Protocolos de evaluación en educación primaria. Una propuesta que incluye enseñar a pensar
Resumen
Se presenta un trabajo con el que se pretende ofrecer una herramienta adecuada para el área de educación física en Educación Primaria, cuya finalidad es que los alumnos construyan significados ofreciendo estrategias de trabajo en el desarrollo de los contenidos, para que generen procesos de pensamiento que les ayude a dar respuesta a la sociedad del conocimiento en la que vivimos. Lo más novedoso es la utilización de unos protocolos de evaluación que se atienen a los criterios de evaluación de cada una de las unidades didácticas que se han desarrollado sobre lo cual ofrecemos unos ejemplos. El objetivo por tanto es favorecer desde el aula la implicación del alumno y el continuo desarrollo de una inquietud por la búsqueda activa, por la investigación, por la organización, por la autonomía y por el trabajo en equipo, teniendo en cuenta que en el aprendizaje existen diferencias de grado.
I. Introducción
Nos encontramos en uno de los momentos más interesantes en cuanto a la educación se refiere, hemos entrado en una nueva época, la época de la información y del conocimiento. Sin duda alguna, es justo en este momento donde se plantea la circunstancia oportuna para dar un vuelco a la educación. De manera que es muy curioso que los profesores nos estamos dando cuenta que se abre ante nosotros la puerta de la sociedad del aprendizaje. No se adelanta nada porque nos conectemos a un sistema poderosísimo de comunicación como es “internet” si no somos capaces de desarrollar las habilidades de enseñanza en un sistema de aprendizaje continuo, donde los profesores tenemos que dirigir, acompañar y fomentar capacidades. El papel reservado al profesor en nuestros días es el de organizador de la interacción de cada alumno con el conocimiento enfocándolo desde la disciplina que corresponda, en nuestro caso, la educación física. De ahí la necesidad de “enseñar a pensar” a los alumnos a través del movimiento para que puedan dar respuesta a la realidad tan cambiante en la que se hallan inmersos. El hecho de que puedan derribar muros limitadores de acciones abre el abanico de las experiencias ofreciendo oportunidades de cuestionarse, de perder seguridad y de buscar respuestas nuevas por uno mismo. Habrá que mejorar, por tanto, las formas de acercamiento y adquisición del conocimiento práctico; pasar del movimiento en abstracto a ofrecer el camino para llegar a él; del manejo de conceptos y símbolos a proporcionar la capacidad para alcanzarlos. Por mucho que evolucionen los sistemas de tratamiento de la información no se puede renunciar a que los alumnos desarrollen en educación física un pensamiento formal, abstracto, capaz de elaborar representaciones mentales que les ayude a resolver cualquier problema de adaptación al medio. Todo ello, claro está, constatado mediante la evaluación del aprendizaje. Para cuyo fin se presentan unos protocolos de evaluación que recogen dicho proceso como se muestra en los ejemplos que se presentan.
II. ¿Qué significa enseñar a pensar?
A nivel funcional, se defiende la necesidad de partir de la actividad del alumno, atendiendo al proceso constructivo basado en la naturaleza operatoria de la inteligencia humana (operaciones mentales de clasificación, conservación y reversibilidad) y la teoría del conocimiento como reconstrucción de la realidad. El conocimiento no consiste en la percepción reproductora de habilidades y destrezas, sino en la acción transformadora del sujeto sobre las mismas, en base a la coordinación de las acciones y su interiorización por la abstracción reflexiva. La aplicación pedagógica del constructivismo en educación física puede desplegarse en muchos tipos de intervención, siempre y cuando se asegure que el alumno opera sobre el problema motor planteado, aplicando sus esquemas de asimilación y progresivamente diferenciando éstos en función de la interacción cognoscitiva con los elementos que conforman la propuesta. Por tanto, el docente bajo dicho enfoque deberá aplicar unos Principios y unos procedimientos para enseñar a pensar, no olvidándose de constatar el aprendizaje de los alumnos.
III. Principios para enseñar a pensar
- Provocar que los alumnos busquen razones para resolver el problema propuesto.
- Enseñar procedimientos donde el alumno infiera la existencia de una correlación entre dos o más variables, prediga resultados, anticipe acontecimientos, reflexione sobre las decisiones tomadas.
- Pensar en voz alta el proceso de razonamiento que se pretende que el alumno desarrolle.
- Practicar y ofrecer la información adecuada para corregir los errores.
- Generar procesos reflexivos gracias a la utilización de diferentes objetos, situaciones, hechos, personas y otras áreas de contenido.
IV. Procedimientos para enseñar a pensar
- Identificación del razonamiento que conlleva la tarea motriz en cuestión.
- Comprensión de los criterios por los que se debe juzgar la veracidad de las propuestas, la validez del argumento y las condiciones que hacen de la verdad de las conclusiones una necesidad lógica.
- Diferenciación de un razonamiento deductivo de uno inductivo cuando se lleva a cabo tareas motrices.
- Familiarización del alumno con la cuantificación de las propuestas.
- Explicitación verbal de los elementos implícitos en los problemas motrices planteados más habituales.
- Comprensión de los requisitos necesarios para la verificación y falsación de las decisiones a tomar o tomadas.
- Utilización de argumentos condicionales en la propuesta de actividades.
- Generalización de los conceptos aprendidos en la resolución de problemas motrices a otras situaciones de características similares.
- Aprovechamiento de los errores más frecuentes en la argumentación deductiva para provocar la toma de conciencia.
- Proposición de argumentos falsos para generar una actitud crítica ante cualquier problema.
V. Protocolos de evaluación
Tras el desarrollo de las unidades didácticas donde en cada una de las actividades propuestas el docente utiliza un procedimiento para enseñar a pensar bajo un enfoque constructivista, se presentan algunos ejemplos para primero de Primaria de lo que puede constituir la evaluación en dicho curso, asegurando así la construcción de significados. Estos protocolos se pueden utilizar en cualquier momento dentro de la sesión de educación física sin restar tiempo a la práctica. El profesor al término de cada contenido que crea oportuno puede repartir el protocolo de evaluación a cada alumno con un lápiz para que lo cumplimente y volver de nuevo a la práctica; si lo prefiere al finalizar la sesión o al inicio de la sesión siguiente; si lo cree conveniente en casa. Ejemplo de un protocolo de evaluación:
Antes de dar paso a exponerlo vamos a relacionarlo con su unidad didáctica:
“La piscina”: Todos los alumnos se encuentran sentados en el centro del gimnasio antes de comenzar la tarea. El profesor escribe en la pizarra las siguientes palabras: aceite, animal, agua dulce, vuela, lugar para nadar. Como vemos, algunas de estas características no son propias de las piscinas, se trata de averiguar cuál de ellas no describen una piscina para pasar a realizar la actividad. Para ello, el profesor pregunta: ¿Es esto (señala aceite) algo que una piscina tiene?, ¿por qué?; ¿es esto algo que una piscina es? (señala la siguiente palabra), ¿por qué? y así sucesivamente con las demás palabras hasta llegar a entender qué es una piscina, ¿qué tiene?, ¿qué se hace en la piscina?. Bien, pues podéis coger todo el material que queráis para hacer una piscina en el gimnasio con todos las cosas que decís que tiene. Una vez creada el área de juego, el profesor pide a los alumnos que le enseñen las partes de la piscina, no sea que se caiga al agua (así se asegura de que todos conocen los espacios necesarios para desarrollar la actividad). El juego consiste en realizar la propuesta que dice el profesor lo más rápidamente posible. Comenzamos todos nadando “dentro” de la piscina. El profesor propone: hay que sentarse “entre” la piscina y el césped. De nuevo, todos nadando “dentro” de la piscina. El profesor propone: hay que tumbarse lo “más lejos posible de” la piscina y así sucesivamente con cada una de las nociones. Variantes:
- Combinar dos nociones asociadas al espacio.
- Introducir un balón dentro de la piscina para que jueguen cuando les toca nadar, antes de solucionar el problema que se les plantea.
Ejemplo de actividades del protocolo para evaluar la unidad didáctica nº 4:
VI. Conclusión
Es conveniente que nos planteemos la importancia que adquiere la construcción de significados por parte de los alumnos. El profesor no se puede conformar con llevar a cabo la sesión de educación física y pensar que los alumnos son elementos activos en el proceso de enseñanza aprendizaje. Si no enseñamos a pensar a los alumnos aplicando los distintos Principios ni utilizamos diferentes procedimientos para enseñar a pensar, a la vez que constatamos el aprendizaje con protocolos de evaluación, es muy difícil que el alumno construya significados.
Los alumnos mediante un proceso de aprendizaje van a construir significados, lo que diferencia a unos de otros es cuestión de grado en cuanto a calidad y cantidad, de ahí la responsabilidad que tiene el profesor de enseñar a pensar.
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