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4 May 2006

Actividad física y salud: el uso excesivo de ejercicio físico indicio de trastornos de la conducta alimentaria

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La anorexia nerviosa (AN) es un trastorno de la conducta alimentaria de rabiosa actualidad que en los últimos años ha despertado el interés de la comunidad científica y ahora comienza a hacerlo entre la comunidad educativa. Es un trastorno psicosomático de origen multicausal…

Autor(es): Inmaculada Rodríguez Marín., Emilio J. Martínez López, Julio Herrador, María Luisa Zagalaz Sánchez
Entidades(es): Doctora y Licenciada en Psicología, Doctor y Licenciado en Educación Física , Licenciado en Educación Física, Doctora en Psicopedagogía y Licenciada en Educación
Congreso:I Congreso Internacional de las Ciencias Deportivas
Pontevedra: 4-6 de Mayo de 2006
ISBN: 84-611-2727-7
Palabras claves: anorexia, actividad física, salud, ejercicio

RESUMEN

La anorexia nerviosa (AN) es un trastorno de la conducta alimentaria de rabiosa actualidad que en los últimos años ha despertado el interés de la comunidad científica y ahora comienza a hacerlo entre la comunidad educativa. Es un trastorno psicosomático de origen multicausal (bio-psico-social) que se caracteriza por una pérdida significativa del peso corporal (superior al 15%, según edad, sexo y altura), un intenso temor a la obesidad y la decisión voluntaria de adelgazar, de carácter fundamentalmente femenino y adolescente, que se da en las sociedades occidentales industrializadas, y donde, en los últimos años, el uso excesivo del ejercicio físico (EF) vendría a completar y complicar el cuadro. La práctica de EF para perder peso está muy difundida, es muy popular, y tiene la ventaja de ser francamente barata. Restricción alimentaria y práctica de EF constituyen los dos procedimientos básicos que nuestra sociedad ha consagrado para modelar el cuerpo. La chica o chico anoréxico, incurren asiduamente en la práctica de EF, pero no se trata sólo de un procedimiento para perder peso, sino también como conducta compensatoria recurrente para eliminar los supuestos “excesos” alimenticios que tanto les sobrecogen.

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INTRODUCCIÓN. EJERCICIO FÍSICO Y ANOREXIA NERVIOSA

En los últimos tiempos se ha otorgado una importancia especial a la práctica de EF en la AN. Se ha comprobado (Halmi y Falk, 1981) que antes de iniciarse el trastorno, e incluso antes de decidir un régimen alimentario restrictivo, una gran mayoría de chicas anoréxicas ya practicaban EF con mucha más frecuencia e intensidad que el promedio de chicas no anoréxicas de la misma edad. La aparición de la AN determina un incremento del EF habitual, lo que con frecuencia permite que pasen desapercibidas durante algún tiempo las auténticas razones del mencionado incremento. Pero no se trata simplemente de más cantidad de EF. La anoréxica o anoréxico experimenta también un cambio cualitativo de actitud ante el mismo. Ahora se ha hecho claramente obsesivo, es decir compulsivo, alejado por completo del carácter socializador y placentero que la actividad física suele tener en circunstancias normales. El EF en general y el deporte en particular constituyen actividades y fenómenos socioculturales, profunda y extensamente, instaurados en nuestra sociedad occidental. Promovidos y practicados colectivamente, están impregnados de connotaciones muy diversas. Junto a salubridad y estar en forma, implican juventud, fuerza, prestigio, esbeltez, delgadez, y mil virtudes más. La década de los ochenta del pasado siglo XX trajo consigo la importancia del EF para alcanzar un buen estado físico, y las sociedades industrializadas no tardaron en asimilarlo. Hoy ya forma parte de la vida cotidiana. Las modalidades son variadísimas, desde los aparatos domésticos que podemos utilizar en un mínimo espacio para intentar disminuir partes del cuerpo donde se nos acumula la grasa, al entrenador personal, los gimnasios, los centros especializados, las clínicas, las revistas y/o los amigos, nos ofrecen ejercicios para estar en forma, y además, para estar más delgados. Vivimos en una cultura del buen estado físico que encaja perfectamente con los comportamientos de la anoréxica. Dicha cultural exige disciplina, autocontrol y dominio, para conseguir una aceptable, socialmente, forma corporal, todos ellos, síntomas propios de la AN (Serrato, 2000). La chica o chico anoréxica o anoréxico, consumiendo o no calorías, cuando se entrega a la actividad física consigue reducir la ansiedad provocada por la comida. Aunque poco, come intermitentemente, su temor al peso va en aumento constante, la salida de la actividad física va siendo cultivada cada vez con mayor asiduidad, con mayor dedicación, con mayor obsesividad. La anorexia nerviosa es un trastorno de la conducta alimentaria que actualmente se encuentra tristemente de moda, está asociada a una idea sobrevalorada de la delgadez, a una excesiva preocupación por el peso, una alteración de la imagen corporal y a un miedo desproporcionado a engordar que, consecuentemente, alteran de forma notoria las conductas de la ingesta y facilitan la aparición de comportamientos anómalos cuya finalidad es evitar la ganancia de peso. Podríamos decir que: “La AN es un trastorno psicosomático de raíz social, complejo y multicausal, caracterizado por una pérdida significativa del peso corporal (superior al 15%, según edad, sexo y altura), un intenso temor a la obesidad y la decisión voluntaria de adelgazar, de carácter fundamentalmente femenino y adolescente, que se da en las sociedades occidentales industrializadas, y donde, en los últimos años, el abuso del EF vendría a completar y complicar el cuadro” (Rodríguez Marín, 2004) En definitiva, EF más o menos intenso, restricciones alimentarias, juicios internos y externos sobre la silueta corporal, sintomatología emocional (ansiedad y depresión), exhibición pública y en grupo del cuerpo más o menos desnudo, y todas las interacciones múltiples que se producen entre estos y otros factores. Todo ello está asociado a la actividad física, que así manifiesta su propia complejidad psicosocial que suscita juicios de valor sin duda ambiguos. Según su forma de practicarse, según sean las actitudes y objetivos de los practicantes, puede constituirse en importante fuente de satisfacción y equilibrio emocional o en semillero de ansiedades y patologías. Por ejemplo, las alimentarias y cuantas le son afines (Toro, 1996).

METODOLOGÍA

La investigación que presentamos ha recibido el Premio a la tercera mejor tesis doctoral otorgado en los “XVI Premios a la Investigación Deportiva” organizados por el Instituto Andaluz del Deporte (IAD) en diciembre de 2005 (BOJA nº 6 de 11 de enero de 2006). 2.1. – Definición del estudio Para llevar a cabo este estudio estadístico-descriptivo de encuesta seleccionamos la muestra entre los jóvenes de 12 a 16 años de edad matriculados durante el curso académico 2003/2004 en el primer ciclo (1º-2º) y segundo ciclo (3º – 4º) de educación secundaria obligatoria (ESO) en los centros públicos (IES) y privados-concertados (CP) de toda la provincia de Jaén. Los centros docentes participantes en la investigación han sido 5 IES y 3 CP. 2.2.- Objetivos Estimar la prevalencia de la población de riesgo para AN en adolescentes de ambos sexos, de edades comprendidas entre los 12 y los 16 años, que han cursado durante el año académico 2003/2004 sus estudios de 1º a 4º de ESO en centros tanto privados como públicos de la provincia de Jaén. Corroborar la práctica de EF como una de las conductas encaminadas a perder peso más frecuentes entre la población adolescente. 2.3.- Material utilizado Escala autoadministrada Eating Attitudes Test (EAT-40) de Garner y Garfinkel (1979). Se consideró el punto de corte recomendado por los autores como indicativo de conductas con tendencia anoréxica, es decir, puntuaciones en EAT-40 iguales o mayores de 30. Encuesta sobre hábitos alimentarios y práctica de EF elaborada por la investigadora y validado por expertos para poder determinar si es la práctica de EF una de las conductas compensatorias más frecuentes que se utilizan para perder peso. Báscula ergonómica digital (Tefal eVidence Maxi) Tallímetro móvil con plataforma (SECA 6611) Se eligió una báscula digital para evitar que se desequilibrase en los continuos desplazamientos de un centro a otro, y un tallímetro móvil por su ligereza e igual facilidad de desplazamiento. Ambos permitieron el cálculo del índice de masa corporal (IMC= Peso en Kg / Altura en m2) en cada uno de los casos estudiados. 2.4.- Análisis estadístico Se creó una base de datos en Excel 2000 para introducir la información de los 1.468 cuestionarios recogidos y así poder analizarla utilizando el paquete estadístico SPSS v.11.5. Los resultados estadísticos generales ofrecen un nivel de confianza del 95% y un error máximo del 0,05 sobre la población total estudiada. Los resultados obtenidos por la muestra de varones y mujeres adolescentes participantes en la escala autoaplicada EAT-40 se analizaron estadísticamente de forma descriptiva a través de medidas de tendencia central (media, mediana y moda) y de dispersión (mínimo y máximo). Para el cuestionario sobre hábitos alimentarios y práctica de EF mediante el paquete estadístico SPSS v.11.5 se calcularon las frecuencias observadas atendiendo al tipo de centro (CP/IES); sexo (varón/mujer); edad (12 – 16 años) y curso (1º-4º ESO).

CONCLUSIONES

1º- El análisis estadístico de la escala autodministrada EAT-40 confirma la existencia de un grupo de riesgo, un 4,38% de los varones y un 12,44% de las mujeres de 12 – 16 años en la provincia de Jaén, presentan puntuaciones mayores o iguales de 30 en el EAT-40 y por lo tanto actitudes desordenadas en la ingesta. 2º- Un 2,05% de los varones y un 7,29% de las mujeres con puntuaciones mayores o iguales de 30 en el EAT-40 que cursan de 1º a 4º ESO (12-16 años), afirman que realizan EF intenso con la finalidad de perder peso. 3º- Corren mayor riesgo de padecer anorexia nerviosa las alumnas de 4º de ESO (15 – 16 años) de las cuales un 15,97% presenta puntuaciones mayores o iguales de 30 en el EAT-40. 4º- Un 58,2% de las mujeres adolescentes de 1º – 4º ESO manifiesta que le gustaría pesar menos frente a un 37,2% de los varones. 5º- Con respecto al estado anímico, la satisfacción emocional de un 47,6% de las adolescentes se ve influenciada positivamente cuando pierde peso. 6º- En un 46,2% de alumnos y alumnas de 4º ESO se ha encontrado una gran preocupación por la figura corporal, que se refleja en su deseo de adelgazar. 7º- El 53,1% de las mujeres de la población nunca se encuentran suficientemente delgadas. 8º- Para el 31,7% de las mujeres de 12 – 16 años la causa por la que hacen régimen de adelgazamiento es la de estar más delgadas frente a un 12,2% de los varones de la misma edad. 9º- Un 12,7% de la población de varones y mujeres de 16 años matriculados en 4º ESO afirma que oculta, guarda o desperdicia comida para no engordar. 10º- El uso del EF para controlar el peso corporal es utilizado en mayor porcentaje por la población adolescente femenina de 12 a 16 años: un 15,4% de las mujeres manifiestan que hacen ejercicio físico para quemar calorías (frente a un 10,1% de los varones) y el 20,4% para estar más delgadas (frente a un 8,6% de los varones). Interpretamos que el alumnado que realiza EF para quemar calorías es más analítico a la hora de seleccionar el tipo concreto de ejercicio que deben realizar para perder peso, mientras que los adolescentes que realizan alguna actividad física para estar más delgados son más genéricos en la elección del ejercicio físico, entienden más la práctica deportiva en la línea de tener o mantener una buena forma física. 11º- Un 25,8% de la población total estudiada afirma dedicar dos horas o más (al día) a la práctica de algún deporte fuera del centro escolar. 12º- Un 40,8% de los alumnos de ESO realizan EF dos horas o más al día, frente a un 10,1% de las alumnas. 13º- Obtenemos que el 31,7% de la población manifiesta practicar deporte y/o actividad física durante el período extraescolar 1 ó 2 días a la semana, seguido de 3 ó 4 días (24,7%), todos los días (17,3%), nunca (13,3%) y 5 ó 6 días a la semana (13,1%). 14º- El 46,5% de la población afirma que su cuerpo está más ligero, es decir, que siente que pesa menos cuando realiza ejercicio físico intenso, frente a un 19,3% que manifiesta sentir lo mismo cuando come menos.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

BOJA nº 6 de 11 de enero de 2006. Resolución de 22 de diciembre de 2005, del Instituto Andaluz del Deporte por la que se hace público el fallo emitido por el jurado calificador del XVI Premio del Instituto Andaluz del Deporte a la Investigación Deportiva. Garner, D.M. y Garfinkel, P.E. (1979). The eating attitudes test: an index of the symptoms of anorexia nervosa. Psychol. Med. 9, 273. Halmi, K.A. y falk, J.R. (1981). Pretreatment and post-treatment discrimination of outcome in anorexia nervosa. En Toro, J. y Vilardell, E. (1989) Anorexia nerviosa. Barcelona: Martínez Roca. Rodríguez Marín, I. (2004). Prevalencia de la población de riesgo para anorexia nerviosa en el alumnado de Educación Secundaria Obligatoria de la provincia de Jaén. Especial atención al uso excesivo del ejercicio físico. Tesis Doctoral. Universidad de Jaén. Serrato, G. (2000). Anorexia y Bulimia. Trastornos de la conducta alimentaria. Madrid: Libro-Hobby-Club. Toro, J. (1996) El cuerpo como delito. Anorexia, bulimia, cultura y sociedad. Barcelona: Ariel.

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