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21 Sep 2006

Estudio de la participación del jugador líbero en la recepción del saque en voleibol de categoría juvenil

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Tras la inclusión de la figura del líbero en la Liga Mundial de 1998 con la intención de compensar el mayor potencial ofensivo de los equipos frente a la capacidad defensiva, dicho jugador se ha convertido en un especialista en recepción, lo cual ha favorecido aún más las posibilidades de ataque de los equipos.

Autor(es): Moisés de Hoyo Lora; Santiago Romero Granados; Borja Sañudo Corrales; Luís Carrasco Páez.
Entidades(es): Departamento de Educación Física y Deporte. Universidad de Sevilla.Grupo de Investigación HUM-507: “Educación Física, Salud y Deporte”.
Congreso: II Congreso Internacional de Deportes de Equipo
Pontevedra: 21-23 de Septiembre de 2006
ISBN: 978-84-613-1659-5
Palabras claves: voleibol, líbero, recepción, saque. Volleyball, Libero, Reception, Serve

Resumen

 

Tras la inclusión de la figura del líbero en la Liga Mundial de 1998 con la intención de compensar el mayor potencial ofensivo de los equipos frente a la capacidad defensiva, dicho jugador se ha convertido en un especialista en recepción, lo cual ha favorecido aún más las posibilidades de ataque de los equipos. Con objeto de conocer el papel de este jugador en la categoría juvenil masculina, un total de 12 partidos fueron analizados por medio de una hoja de observación sistemática y en base a una metodología observacional determinando el “éxito de la recepción” con una modificación del sistema estadístico Kill-Error, valorando al mismo tiempo otras variables como: “función del receptor, técnica de recepción y técnica de saque”. Entre los resultados destaca el hecho de que el saque en salto en potencia sea el que origina un mayor porcentaje de error en los receptores (15%), sin embargo, su frecuencia de utilización es muy reducida (7,30%). Por su parte, es el líbero el encargado principal de la recepción (43,82%) en esta categoría pero su rendimiento es inferior a los receptores de zona 4 (32,60% vs. 36,60%). Es, por tanto, necesario plantearse cambios, bien en su elección o en la especialización del mismo.

 

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Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº9.

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Abstract:

 

After the libero inclusión on the Volleyball Word League in 1998 in order to compensate the offensive power of the teams, it have become in reception specialist which means greater attack possibilities for the teams. In order to know the role of this player in young males, 12 matches were analysed by using obserbational methodology and determining the “success of the reception” with a modified version of the Kill-Error statistical system and also other variables such us: “receptor fuction”, “reception technique” and “serve technique”. The results showed high error percentage in reception after power jump serves (15%), however the use of this serve was low (7.3%). In the other hand liberos are responsables on the 43.82% of the receptions in this category but their success is lower than the one reached by the 4 zone receptors (32.60% vs. 36.60%). Therefore may be useful to think in the election of the libero among the teams or maybe to think about their specialization.

INTRODUCCIÓN.

 

La recepción del saque es el primer elemento del juego dentro de la secuencia del Complejo I (KI). De forma general, podemos decir que los objetivos de la misma son: neutralizar el saque contrario y facilitar al máximo la construcción del ataque del propio equipo (Ureña y González, 2006). Por tanto, el criterio de eficacia fundamental en la ejecución técnica es la precisión, siendo el gesto más utilizado el pase de antebrazos, aunque en los últimos tiempos el pase de dedos se está incluyendo cada vez más para la recepción de saques flotantes.

Así pues, la importancia de la recepción del servicio estriba en la construcción de un ataque con éxito, puesto que si las recepciones son defectuosas, el balón no llegará al colocador en las condiciones idóneas para organizar un ataque eficaz (Ureña, Calvo y Lozano, 2002). En este sentido, la figura del líbero, tras su inclusión en las competiciones oficiales ha adquirido un papel más que relevante por convertirse en un especialista en recepción.

La introducción de la figura del líbero en las competiciones oficiales desde la Liga Mundial de la temporada 1998-99 supuso una transformación tanto en la filosofía como en la concepción del juego del voleibol desde sus orígenes. Tal y como se refleja en el reglamento, el líbero es un jugador especializado en defensa, que tan sólo puede sustituir a jugadores zagueros. Con la introducción de esta nueva figura, la FIVB pretendía abrir nuevos caminos en su persistente idea de buscar un equilibrio entre el potencial ofensivo de los equipos y la capacidad de respuesta defensiva a dicho ataque (Callejón, 2006a).

Teniendo en consideración lo anteriormente expuesto, la participación de este jugador está fundamentalmente encaminada a tres funciones: 1) La recepción del saque contrario; 2) La defensa del ataque; 3) La cobertura del ataque propio (apoyo). Profundizando en estas situaciones concretas se puede afirmar que las finalidades entre la primera situación y las otras dos son completamente antagónicas a lo pretendido por la FIVB, respecto a la introducción del líbero. Una mayor calidad en la recepción del saque favorece las posibilidades de puntuar mediante el ataque subsiguiente, lo cual significa una potenciación del complejo 1 (KI). La segunda y tercera posibilidad si pueden suponer una mejora en la capacidad defensiva de los equipos (Callejón, 2006a).

Si bien es cierto, cuando se incorporó dicha figura se pretendía equilibrar la relación ataque-defensa, hoy día, diversos estudios (Murphy, 1999; Zimmermann, 1999; Peña, 2000) concluyen que esta función está teniendo más repercusión sobre la recepción del saque que sobre la defensa, con lo que se favorece el juego de ataque más vistoso disminuyendo las opciones de puntuar del equipo que defiende (Ureña et al. 2002).

Por otro lado, debemos tener en cuenta que el voleibol es un deporte en el cual gran parte de las claves para el éxito deportivo se centran en el conocimiento exhaustivo de las capacidades y características presentadas por el rival durante el juego, circunstancia que lleva asociado el despliegue de toda una serie de medios de análisis técnico-tácticos cada vez más sofisticados (Díaz, 1992). Así pues, los métodos de observación, evaluación y análisis del rendimiento de los jugadores de voleibol nacen de la necesidad de encontrar unos procedimientos lo más objetivos y fiables posibles, con objeto de valorar la participación y el rendimiento, tanto de los jugadores de forma individualizada como del colectivo, durante la competición (Callejón, 2006a).

En este sentido, el presente estudio busca profundizar en el papel que juega la figura del líbero en el voleibol masculino de categoría juvenil, por tratarse, sin dudas, del elemento clave de algunos de los cambios significativos en la estructura y el rendimiento del voleibol en los últimos años.

MATERIAL Y MÉTODO

Muestra.

Un total de 12 partidos de categoría masculina (9 de fase previa y 3 de fase final) fueron analizados durante el “Campeonato de Andalucía de Selecciones Provinciales Juveniles”, celebrado en el Puerto de Santa María en diciembre de 2006.

Procedimiento.

El diseño de la siguiente investigación estaría englobado dentro de las observaciones externas no participantes, no reactiva (Anguera, Blanco, Losada y Hernández, 2000), directa (Anguera, 1986; Buendía, Colás y Hernández, 1998; Bisquerra, 2000), sistematizada preparada y natural (Anguera, 1986).

El instrumental de medida utilizado consiste en una hoja de observación sistemática donde se registran todas las variables ordenadas por acciones. La construcción de tales análisis pasa por el diseño de una metodología observacionalcapaz de analizar el significado de las conductas y que es susceptible de poder ser registrada y cuantificada sin ser sometida a manipulación alguna (Delgado, 1990).

Es fundamental que dicho instrumento pueda ofrecer datos fiables y reproducibles por cualquier observador entrenado en dicha escala, circunstancia que permitirá un análisis científico, sistemático y objetivo en todo momento (Oña, 1994).

Cada uno de los partidos seleccionados fue grabado, sin interrupciones, desde su comienzo hasta su final por una cámara de vídeo que, situada en el fondo de la pista, permitió seguir perfectamente todas las acciones del juego asociadas a cualquier jugador y/o elemento de la pista.

Para su análisis, todos los partidos fueron visionados por dos observadores previamente entrenados y a los cuales se les determinó un error porcentual menor de 2% (1.58%). Las fases del entrenamiento fueron replicadas del proceso especificado por Medina y Delgado (1999).

Se ha seleccionado como variable dependiente “el éxito de la recepción”, distinguiendo las recepciones perfectas, los errores y el resto, utilizando para su cuantificación una modificación del sistema estadístico Kill-Error, clasificándolas con valores de 0 a 4. Por otro lado, se determinaron también los parámetros eficacia (porcentaje de las acciones positivas entre el total), error (porcentaje de acciones negativas entre el total) y eficiencia (porcentaje de aciertos menos errores entre el total).

Las variables que se han tomado como independientes son: “función del receptor, técnica de recepción y técnica de saque” (Ureña, Calvo y Lozano, 2002). En función del receptor se diferencian los casos en los que el jugador responsable de recepción es a) líbero, b) cuatro o c) otros.En cuanto a la técnica de recepción se ha distinguido entre las que utilizaron a) pase deantebrazos, b) pase de dedos o c) otras.Se contempla la técnica de saque empleada en cada caso, atendiendo a los conceptos deflotabilidad frente a potencia y si el sacador se encuentra en apoyo o en suspensión en elmomento del golpeo. Esta variable se divide en las siguientes categorías: a) saque en apoyoflotante, b) saque en suspensión potente y c) saque en suspensión flotante.

Análisis estadístico.

Los datos fueron transcritos y tratados estadísticamente con software SPSS 12.0. Se realizó un análisis descriptivo mediante el estudio de frecuencias con sus correspondientes tablas, en donde se recogen los correspondientes porcentajes y su representación gráfica, con objeto de facilitar el análisis de los mismos. Por otro lado, se procedió a un análisis de medias, considerándose como estadísticamente significativo un valor de p < 0,05.

RESULTADOS

A continuación se muestran los resultados más relevantes obtenidos en el estudio, presentándose los datos totales, así como los equivalentes a los diferentes jugadores.

En primer lugar debemos contabilizar el número de acciones de recepción en las que se han visto implicados cada uno de los jugadores analizados. Así pues, los jugadores de zona 4 son los que más han intervenido, registrándose su participación en un 53,78% de las acciones contabilizadas, seguidos de los líberos, con un 43,82% de las recepciones y otros jugadores con un 2,48%.

En lo referente a la técnica de saque observamos como más de la mitad de los saques efectuados fueron flotantes en salto (58,21%), seguidos de los saques flotantes realizados desde el suelo (34,49%) y, en menor medida, los saques en potencia (7,30%).

En gráfico 1 se presentan los resultados obtenidos correspondientes a una valoración cuantitativa y cualitativa de la recepción del saque, en relación con las diferentes técnicas empleadas, atendiendo a la totalidad de las acciones registradas en la competición. Del análisis de la misma se deduce, que el mayor porcentaje de error, un 15%, se produce frente a saques en salto en potencia. Frente a saques flotantes realizados en salto, los errores suponen tan sólo un 6,58% y, mucho menor es la incidencia de los saques flotantes realizados desde el suelo sobre los errores, suponiendo un 4,23%. Si tenemos en cuenta el jugador implicado en la recepción del saque, podemos observar como el líbero presenta un 6,69% de error, siendo para los jugadores de zona 4 este porcentaje de un 5,44%, y, para otros jugadores del 8,57%.(gráfico 2 y Tabla 1).

Si analizamos la eficacia en recepción, es decir, aquellas recepciones excelentes o buenas, que permiten atacar con todas las posibilidades de pase colocación (valoradas con 3 o 4), observamos como frente a saques flotantes realizados desde el suelo ésta supone un 43,91%, un 39,18% respecto al total de saques flotantes en salto y, tan sólo, un 27,5% con saques en salto en potencia (gráfico 1). Atendiendo al jugador implicado en las mismas, el líbero presenta una eficacia del 37,30%, los jugadores de zona 4 del 39,30% y otros jugadores del 13,33% (gráfico 2 y Tabla 1).

Respecto a la eficiencia en recepción, los valores totales encontrados son del 39,68% para los saques flotantes realizados desde el suelo, del 32,60% para los saques flotantes realizados en salto y del 12,5% para saques en suspensión en potencia (gráfico 1). Si tenemos en cuenta el jugador implicado en la recepción, los líberos tienen una eficiencia media del 32,60%, los jugadores de zona 4 del 36,60% y otros del 6,66% (gráfico 2 y Tabla 1).

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 9

Tabla1: Éxito de la recepción en función del jugador y del tipo de saque.

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 9

Si tenemos en cuenta gesto técnico empleado en la recepción del saque, los datos muestran como en la mayoría de las acciones se utiliza el toque de antebrazos (79,86%), utilizándose el toque de dedos en un menor porcentaje (20,14%). Atendiendo al jugador implicado en la recepción se obtuvo para los líberos un 20,51% de recepciones de dedos, mientras que para los jugadores de zona 4 el porcentaje obtenido fue de 26,28%, siendo, por tanto, el porcentaje de recepciones de antebrazos de un 79,49% y de un 73,72% respectivamente.

Respecto a la eficacia, error y eficiencia, los porcentajes obtenidos, tal como muestra el gráfico 3, para el pase de dedos son 52,80%, 3,20% y 49,60% respectivamente, mientras que para la recepción de antebrazos se observa como disminuyen los valores de eficacia (36,45%) y eficiencia (30,21%) y aumenta el error (6,23%). Atendiendo al receptor implicado, los líberos al utilizar la recepción de dedos presentan unos porcentajes de 58,33%, 0% y 58,33% respectivamente, mientras que para la recepción de antebrazos éstos son 34,95%, 6,42% y 28,49%. En el caso de los jugadores de zona 4, los valores obtenidos para la recepción de dedos son 49,35% de eficacia, 5,19% de error y 44,15% de eficiencia, mientras que para la recepción de antebrazos estos son 39,35%, 5,09% y 34,26% respectivamente (gráfico 4 y tabla 2).

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 9

Tabla 2: Éxito de la recepción en función del jugador y de la técnica empleada.

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 9

Al analizar el valor medio de éxito en las recepciones contabilizadas, se observa como éste es mayor en los jugadores de zona 4 (2,39 ± 1,17) que en los líberos (2,05 ± 1,17). Sin embargo, no podemos decir que las diferencias sean estadísticamente significativas (p=0,2).

DISCUSION

Tal como se ha mostrado en los resultados, la importancia que tiene el tipo de saque empleado y la técnica de recepción ejecutada es fundamental en el rendimiento de la recepción. El análisis de estos parámetros permitirá definir el papel que juega el líbero, junto con los otros receptores, en esta acción del juego en categoría juvenil masculina.

En el estudio realizado por Ureña et al. (2002), sobre la recepción del saque, referido al líbero, se observó que la participación de éste en la recepción era de un 32,9% frente al 50,8% de un receptor zaguero y el 16,3% de un delantero (67,1% si contabilizamos a los dos jugadores de zona 4). Concluyendo este estudio que la figura del líbero no tiene una participación alta en el juego, ya que, al menos, en la recepción del saque no suponía ninguna variación del rendimiento en esta acción, ni en el resultado de la jugada. Una menor participación del líbero en recepción, concretamente del 20,7%, se encontró en el campeonato del mundo de 1998 (Ureña, et al., 2000). Sin embargo, en nuestro estudio la participación de éste es mucho más importante (43,82%), lo cual se puede deber al menor porcentaje de eficacia que presentan estos jugadores en relación a los otros receptores principales.

En voleibol masculino la técnica de ejecución del saque ha variado a lo largo del siglo XX. En la actualidad la mayoría de los jugadores efectúan saques, bien flotante en apoyo, bien en salto potente, existiendo además la posibilidad de realizar saque flotante en salto, siendo lo habitual en este momento un aumento en cuanto a la fuerza (Alemany, 2000).

En este sentido, en el estudio de Ureña et al. (2002) llevado a cabo durante el campeonato nacional de liga en la temporada 1998/99, se observó como el saque en suspensión potente supuso un 25,4%, en apoyo flotante el 59,2% y en suspensión flotante el 15,4%. Por otra parte, Callejón (2006b) en su análisis del equipo nacional español durante la Liga Mundial de Voleibol y el Campeonato de Europa de 2003, refleja unos porcentajes incluso mayores (76,2%) para el saque en potencia en salto, siendo menos importantes los saques flotantes tanto en apoyo con en salto (3,2% y 20,6% respectivamente). Los porcentajes se invierten totalmente en nuestro estudio, siendo el saque más utilizado el flotante en salto (58,21%), seguido de los saques flotantes realizados desde el suelo (34,49%), y en último lugar los saques en potencia en salto (7,30%).

El análisis de la eficacia, el error y la eficiencia de la recepción nos dará orientaciones sobre las posibilidades de los distintos equipos en categoría juvenil masculina de ofrecer un mayor rendimiento en recepción ante la utilización de un determinado tipo de saque. Si comparamos los datos obtenidos en nuestro estudio con otros realizados con jugadores de élite (Ureña et al., 2000; Ureña et al., 2002; Callejón, 2006b) podemos observar como la mayor eficacia se obtiene, al igual que en nuestro caso, frente a saques flotantes realizados desde el suelo, sin embargo el valor obtenido es mucho menor en nuestro estudio (43,91% frente a 83,33%, 69,02% y 87,95% respectivamente). Igualmente, el error se reduce frente a este tipo de saques considerablemente. El saque que mayores perjuicios ocasiona a la recepción es el realizado en potencia en salto, observándose en este caso una menor eficiencia, la cual se acrecienta mucho más en nuestro estudio. A pesar de ello, como ya hemos comentado, los saques en potencia en salto son los menos utilizados en categoría juvenil, lo cual puede ser debido quizás al mayor riesgo que entraña su utilización. A su vez, los resultados muestran como los jugadores de “zona 4” obtienen un mejor rendimiento que los líberos.

Por último, si atendemos a la técnica empleada para la recepción, es significativo como el porcentaje de utilización del pase de antebrazos es mayor que el pase de dedos. Sin embargo, observamos como aumenta ligeramente el porcentaje de utilización del pase dedos al compararlo con la élite masculina, siendo éste del 11,0% (Ureña et al., 2002), debido fundamentalmente a la menor utilización del saque en potencia en categoría juvenil. Otro aspecto relevante en este sentido, es la eficacia obtenida con cada uno de los gestos técnicos, así, si en el estudio de Ureña et al. (2002), en la élite masculina, ésta era del 64,1% para antebrazos y de 82,2% para dedos, en el nuestro estos porcentajes se reducen significativamente

CONCLUSIONES

Es de esperar que el análisis presentado en este estudio pueda contribuir a un mejor entendimiento de la función que desempeña el líbero en la categoría juvenil masculina, así como al establecimiento de los parámetros de eficacia de los receptores, con objeto de planificar correctamente los entrenamientos.

Así pues, entre las conclusiones más relevantes del presente estudio podemos encontrar las siguientes:

  • El porcentaje de participación del líbero en recepción supone casi la mitad de las acciones contabilizadas, lo que denota una implicación importante de éste en dicha categoría.

  • Teniendo en cuenta el mayor porcentaje de saques flotantes frente a saques en potencia que se da en esta categoría, destaca una mayor aparición de la técnica de dedos en la recepción en relación a la élite masculina, siendo al mismo tiempo el rendimiento mucho mayor cuando se emplea esta técnica de recepción en lugar del pase de antebrazos.

  • El saque en salto en potencia es el que origina un mayor porcentaje de error en los receptores. Sin embargo, su frecuencia de utilización es muy reducida.

  • El líbero a pesar de ser considerado un especialista en recepción, ha obtenido unos valores de rendimiento ligeramente inferiores al resto de receptores, lo que plantea la necesidad de analizar con mayor detalle que jugador debe desempeñar dicha función.

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