alumnos en cuestión con el fin de que la programación se ajuste a las características del grupo. Sin pasar por alto que el éxito del proceso de enseñanza requiere no sólo de una adecuada programación, sino de forma fundamental, de la capacidad de motivar al estudiante. Tal como demuestran numerosas investigaciones, la motivación es la variable fundamental en el proceso de aprendizaje, siendo el elemento motivacional esencial para el logro de los objetivos educativos, tanto más cuanto que el estudio es concebido por el alumno como una tarea a largo plazo, más que una actividad con una finalidad inmediata. Por tanto, es necesaria la existencia de una programación, pero debe ser un plan de enseñanza flexible para adaptarse a las posibles contingencias que se puedan presentar. El aprendizaje debe planificarse para que cada alumno se aproxime al máximo al empleo óptimo de sus capacidades. El realizar una programación tiene la virtud de obligar al docente a pensar, a plantear cuestiones que de otro modo podrían pasar inadvertidas, y a meditar sobre las varias alternativas existentes para la consecución de unas determinadas metas.

IV. ¿Qué se entiende por enfoque globalizador?

El realizar una programación bajo un enfoque globalizador y plasmarlo por escrito tiene la virtud de servir de instrumento de comunicación y de reflexión conjunta entre los protagonistas del proceso de enseñanza-aprendizaje. El término globalización, por tanto, hace referencia a la forma contextualizada en que se presenta y es percibida la realidad y a las estrategias que se utilizan en la intervención educativa para orientar al alumno en el proceso de aprendizaje. Teniendo en cuenta la perspectiva constructivista, el enfoque globalizador supone que el aprendizaje es el resultado del establecimiento de relaciones entre lo nuevo y lo aprendido o vivido. La perspectiva globalizadora nos propone estudiar cuáles son las necesidades de los alumnos y en qué circunstancias sociales se desenvuelven para poder elaborar una programación que se ajuste a la realidad educativa. Todos estamos de acuerdo que todos los docentes antes de ponerse a diseñar una programación tienen en cuenta la perspectiva globalizadora pero la pregunta que se nos ocurre plantear es si la estructura interna de dicha programación también responde a ese proceso globalizador. Si existen los mecanismos suficientes y necesarios en la programación para que no existan desequilibrios a nivel metodológico y el proceso de enseñanza aprendizaje se lleve a término con éxito. V. ¿Cómo se logra una programación con una coherencia interna bajo un enfoque globalizador? Estableciendo relaciones entre todos sus componentes. Si tomamos como referencia la legislación educativa vigente (L.O.E) y el R.D. 1513/2006, de 7 de diciembre, aplicado por ejemplo al curso de 5º de Educación Primaria, tendríamos que establecer relaciones del tipo que se presentan a continuación:

  1. Objetivos generales de etapa con los objetivos generales de área.
  2. Objetivos generales de etapa con los objetivos generales de área y con los objetivos para el tercer ciclo de Educación Primaria.
  3. Objetivos generales de etapa con los objetivos generales de área, con los objetivos para el tercer ciclo de Educación Primaria y con los objetivos para 5º de Primaria.
  4. Objetivos generales de etapa con los objetivos generales de área, con los objetivos para el tercer ciclo de Educación Primaria, con los objetivos para 5º de Primaria y con los contenidos y con las unidades didácticas.
  5. Objetivos generales de etapa con los objetivos generales de área, con los objetivos para el tercer ciclo de Educación Primaria, con los objetivos para 5º de Primaria, con los contenidos, con las unidades didácticas y con los criterios de evaluación.

Además de tener en cuenta otros componentes no menos importantes que deben estar relacionados con lo anteriormente expuesto como la metodología de actuación, la evaluación en toda sus dimensiones, la atención a la diversidad, las actividades complementarias, extracurriculares e interdisciplinarias, los temas transversales, los recursos didácticos, la innovación e investigación, la temporalización de las unidades didácticas y su desarrollo.

VI. Conclusión

Es urgente y necesario que pensemos en la importancia que tiene diseñar una buena programación teniendo en cuenta la relación existente entre sus componentes desde una perspectiva globalizadora. Propuestas de programación donde no se hallen relaciones explícitamente mencionadas dejan mucho que desear en el proceso de enseñanza aprendizaje.

Una buena estructura interna de la programación asegura un buen comienzo y reporta procesos y finales exitosos.

 

Bibliografía

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