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11 Jun 2012

Relación entre estado nutricional e indicadores de estabilidad psicológica. Un enfoque desde la salud con poblacion preescolar chilena.

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La relación existente entre la obesidad y la depresión ha sido ampliamente estudiada por diversos autores, dándose a conocer la vinculación generada a partir de la prevalencia de un trastorno sobre otro, tanto en adultos, adolescentes y niños sobre los 6 años.

Autor(es): Felipe Cañoles C.; Nelson Araneda G.; Eimmy Gálvez C.; Cinthia Medina G.; Manuel Fernández
Entidades(es): Universidad de la Frontera
Congreso: VII Congreso Nacional de Ciencias del deporte y educación Física
Pontevedra – 5, 6 y 7 de Mayo de 2011
ISBN: 978-84-614-9945-8
Palabras claves: Depresión, Estabilidad psicológica, Preescolar, Estado Nutricional,

Relación entre estado nutricional e indicadores de estabilidad psicológica. Un enfoque desde la salud con poblacion preescolar chilena.

Resumen

La relación existente entre la obesidad y la depresión ha sido ampliamente estudiada por diversos autores, dándose a conocer la vinculación generada a partir de la prevalencia de un trastorno sobre otro, tanto en adultos, adolescentes y niños sobre los 6 años. A partir de las referencias encontradas no existen estudios que vinculen la prevalencia de obesidad y sintomatología depresiva en niños menores de 6 años (preescolares), frente a ello y en consideración con lo expuesto, el presente estudio pretende por una parte describir y por otra relacionar los valores del estado nutricional y algunos indicadores de estabilidad emocional en alumnos preescolares de la ciudad de La Unión, Chile, para lo cual primeramente se utilizó el alfa de cronbach como indicador de la consistencia interna tanto de los indicadores de estabilidad emocional que nos entregó la escala GRASP, como para la escala de sintomatología depresiva para preescolares (EDSM 3-6).
Posteriormente determinó el percentil 95 establecer la presencia o  ausencia de los de los comportamientos descritos en los indicadores de estabilidad emocional, como también en la escala de sintomatología depresiva, estableciéndose una asociación estadística mediante el coeficiente de correlación de rangos de Spearman.
Además se realizó un contraste no paramétrico para muestras independientes U de Mann Whitney,  mediante el cual se comparó el estado nutricional de los grupos,  respecto a la presencia y ausencia de los indicadores de estabilidad psicológica y sintomatología depresiva.
Finalmente se realizaron las conclusiones y discusiones según la bibliografía encontrada.

Introducción

La concepción de salud que hoy prevalece, se sustenta en una visión que vas más allá del bienestar físico, contemplando otros aspectos esenciales de la persona, definiéndose como un “estado de completo  bienestar físico, mental  y social, y no meramente la  ausencia de enfermedad”  (OMS, 1974, 1978).  Esta percepcion integral  del ser humano, que considera una interrelación indisoluble tanto de los aspectos fisicos, psiquicos y sociales, ha contribuido al origen y procecusion de innumerables estudios que relacionan la salud física  y psicológica; la repercusión del comportamiento humano y el entorno sociocultural sobre la salud física y las diferentes divergencias que se producen en torno a estas dos áreas  (Godoy & Fernandez, 2003)

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que el actual aumento de la obesidad en la población mundial hará que esta enfermedad se convierta en una epidemia global durante el siglo XXI. Debido a los múltiples trastornos y enfermedades que se asocian a la obesidad, su desarrollo epidémico puede poner en crisis los sistemas de salud pública en todo el mundo si no se toman medidas urgentes y eficaces para frenar su desarrollo  (Veiga, Martinez, & Gomez, 2008). Se calculó que en 2010 habían 42 millones de niños con sobrepeso en todo el mundo, de los cuales, cerca de 35 millones viven en países en desarrollo; Se estima además que hay unos 43 millones de menores de cinco años obesos o con sobrepeso  (OMS, 2011).

Es importante destacar que, de acuerdo a los resultados de estudios de seguimiento, los niños que son obesos a la edad de 6 años tienen un 25% de probabilidad de ser obesos cuando adultos y en los que son obesos a los 12 años, esta probabilidad aumenta al 75%.  (Hodgson, 2003)

En Sudamérica, se observa una tendencia similar a lo que ocurre a nivel mundial,  aun cuando las prevalencias varían de un país a otro, siendo Chile el que tiene la mayor prevalencia de obesidad y sobrepeso (OMS 2011).

Investigaciones de Amigo (2003) daban claras proyecciones  del sostenido incremento  del exceso de peso en la población chilena en distintos grupos de edad, definida como una verdadera epidemia con posibilidades  de involucrar a las generaciones más pequeñas, enfrentando en los siguientes años una endemia de exceso de peso en la niñez.

 

En Chile, la obesidad y el exceso de peso presenta una prevalencia alta y creciente desde los primeros años de vida, según la encuesta nacional de salud 2010, la población en Chile sobre 15 años, tiene una prevalencia de obesidad de 25.1%, respecto a datos generales de la población los hombres alcanzan una prevalencia de obesidad de un 19,2%, mientras que las mujeres les superan con un 30.7%. Respecto a los índices de obesidad de la población  menor de 6 años, la encuesta nacional de salud indica que la obesidad en el 2010 afecta al 9.9% de los menores de 6 años, 5% más respecto al 2009. El 22.4% de los niños presentan sobrepeso, lo que indica que uno de cada 3 niños tiene un peso sobre el rango normal; estudios longitudinales de prevalencia de obesidad en preescolares chilenos de la Región metropolitana, mostraron que, los niños mayores de 3 años presentan un mayor peso

 

del adecuado a su edad, siendo especialmente notorio este aumento en las niñas; este fenómeno sugiere que la edad del rebote adiposo ha ocurrido tempranamente, lo cual podría contribuir a un factor de riesgo de obesidad en los niños chilenos  (Kain, Lera, Rojas, & R., 2007).

La población comprendida entre los 4 y 6 años de edad, presenta una prevalencia de sobrepeso de 21.7% y un 12.6%  de obesidad, según la encuesta nacional del ministerio de salud 2010 (MINSAL); otros datos entregados por el sistema de información  de estado nutricional de la junta nacional de jardines infantiles JUNJI, indican que la prevalencia de obesidad en preescolares es de un 8,4% a nivel nacional en el 2009.

            Es importante señalar que el universo de ambos servicios es aparentemente común, sin embargo JUNJI tiene solo una fracción 10-20 % del total de niños en edad preescolar del país, además prioriza su atención en niños de condiciones sociales más bajas y por consiguiente la población de JUNJI podría tener una mayor proporción de niños con obesidad. frente a tal condición,  los estudios indican que  los factores socioeconómicos bajos en la prevalencia de obesidad en niños chilenos, se deben a un elevado consumo de alimentos de alta densidad energética en desmedro del consumo de alimentos saludables, encontrando además escasa implicancia en actividades físicas fuera del horario lectivo escolar, evidenciando  falta de motivación, baja autoestima y autoeficacia tanto en los niños como en las madres en el tratamiento de la obesidad  (Olivares, N., Moreno, L., & Cortez, 2006).

            La prevalencia de obesidad aumenta pasado los 6 años a nivel nacional alcanzando un 20.8% ,  según  datos estadísticos entregados por la junta nacional de auxilio escolar y becas (JUNAEB), esta cifra se incrementa en un 5.6 % desde la etapa preescolar a  la escolar; esta situación se debe principalmente a que en la educación preescolar existe un mayor control de la alimentación a cargo del sistema escolar, sobre los  alumnos y sobre los padres y apoderados, como por ejemplo la minuta semanal de las colaciones que la educadora entrega a las familias  y también la ausencia de confiterías o el acceso a ellas, Por el contrario el acceso de los estudiantes de educación básica, a estos centros de alimentación es ilimitado y precisamente este  es un factor que puede afectar considerablemente en el incremento de las cifras de obesidad en escolares, estudios revelan que el 99% de los escolares consume alguna clase de bocadillos y golosinas  durante su estadía en el colegio, los cuales poseen un alto porcentaje de grasa y aporte calórico (Zamorano, Guzmán, Ibáñez 2010).

La Región de los Ríos, , zona donde se extraen los datos de nuestro estudio presenta una prevalencia de obesidad  de un 13.7%, según datos entregados por  la JUNJI  en el 2009,  siendo superior a los datos obtenidos el año 2008 de  un 11.7%, cabe señalar que esta región fue conformada el 2007, estando  la población de este sector contemplada  anteriormente en los datos entregados en la población perteneciente a la Región de los Lagos, encontrándose en esta región  puntuaciones sobre la media nacional desde el año 2001 al 2007, mientras que en los años siguientes donde no se contempla la población de la nueva región de los Ríos los porcentajes entregados en la Región de los Lagos, se acercan significativamente a la media nacional, por lo tanto podemos establecer que la población preescolar de los Ríos tiene altos porcentajes de obesidad preescolar respecto a la Región de los Lagos y  de la media nacional.

Otro dato importante a destacar es que la región de los Ríos (13,7%) presenta el segundo índice más alto de prevalencia de obesidad en preescolares entregados por la JUNJI en el 2009, siendo superada por la región de Magallanes con un 14.6%.

 

Indicadores de estabilidad psicológica

A pesar a la gran cantidad de estudios relacionados con los fenómenos depresivos en la infancia, estos se enfocan mayoritariamente a niños mayores de seis años, las aclaraciones que hace el DSM-IV para la interpretación de niños y adolescentes, hace referencia también a la edad escolar  (Domènech-Llaberia, 1995).

De la llamada segunda infancia (edad preescolar) no encontramos información al respecto, lo que podría deberse  principalmente a que hasta hace poco tiempo la mayoría de los clínicos e investigadores postulaban que la depresión sólo era posible a partir de los 7 u 8 años,  pero los últimos estudios señalan que se está detectando depresión en edades aún más tempranas  (Domènech-Llaberia, 1995)

Desde un  modelo con orientación conceptual, se postula que la depresión puede presentarse en cualquier momento de la infancia, pero con características diferentes a la de los adultos  (Villamisar & Polaino-Lorente, 1988).  Si se parte desde un concepto evolutivo, los estudios realizados bajo este prisma, apuntan  al hecho de que los síntomas depresivos más básicos son parecidos en las distinas etapas evolutivas pero que su expresion sintomatológica varía con la edad.

            Nissen (1971) caracteriza la sintomatología depresiva que se observa en la edad preescolar, entre los cuales encontramos: rechazo al juego, agitación psicomotriz, retraimiento social, crisis de llanto, trastornos del sueño, hiperactividad y trastornos alimenticios. Shafii y Lee (1995), por su parte, señalan que los niños con sintomas depresivos se observan, en comparación a la media entre sus pares, más apáticos, irritables, con claros signos de retraimiento social, presentan frecuentes quejas somaticas y suelen negarse a asistir al colegio    Kashani, Joel, y Carlson (1984) admiten que los sintomas depresivos más evidentes en los niños son: expresión facial triste, pérdida de la ilusión, anhedonia, irritabilidad, trastornos del sueño,  pérdida de interes en sus actividades habituales, cansancio inusual, la hipoactividad, baja autoestima, introversion e ideas suicidas.

Los indicadores de establidad psicologica que utilizaremos en este estudio, serán los descritos en la escala  GRASP para la evaluación de la depresion  en preescolares, mediante la informacion que nos proporcionen las maestras (kashani, Holcomb, & Orvaschel, 1996). Esta escla sera analizada parcialmente según los apartados que se describen:

  • Huida y  contacto social:

La huida del contacto social como indicador de estabilidad psicológica  se manifiesta por la poca actividad social de los individuos. Estos tienden a evitar actividades de grupo, optando por actividades individuales que no necesiten contacto con sus pares, reduciendo las posibilidades de interacción  y por tanto el desarrollo de amistades. Cabrera (1996) señala que según el DSM-IV este indicador responde al síntoma de pérdida del interés, que puede manifestarse por la auto-marginación del individuo.

  • Anhedonia y disforia:

La anhedonia como indicador de estabilidad psicológica se manifiesta por la incapacidad de sentir placer en situaciones que normalmente tienden a ser positivas.

 

Este síntoma se ve asociado a alteraciones en el sistema dopaminérgico, bloqueando cualquier  tipo de sensación de placer en el individuo. La ausencia de placer de estos individuos contribuye a estados de ánimo, como la tristeza, desilusión y sentimiento de culpabilidad, que  a su vez se asocian a estados depresivos (Luby 2009; Luby, Mrakotsky, Heffelfinger 2004; Cabrera 1996).

La disforia como indicador de estabilidad psicológica se manifiesta en respuesta a experiencias negativas vividas por los individuos. La pérdida de algún ser cercano puede contribuir a la aparición de este síntoma, como es el caso de niños y niñas de padres divorciados, en el cual el niño o la niña, interrumpe el contacto constante con sus padres (Battle, 2001).

  • Irritabilidad:

La irritabilidad como indicador de estabilidad psicológica tiende a ser asociada a múltiples actitudes o comportamientos, como la ansiedad, agitación y la impulsividad. Estos comportamientos aumentan las posibilidades de conflictos de estos individuos con sus pares y con figuras de autoridad. Estos individuos pueden experimentar situaciones de conflictos, como peleas, discusiones, falta de respeto u otros, que contribuyen en el estado de ánimo del mismo, y aumenta las posibilidades de estados depresivos (Cabrera 1996)

Una de las dificultades que presenta  este tipo de estudios  es la incapacidad por parte de los niños en edad preescolar (3 a 5 años) de poder expresar libremente sus sentimientos ya que  se encuentran en una etapa del desarrollo en que su pensamiento es principalmente intuitivo (etapa pre-operacional, según Piaget), siendo la depresión un síndrome que se manifiesta en  estados subjetivos como el sentimiento de fracaso y baja autoestima, los cuales  difícilmente podrán ser expresados verbalmente por el niño (Domènech-Llaberia, 1995).  Es por esto que para poder realizar un buen diagnóstico diferencial, será necesario contar con la información que los adultos que se encuentren cercanos a los niños puedan entregar. Para el caso particular de esta investigación serán las educadoras de párvulo del establecimiento educacional donde asisten los niños y niñas.

Depresión y obesidad

             La relación entre obesidad y depresión ha sido ampliamente estudiada desde diversas perspectivas. Diferentes estudios así lo confirman, lo que no está claro aún es la dirección de

la causalidad de esta relación, pues “el niño obeso sufre cotidianamente un importante desgaste psicológico”. (Ortigosa Quiles et al., 2003)

 

Sjöberg, Nilsson, y Leppert (2005),  comprobaron la existencia  de una asociación estadística significativa entre obesidad y depresión en  adolescentes de entre 15 y 17 años,  analizando el estado psicosocial  y la experiencia subjetiva de vergüenza. Gaysina, Hotopf, Richards, Colman, Kuh, y Hardyal (2011),  afirman que la adolescencia puede ser un período importante para el desarrollo de la asociación entre los síntomas afectivos positivos de prevalencia a la depresión y aumento de peso, principalmente en las niñas sobre 15 años. Rofey y otros (2003), encontraron que los síntomas depresivos y la ansiedad en niños  de 8 a

18 años, están asociados con un aumento de los percentiles del IMC en una muestra no-obesos; además, los resultados obtenidos indican que existen diferencias de género en estas relaciones. La ansiedad se asocia con un IMC elevado en los niños y las niñas de 6 a 17 años, aunque la depresión se relaciona con un IMC elevado sólo para las niñas (Pine, Goldstein, & Weissman, 2000).

       Respecto a la asociación de las variables de obesidad y depresión en niños menores de 6 años, no encontramos estudios al respecto. Sin embargo, en estudios desarrollados por Luby (2003) en relación con la sintomatología depresiva en preescolares, se encontró que un síntoma clave para identificar la depresión en niños en dicho estadio, es la anhedonia, entendida como la incapacidad de experimentar placer por las actividades habituales y en particular en las de tipo lúdicas, encontrándose que entre el 3% y 9% de los niños menores de seis años sufría de desánimo, astenia o cansancio inmotivado, irritabilidad, indecisión, sentimientos negativos, sensación de incapacidad y de fracaso, de soledad y abandono.

Luby (2009) ha validado la existencia del Trastorno Depresivo Mayor en niños de tan sólo 3 años, señalando que los niños y niñas que han sufrido este trastorno a una edad temprana están cuatro veces más propensos que sus pares a desarrollar un cuadro depresivo dos años después.

Un estudio reciente en Chile, respecto a la prevalencia de depresión preescolar,  es el de Godoy (2009), el cual  tuvo por objeto describir los patrones emocionales en preescolares, y determinar la prevalencia del trastorno depresivo mayor en los niños chilenos en dicha etapa. Los resultados obtenidos se aproximan a los estudiados por Luby (2003) en E.E.U.U, arrojando una prevalencia entre el 3% y el 10% trastornos depresivos en la etapa estudiada.

Por tanto, en virtud de lo revisado anteriormente, esta comunicación tiene tres objetivos:

  • Describir los valores de obesidad, huida y contacto social, anhedonia y disforia, irritabilidad y síntomas depresivos.
  • Determinar la relación o asociación existente entre el estado nutricional y los  indicadores de estabilidad psicológica.
  • Constatar por una parte,  la existencia de asociaciones estadísticas significativas entre estado nutricional y los indicadores de estabilidad psicológica, y por otra la asociación de los indicadores de estabilidad psicológica entre sí; todo ello dentro de un contexto preescolar de población Chilena.

Completa la información

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº15.

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Método

Participantes
Los participantes de este estudio corresponden a la población de niños menores de 6 años, pertenecientes a establecimientos educacionales municipales, particulares subvencionados y privados de la ciudad de La Unión, Chile, el universo total de la población son 440 sujetos.

 

 

 

Muestra
La muestra fue elegida en forma incidental por facilidad de acceso, según propia disposición de los directores/as y educadoras de preescolar de los establecimientos consultados, los cuales en su mayoría accedieron a participar en nuestro  estudio. Los colegios municipales fueron cinco, Colegio de Cultura, Escuela Radimadi, Escuela Jorge Alessandri Rodríguez, escuela Nº 2 y Escuela El Maitén, un colegio particular subvencionado, Colegio Nacional y  un colegio Particular, el Colegio Alemán de La Unión. El total de la muestra fue de 328 sujetos.

Diseño
Diseño ex post facto con fines de inferencia correlacional 

Variables       
Obesidad, síntomas depresivos; huida y contacto social, irritabilidad, disforia y anhedonia.

Aparatos.
Para determinar la prevalencia de la sintomatología depresiva en la población de estudio, se utilizó la escala de depresión preescolar para maestros (ESDM 3 a 6) creada por  Domenèch-Llaberia (1996), la cual tiene como objetivo la detección precoz de síntomas depresivos, que puede ser utilizada como una señal de alarma para  padres y maestros, a favor de una detección precoz y asi evitar estados crónicos relacionados con la sintomatología depresiva, en ningún caso esta escala fue construida para realizar un diagnóstico definitivo sino que es solo un instrumento que permite una aproximación para un posterior diagnostico clínico (Araneda, Moreno, Jané, & Domenèch-Llaberia, 1998).

La ESDM 3-6, está construida por 19 ítems  los cuales consisten en una serie de preguntas cerradas de diversos aspectos de la sicopatología depresiva que suelen manifestarse en estas edades,   es necesario que las educadoras de preescolar,  completen un cuestionario por cada niño de su clase, no dejando espacios en blanco;  para cada pregunta se puede optar a tres respuestas ‹‹casi nunca››, ‹‹a veces›› o  ‹‹casi siempre››, según la frecuencia con la que a su juicio, se presenten las conductas a las que se hace referencia.

Cada ítem se puntúa entre ‹‹ 1 ›› y  ‹‹ 3 ››, según el síntoma al que se refiera. La respuesta ‹‹a veces››, siempre se puntúa con un ‹‹ 2 ›› y las respuestas ‹‹casi nunca›› o ‹‹casi siempre›› se valoran con un ‹‹ 1 ›› o  un ‹‹ 3 ››, según estén formuladas en orden directo o inverso.  Así los ítems 3,4,5,9,10, 13,15,18,19, que están redactadas en sentido inverso, se puntúan con un ‹‹ 3 ›› cuando la respuesta es ‹‹casi nunca››, y los demás ítems se puntúan con un ‹‹ 3 ››, cuando la respuesta es ‹‹casi siempre››. La puntuación final sumando los 19 ítems, oscilara entre ‹‹ 19 ››,‹‹ 54 ›› puntos, siendo la puntuación más alta, la que indicaría mayor prevalencia de síntomas depresivos.

Para determinar la estabilidad psicológica se utilizó la escala “The General Rating of Affeective Symptoms for Preeschoolers” (GRASP), creada por Orvaschel y Kashani (1984), en esta escala la información puede ser solicitada tanto a los padres como a las maestras, pero en el caso específico de este estudio y por las características particulares de la población se solicitó la información solo a las maestras, quienes según algunos autores   (Jané, Araneda, Valero, & Domènech-Llabería, 2000), tienden a informar de mejor forma que los padres a los síntomas que aquí se describen.

Esta escala cuenta con cuatro sub-escalas: huida-contacto social, disforia-anhedonia, irritabilidad e hiperactividad, pero solo se correlacionaran las primeras tres, ya que tras el análisis de la consistencia interna los ítems de hiperactividad presentan muy baja correlación.

Esta Escala contiene un total de 24 ítems redactados en tercera persona con una valoración de 6 posibles respuestas que indican la frecuencia o intensidad con que se presentan los síntomas, así ‹‹ 0 ››, significa que no se posee información y ‹‹ 5 ›› que el síntoma se manifiesta siempre, en cuanto a la corrección de la escala es necesario tener en cuenta que los ítems ‹‹ 1 ››,‹‹ 6 ››,‹‹ 11 ››,‹‹ 12 ››,‹‹ 20 ›› y ‹‹ 24 ››, están redactados de manera inversa, por lo que es necesario recodificarlos para su corrección e interpretación.

El peso y la talla de cada individuo se obtuvo  por medición antropométrica directa sin zapatos y con ropa ligera, calculándose una  disminución de 300 gramos en el peso total observado, en favor de tener una medición más certera;  para este procedimiento se utilizó  una balanza electrónica  y estadiómetros estandarizados  calibrados  (Ulijaszek & Kerr, 1999).

La medición se  realizó en la sala de clases de los niños, con la asistencia y colaboración  de la educadora de preescolar y su ayudante cuando correspondía  en horario de mañana y tarde según el propio horario de clases de cada grupo. El peso se determinó en kilogramos con una precisión de ±100 g. La talla se midió con el sujeto descalzo, en bipedestación y con la cabeza situada en el plano de Frankfurt, en un plano vertical, con una superficie plana,  expresada en centímetros con una precisión de ± 0,5 cm. Se puso especial cuidado en la calibración regular de los aparatos de medida.

   Para    determinar     el  estado   nutricional   de   los  preescolares     se   utilizaron  los  criterios  de acuerdo a las normas ministeriales, a partir de las mediciones antropométricas se calculó el estado nutricional de los niños y niñas  aplicando el criterio que utiliza el  Ministerio de Salud de Chile, agrupando las categorías en 4 grupos; (1) bajo peso:   Aquel   niño(a)   que   tiene   sus   indicadores   antropométricos,   P/T  ?1DS (2)normal aquel niño(a) que tiene su indicador antropométrico P/T en la curva normal del indicador (3) sobrepeso aquel niño(a) que tiene su indicador antropométrico P/T entre +1DS   +2DS. (4) obesidad: Aquel niño(a) que tiene su indicador antropométrico P/T ? +2DS se estimó la relación peso/talla, extrapolando los valores de NCHS/OMS; es decir utilizando la proyección de la curva peso/talla, siguiendo la pendiente de la curva de referencia.

Procedimiento

  • Trabajo preliminar: En el trabajo preliminar se realizó una revisión bibliográfica de los diferentes ámbitos y variables a investigar para la elaboración coherente de las preguntas de investigación, se realizó la selección específica de la temática y se procedió a la elección de los instrumentos de investigación a utilizar.

 

  • Trabajo de campo: la primera etapa de nuestro trabajo de campo, fue la etapa de negociación en los establecimientos educacionales de la comuna de La Unión que ofrecían  educación preescolar, tanto municipales, particulares subvencionados como privados. Como aproximación se envió una carta a todos los directores de los

establecimientos en cuestión, explicando la importancia del estudio, los objetivos y los beneficios de éste; posterior a esto, se estableció una reunión con cada uno de ellos para explicar con mayor detalle nuestro proyecto.  Una vez detectados los colegios cuyos directores accedieron a participar en el estudio, se procedió a la negociación con las educadoras de preescolar, esta etapa de negociación fue la más difícil, ya que la información que requeríamos para este estudio  debía ser entregada por éstas, lo que significaba un trabajo extra muy grande, especialmente cuando la cantidad de niños era mayor  y no contaban con asistente. Por último se envió una carta a los padres de los niños que iban a ser evaluados por sus profesoras, para explicar en qué consistía dicha evaluación.

Una vez detectados los grupos a los que se iba a investigar, se realizó una reunión con todas las educadoras de  preescolar, explicando los objetivos,  y los alcances de la rigurosidad de la investigación, considerando la importancia de una observación previa antes de contestar las preguntas de los cuestionarios para dar una buena  información acertada y completa de cada niño. Por último se explicó la forma de rellenar los cuestionarios, y la negociación individual en cuanto a la fecha de recogida.  Durante todo el proceso se visitaron los establecimientos que estaban realizando la recogida de datos, con el fin ayudar en las dudas que fueron surgiendo, además en estas visitas se aprovechó la oportunidad de  medir y pesar a cada niño para el posterior análisis de su estado nutricional.

       c) Análisis de los datos: se ingresaron los datos a la  aplicación informática IBM SPSS Statistics 18, posteriormente se procedió a depurar y comprobar la calidad de los datos, así mismo se decodificaron y recodificaron estos según exigencias de los instrumentos, para finalmente analizar la  información en función de dar  respuestas a  los objetivos  propuestos.

 

Análisis estadístico

Se procedió con estadística descriptiva. Con el objeto de conocer la relación entre, la obesidad y los indicadores de estabilidad psicológica se procedió con coeficiente de correlación de rangos de Spearman; Estimándose un nivel de  confianza ha sido del 95% (?=0,05).

Resultados
Objetivo 1

En la tabla 1 se visualiza  que 90,2%  de los casos están en el rango de entre los 5 y 6 años con un total de 296 sujetos, habiendo solo 29 sujetos con 4 años y 3 sujetos  con 7 años.

TABLA 1 Distribución de la muestra según edad

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 15

Esta Tabla 2, nos muestra una distribución porcentual que comprende un predominio del número de sujetos del sexo femenino con 181 casos, mientras que los sujetos del sexo Masculino fueron 147

TABLA 2: Distribución de la muestra según Género

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 15

En la Tabla 3 se observa un alarmante porcentaje de sujetos con sobrepeso y obesidad, sobrepasando los índices nacionales y regionales.

TABLA 3 Distribución de la muestra según Estado nutricional

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 15

En la Tabla 4,  se muestra un predominio de los colegios municipales, esto por la disposición general del departamento de educación municipal de participar en este estudio, solo un 7,6% de la muestra representa los colegios particulares subvencionados y un 18% a los privados, aunque solo existe este colegio privado en la ciudad de La Unión.

TABLA 4: Distribución de la muestra según Colegio

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 15

En la Tabla 5, el percentil 95 como punto de corte para determinar la presencia o ausencia de  los síntomas depresivos  e indicadores de estabilidad emocional,  se ha considerado esta medida, ya que es la utilizada  por los autores de la bibliografía revisada, otra justificación de la utilización del percentil 95,  es que los autores de la escala no han publicado los puntos de corte ni baremos de interpretación de la escala

TABLA 5 Distribución de muestra según puntuación del percentil 95

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 15

Para responder al segundo objetivo el cual se refiere a la  relación o asociación entre, obesidad e indicadores de estabilidad psicológica, se procedió a clasificar a los sujetos, según los puntajes de corte del percentil 95, con presencia o ausencia de estos trastornos, para realizar el análisis estadístico de coeficiente de correlación de rangos de Spearman, cuyos resultados pasamos a describir a continuación:

En la correlación entre el  estado nutricional y el indicador de estabilidad psicológica de huida y contacto social, se encontró una significancia de (0,018) lo que nos  permite deducir que hay una correlación negativa  de (-0,130) entre estos dos factores, siendo este dato confiable para su análisis,  lo que nos permite concluir que a mayor peso corporal menor es el indicador de huida y contacto social.

En las  correlaciones entre estado nutricional y los demás indicadores de estabilidad psicológica, la significancia bilateral no permite hacer una inferencia que en la cual podamos confiar en estos datos, por lo tanto, podemos afirmar que la nutrición no tiene relación con los demás indicadores de estabilidad psicológica.

Entre el estado nutricional y la escala de sintomatología depresiva aplicada por los maestros de preescolar (EDSM 3-6 años) no se encontró una significancia bilateral que nos permita establecer una relación entre el estado nutricional y la sintomatología depresiva en los preescolares.

TABLA 6 Correlaciones de Spearman

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 15

Mediante contraste no paramétrico para  muestras independientes (U de Mann Whitney) se comparó el estado nutricional en los grupos, por un lado, los que tiene presencia de HCS y, por otro, los que tienen ausencia de HCS. Se encontró que los preescolares con ausencia de HCS tenían un estado nutricional ligeramente superior (M=2,65; DT=0,842) en relación con los escolares con presencia de HCS (M=2,17; DT=0,414). Dicha diferencia es estadísticamente significativa (U=1940,0; p=0,019).
Mediante contraste no paramétrico para  muestras independientes (U de Mann Whitney) se comparó el estado nutricional en los grupos, por un lado, los que tiene presencia de DAH y, por otro, los que tienen ausencia de DAH. Se encontró que los preescolares con ausencia de DAH tenían un estado nutricional ligeramente superior (M=2,62; DT=0.836) en relación con los escolares con presencia de DAH (M=2,55; DT=0.826). Dicha diferencia no es estadísticamente significativa  (U=2952, 5 ;  p=0.737).

Mediante contraste no paramétrico para  muestras independientes (U de Mann Whitney) se comparó el estado nutricional en los grupos, por un lado, los que tiene presencia de IRR y, por otro, los que tienen ausencia de IRR. Se encontró que los preescolares con ausencia de IRR tenían un estado nutricional ligeramente superior (M=2,64; DT=0,840) en relación con los escolares con presencia de IRR (M=2,39; DT=0,722). Dicha diferencia no es estadísticamente significativa (U=2965,0; p=0,180).

Mediante contraste no paramétrico para  muestras independientes (U de Mann Whitney) se comparó el estado nutricional en los grupos, por un lado, los que tiene presencia
de HIP y, por otro, los que tienen ausencia de HIP. Se encontró que los preescolares con ausencia de HIP tenían un estado nutricional ligeramente inferior (M=2,60; DT=0,824) en relación con los escolares con presencia de HIP (M=2,88; DT=0,927). Dicha diferencia no es estadísticamente significativa (U=312350; p=0,115).

Mediante contraste no paramétrico para  muestras independientes (U de Mann Whitney) se comparó el estado nutricional en los grupos, por un lado, los que tiene presencia de EDSM y, por otro, los que tienen ausencia de EDSM_95. Se encontró que los preescolares con ausencia de EDSM tenían un estado nutricional ligeramente superior (M=2,63; DT=0,837) en relación con los escolares con presencia de EDSM_95 (M=2.44; DT=0,784). Dicha diferencia no es estadísticamente significativa (U=2473,5; p= 0,381).

Discusiones y conclusiones

Objetivo 1

  1. En cuanto al estado nutricional de la muestra de nuestro estudio se presenta una alarmante  prevalencia de obesidad del 18%, los antecedentes, encontramos que Chile es el país con más niveles de Obesidad Preescolar del cono sur. La mayor parte de la muestra corresponde a establecimientos de entidad municipal donde el estrato socioeconómico es más bajo, y por consiguiente dicha población tiene mayor prevalencia de obesidad preescolar según los estudios presentados en la bibliografía, además la región de donde se extrae la muestra, es una de las que tiene mayor prevalencia, por lo que no es de extrañar el enorme porcentaje encontrado.
  2. Por consiguiente y según la escala EDSM los niños y niñas que presenten un puntaje bajo 36 puntos en lo informado por sus maestras, se encontrarían en el rango de ausencia de sintomatología depresiva y los niños y niñas que tengan como puntaje 36 puntos o más, estarían en presencia de los síntomas depresivos descritos en esta escala.

Según la escala GRASP, dividida en cuatro dimensiones, se describen los puntajes de corte del percentil 95 para determinar presencia o ausencia de los síntomas y  que a continuación se describirán:
Hiperactividad (HIP): aquellos alumnos que se encuentren por debajo de los  17 puntos en esta dimensión  presentarían ausencia de los rasgos de hiperactividad, y aquellos que obtengan un puntaje igual o superior a 17 puntos se encontrarían en presencia de rasgos de hiperactividad.
Irritabilidad  (IRR): en esta dimensión los sujetos que presenten bajo 13 puntos no presentarían rasgos de irritabilidad, mientras los niños y niñas que presenten un puntaje igual o superior en esta dimensión, presentarían rasgos de irritabilidad.
Disforia y Anhedonia (DAH): los alumnos que presentan bajo 21 puntos según lo informado por sus maestras estarían en ausencia de la dimensión de disforia y anhedonia, y cuyos alumnos tengan un puntaje igual o superior a 21 puntos estarían en presencia de este síntoma.
Huida y Contacto Social (HCS), en esta dimensión los alumnos que presenten bajo 18 puntos estarían en ausencia de este síntoma, mientras los que te tengan 18 o más puntos se encontraría en presencia de este.

Objetivo 2

  1. A pesar de la evidencia bibliográfica que relaciona positivamente  la nutrición, y más específicamente  la obesidad con la depresión o indicadores de estabilidad psicológica, tanto en adultos, adolescentes y niños mayores de 6 años, no pudimos encontrar datos con los que podamos afirmar  la asociación de estas variables en la población de alumnos y alumnas de educación  preescolar. Según el análisis estadístico de coeficiente de correlación de rangos de Spearman, solo encontramos significancia estadística en el indicador de Huida y contacto social y estado  nutricional, obteniéndose una asociación estadística negativa, lo que nos permite inferir que los alumnos que tienen mayor peso en este caso con sobre peso u obesos, tienen menos tendencia a estar excluidos, solitarios o marginados.  Además no hubo significancia bilateral entre el indicador de estado nutricional y la escala (EDSM 3-6) por lo que posiblemente la obesidad no tenga incidencia o relación con los trastornos depresivos en los preescolares.
  2. Otra de las cuestiones a destacar en cuanto a las correlaciones es que no todos los indicadores de estabilidad emocional tenían una asociación estadísticamente significativa, así el indicador de huida y contacto social, fue el que mejor correlaciono con la escala para la evaluación de síntomas depresivos en edad preescolar (EDSM 3-6) tal y como lo plantea Luby (2009).  Mientras tanto  el indicador que peor correlaciono fue la hiperactividad, y al tratar de entender el porqué, nos llevó al análisis de las preguntas de esta escala (GRASP) la cual en su apartado de hiperactividad, realiza algunas preguntas que no tienen relación con este indicados y más bien tienen pertenecen a trastornos explosivos intermitentes tal cual lo indica  DSM-IV.

 

En consideración con  la prueba U de Mann Whitney para muestras independientes no paramétricas, se encontró que solo en el caso de la diferencia de medias entre el indicador de estabilidad psicológica huida y contacto social y el estado nutricional de los sujetos, existe diferencia estadísticamente significativa, mientras que en los otros indicadores presentaron una diferencia estadística no significativa con respecto a la nutrición.

            Es por esto que tras este estudio se sugiere seguir investigando en esta línea, además de mejorar, perfeccionar o actualizar las actuales escalas medición de la depresión preescolar las cuales pueden ser utilizadas por padres y maestros, de manera de facilitar la obtención de información referente al comportamiento de los preescolares en relación a los indicadores de estabilidad psicológica.

Finalmente creemos que el buscar relaciones entre la obesidad y otras dimensiones tanto psicológicas como sociales en preescolares,  podría favorecer la comprensión de estos fenómenos y mejorar  el tratamiento de la malnutrición en este rango etario,  complementándose  al manejo de la dieta y el ejercicio, tratamientos que integren otras dimensiones del comportamiento humano.

 

 

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