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4 Abr 2012

Actividad física cuantificada de manera objetiva en niños y niñas

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El propósito de este estudio fue cuantificar de manera objetiva la actividad física (AF) realizada por una muestra niños y niñas de 9 años y valorar el grado de cumplimiento de las recomendaciones internacionales de AF establecidas para niños/as y jóvenes.

Autor(es):Viñuales Gálvez, Sagrario; Solera Martínez, Inmaculada; Laguna Nieto, María; Dra. Susana Aznar Laín
Entidades(es):Grupo de Investigación en Promoción de la Actividad Fisca para la Salud (PAFS) Universidad de Castilla La Mancha, Maestra de educación física en C.P. Ntra. Sra. De Hortúm Sancho en El Casar de Escalona.
Congreso: congreso de la asociación internacional de escuelas superiores de educación física (AIESEP)
Úbeda A Coruña, 26-29 de Octubre de 2010
ISBN: 9788461499465
Palabras claves:Actividad física, acelerómetros.

Actividad física cuantificada de manera objetiva en niños y niñas

RESUMEN

CONTEXTO: El propósito de este estudio fue cuantificar de manera objetiva la actividad física (AF) realizada por una muestra niños y niñas de 9 años y valorar el grado de cumplimiento de las recomendaciones internacionales de AF establecidas para niños/as y jóvenes.

METODOLOGÍA: La muestra estaba compuesta por 113 niños/as de 8 a 10 años de la comunidad de Madrid. La AF fue cuantificada con acelerómetros GT1M Actigraph que los niños/as llevarían puesto a la altura de la cintura desde las 9 horas hasta las 22 horas durante 6 días consecutivos ( días laborables y festivos). Como criterio de inclusión se estableció la existencia de registros durante al menos 3 días con un mínimo de 10 horas registradas por día.

RESULTADOS: El 8,9% cumple las recomendaciones de 60 MVPA todos o casi todos los días de la semana (5 días o más), mientras que el 38,1% cumplen las recomendaciones tres días o más a la semana. Por género, un 16,6% de los niños y un 4,4% de las niñas cumplen dichas recomendaciones. La recomendación mínima de 3 o más días la cumplen un 50,1% de los niños frente a un 24,4% de las niñas. Existen diferencias significativas entre la actividad física realizada por niños y niñas.

CONCLUSIÓN: La AF saludable realizada por las niños/as en este estudio es muy baja, al igual que el cumplimiento de las recomendaciones internacionales sobre AF en dicha población infantil. Resulta de vital importancia, proponer actividades físicas saludables y motivadoras para esta población.

Introducción.

La práctica regular de actividad física (AF) reporta importantes beneficios para la salud. “La AF provoca importantes efectos positivos en los sistemas cardiovascular, musculo-esquelético, respiratorio y endocrino. Estos beneficios se concretan en la reducción de la mortalidad prematura, así como la reducción del riesgo de padecer enfermedad coronaria, hipertensión, cáncer de colon y diabetes. La práctica regular de AF también reduce la depresión y la ansiedad, mejora el estado de ánimo y mejora la capacidad funcional para realizar las actividades de la vida diaria” (USDHHS, 1996). En otras palabras, nuestro cuerpo necesita de dicha actividad física para mantenerse sano. Sin embargo, a pesar de lo dicho, vivimos actualmente en una sociedad donde, cada vez más, el sedentarismo es un fenómeno creciente, y, aunque en numerosos países se están estableciendo estrategias para fomentar dicha práctica de AF, la proporción de población sedentaria sigue siendo muy alta. El sedentarismo se está convirtiendo en la sociedad actual en un gran problema de salud pública (Aznar y Webster, 2006).

Además, en los últimos años este problema de sedentarismo se está extendiendo a la población infantil, y así lo constatan numerosos estudios (Riddoch, 2004; McMinn, 2008; Butte, 2007), donde se pone de manifiesto que la población infantil europea no alcanza los niveles mínimos para el mantenimiento de la salud y esto se pone aún más de manifiesto si hablamos de la población adolescente. Este problema del sedentarismo es un factor más, para un grave problema de salud que cada vez más se está convirtiendo casi en una pandemia a nivel mundial, la obesidad (Byrd-Williams, 2007; Page, 2005; Gorely, 2009).

En los últimos años, el modelo de vida basado en una alimentación poco saludable y el ocio de los niños, cada vez más sedentario, ha provocado en España, que la población infantil de entre 2 y 17 años, el 18´67% tenga sobrepeso y el 8´94 obesidad. La práctica de AF es baja, de la población de 0-15 años, el 19´67% del total no hace nada de ejercicio físico en su tiempo libre, y sí distinguimos entre varones y mujeres el porcentaje es aún más elevado para estas últimas, llegando al 21´88%. (ENS, 2006).

Por todo ello muchos gobiernos de diferentes países han intervenido, llevando a cabo programas de intervención para intentar aumentar estos niveles de actividad física, sobretodo, en la población infantil, fomentando dicho tipo de actividades y concienciando a la población de los indudables beneficios que comporta el que la gente sea más activa.

A nivel internacional, se propusieron unas recomendaciones para niños y jóvenes que establecían unos mínimos saludables de AF (Cavill y cols, 2001):

  • Que los niños, niñas y adolescentes deben realizar al menos 60 minutos (y hasta varias horas) de actividad física de intensidad moderada a vigorosa todos o la mayoría de los días de la semana.
  • Al menos dos días a la semana, esta actividad debe incluir ejercicios para mejorar la salud ósea, la fuerza muscular y la flexibilidad.

Estas recomendaciones, son los niveles mínimos de AF recomendados para la población infanto-juvenil, es decir, los aumentos de estos niveles generarán beneficios adicionales para la salud, en la medida que, a más nivel de AF, mejor estado de salud (Aznar y Webster, 2006).

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Metodología

La muestra estaba compuesta por 113 niños/as entre 8 y 10 años de los colegios concertados de la comunidad de Madrid.

La AF fue registrada a través de acelerómetros. En nuestra investigación, fue utilizado el acelerómetro GT1M de Actigraph, tamaño 5,1 × 3,8 × 1,5 cm y 88 gramos de peso. Es un instrumento que detecta movimiento en el eje vertical y reúne e informa la AF en “counts”, cuentas. Estas cuentas son una acumulación filtrada y medida durante un periodo de tiempo predeterminado por el investigador, llamado epoch. En nuestra investigación este periodo es de 15 segundos, de los cuales se va haciendo una media de dicha actividad, que finalmente expresaremos en minutos (sumando os 4 bloques de 15 segundos) para determinar el tipo de AF realizada de acuerdo a los parámetros de intensidad.

Estos datos obtenidos por el acelerómetro se interpretaron teniendo en cuenta los parámetros expuestos por Andersen y cols. en 2006:

  • -AF sedentaria: < 500 counts/min
  • -AF ligera: 500-1999 counts/min
  • -AF moderada: 2000-2999 counts/min
  • -AF vigorosa: 3000-4499 counts/min
  • -AF muy vigorosa: >4500 counts min

Se sujetó el instrumento a la cintura de las participantes, el cual debía llevarse puesto desde las 9:00 a las 22:00 h. Para esta labor fue imprescindible la colaboración de las familias. Una vez programado, el instrumento registra la frecuencia de AF medida en counts/periodos; intensidad: valor de los “counts”; duración: cada 15 segundos. Por tanto los bloques de 15 segundos fueron registrados y pasados a un minuto para obtener el tipo de AF realizado de acuerdo con los valores de intensidad. Se midió la AF durante seis días consecutivos (incluyendo tanto días laborales como dos de fin de semana). Como criterio de inclusión se estableció la existencia de registros durante al menos 3 días con un mínimo de 10 h registradas por día (Ekelund et al, 2001).

Resultados

Teniendo en cuenta los planteamientos teóricos presentados al inicio de la investigación y en relación con los objetivos planteados para la misma, paso a exponer los resultados obtenidos. Los análisis de los resultados se dividen en:

1. Niveles de actividad Física (AF) Tabla 1. Media y prueba T-Student de Actividad Física Moderada Vigorosa en días laborales, días festivos y semanales por género.

Tabla 1. Actividad física cuantificada de manera objetiva en niños y niñas

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 16

 

La tabla 1, presenta la media y la desviación estándar de AFMV en toda la semana, en días laborables y en días festivos de toda la muestra. Los niños de nuestra muestra realizan significativamente más AFMV en toda la semana, en los días laborables y en los días festivos, que las niñas.

2. Cumplimiento de las recomendaciones oficiales de la muestra de estudio.

Tabla 2. Número de días de un mínimo de 60 minutos de AFMV (Cumplimiento de recomendaciones).

Tabla 2. Actividad física cuantificada de manera objetiva en niños y niñas

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 16

 

El cumplimiento de las recomendaciones de AF saludable, indica que los niños deben conseguir acumular un mínimo de 60 minutos de AFMV al día todos o casi todos los días de la semana. La tabla 2 presenta la frecuencia del número de días en los que se cumple dicha recomendación. Podemos ver, que solamente hay diez niños (8,9 %) que cumple todos o casi todos los días (5 días o más) mientras que 25 niños (22,1 %) no lo cumplen ni un solo día. Como se puede observar también en la tabla 2, 43 niños/as (38,1%) cumplen a recomendación tres días o más a la semana, recomendación mínima semanal descrita en numeroso estudios científicos.

3.Diferencias por género

Tabla 3. Frecuencia de días de AFMV durante 60 minutos al día por género. (Cumplimiento de recomendaciones).

Tabla 3. Actyividad física cuantificada de manera objetiva en niños y niñas

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 16

 

La tabla 3, presenta esta misma distribución por género. Un 16´66%, de los niños cumple con las recomendaciones oficiales de AF saludable frente a un 4´44% de las niñas. La recomendación mínima de 3 días, la cumplen un 50,1% de los niños frente a un 24,4% de las niñas.

Discusión

En los resultados de esta investigación se puede afirmar que el cumplimiento de las recomendaciones internacionales de AF saludable para niños/as y adolescentes (mínimo de cinco días de actividad física moderada vigorosa (AFMV) semanal), en nuestra muestra, es muy bajo, quedando en un 8´84%. Cuando bajamos el nivel de exigencia de las recomendaciones oficiales a un mínimo de tres o más días a la semana de AFMV (recomendación medida en numerosos estudios científicos como recomendación mínima), tan solo el 38´1% de los niños/as las cumplen. Este valor bajo, es debido al menor porcentaje de cumplimiento que consiguen las niñas. Al analizar los resultados por género, el 50´1% de los niños frente al 24´4% de las niñas cumplen la recomendación.

Nuestro datos se contradicen con el estudio sueco de Denker, Thorsson, Karlsson, Lindén, Svensson, Wollmer &Andersen (2006) sobre la estimación objetiva de AF en niños de 8 a 11 años, donde concluyeron que todos los niños/as cumplían las recomendaciones de 60 minutos o más al día de AFMV. Los mismo ocurre con el estudio EYHS (European Youth Heart Study), de Riddoch, Andersen, Wedderkopp, Harro, Klasson- Heggebo, Cooper & Ekelund (2004), donde también valoraron los niveles y patrones de AF en niños y adolescentes europeos y se mostró que los niños/as de 9 años en su mayoría cumplían con las recomendaciones de AFMV. Sin embargo en las investigaciones citadas arriba, se constata que esta AFMV es más alta en chicos que en chicas como en nuestro estudio. Este último dato se ve recogido de igual forma en otros estudios como el de Butte, Puyau, Adolph, Vohra & Zakeri (2007), donde se constata que la AF es significativamente más alta en niños que en niñas, como también en el estudio de McMinn, Van Sluijs, Wedderkopp, Froberg & Griffin (2008). Estos datos de baja práctica en actividades físicas en la población infantil resultan alarmantes, puesto que son escolares de 8 a 10 años (el futuro generacional) y existe evidencia científica que demuestra que dicha AF decrece con la edad (Riddoch et al., 2004; McMinn et al., 2008; Butte et al., 2007; Aznar et al., 2004).

Esto nos puede hacer pensar, que muchas de las propuestas de AF que se realizan para la población infantil resultan más atrayentes para los niños que para las niñas, quizá por su carga deportiva-competitiva que se oferta en la mayoría de los casos. En estos últimos años, en Castilla La mancha se está llevando a cabo el programa MOVI Martínez y cols. (2008), donde se están proponiendo actividades de tipo lúdicas y más variadas donde tanto niños como niñas disfrutan por igual. Este estudio ha analizado la práctica de AF semanal y también la ha dividido entre la AF realizada en días laborales (horario escolar) y días festivos. Se observó en nuestra investigación, que la AF era mayor en días laborales, es decir, en aquellos días que los niños acudían a la escuela, y por tanto tenían un horario más estructurado. Este dato corrobora la investigación de Gildlow, Cochrane, Davey & Smith (2008), donde encontraron que los niños con baja AF dentro de la escuela, compensaban dicha inactividad fuera de ella, y que la AF inmediata antes (transporte activo al colegio) y después de la escuela (programas extracurriculares, actividades en clubs, comunidad, etc.) aparecen como una contribución importante a dicha AF diaria.

Por ello resultan de gran importancia los programas de promoción de actividad física saludables y promoción de transporte activo desde la escuela y/o comunidad. Dichos programas tratan de fomentar principalmente la práctica de AF de los escolares y se desarrollan en los centros escolares o en los propios municipios. La clave para que dichos programas “funcionen”, está en la implicación de toda la comunidad educativa y comunitaria en el desarrollo del mismo, con una amplia y variada gama de actividades que no se centran sólo en el ámbito deportivo y competitivo, sino en el del propio disfrute de dicha actividad física, tratando así de captar a toda la población escolar, fundamentalmente a las niñas, cuyos índices de realización de AF hemos visto que es mucho más bajo que el de los niños.

Programas como el desarrollado en nuestra propia comunidad “Movi”, ha conseguido excelentes resultados en cuanto a la promoción de AF en el medio escolar, a la captación de niños/as inactivos dentro del programa y a conseguir una elevada adherencia. El éxito del programa es que además, ha ayudado a reducir la prevalencia de obesidad, sobrepeso y otros factores de riesgo cardiovascular en niños/as.

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