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21 Sep 2006

“La preparación para el alto rendimiento”

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El objeto de organizar una mesa redonda en el marco de un Congreso Internacional, es conocer el punto de vista de distintos expertos sobre un tema concreto para que una vez concluida la intervención de todos los expertos, el auditorio pueda formular sus preguntas a la mesa redonda.

 
Autor(es): Dr. Isidoro Martínez Martín
Entidades(es): Profesor de balonmano Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. (ULE). Profesor de Teoría y Práctica del Entrenamiento Deportivo. Escuela Nacional de Entrenadores de Balonmano (R.F.E.BM).
Congreso: II Congreso Internacional de Deportes de Equipo
Madrid– 21-23 de Septiembre de 2006
ISBN: 978-84-613-1659-5
Palabras claves: PREPARACIÓN, ALTO RENDIMIENTO

Resumen

El objeto de organizar una mesa redonda en el marco de un Congreso Internacional, es conocer el punto de vista de distintos expertos sobre un tema concreto para que una vez concluida la intervención de todos los expertos, el auditorio pueda formular sus preguntas a la mesa redonda. En mi intervención voy a tratar de argumentar varias ideas que llevo defendiendo algunos años en todos aquellos foros en los que he podido participar como ponente, y que también he tratado de transmitir a los alumnos de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de León, así como a los alumnos que anualmente asisten al Curso Nacional de Entrenadores de Balonmano. Gracias a la profesionalización del deporte, al aumento del número de Facultades de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, a la intervención de Ciencias afines que facilitan el análisis del Deporte desde distintas perspectivas, y a que el Deporte tiene cada vez más relevancia en la sociedad, tenemos análisis cada vez más completos y rigurosos de todas las modalidades deportivas. Sin embargo, preocupados por profundizar en el alto rendimiento, que es la parte más evolucionada y específica, se descuidan etapas anteriores, se suprimen periodos en las etapas de formación y en definitiva se limitan las posibilidades que potencialmente tienen los jugadores.

El trabajo de Condición Física y concretamente la mejora de la Fuerza será la llave que permita al jugador con talento acceder al alto rendimiento; un buen trabajo físico, junto con buena formación técnico-táctica, van a ser las claves para que cada vez sean más los deportistas que teniendo posibilidades para llegar a la élite, lo consigan. En ambas facetas la aportación de los técnicos va a resultar determinante.

Completa la información

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº9.

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Introducción.

El objeto de organizar una mesa redonda en el marco de un Congreso Internacional, es conocer el punto de vista de distintos expertos sobre un tema concreto para que una vez concluida la intervención de todos los expertos, el auditorio pueda formular sus preguntas a la mesa redonda. En mi intervención voy a tratar de argumentar varias ideas que llevo defendiendo algunos años en todos aquellos foros en los que he podido participar como ponente, y que también he tratado de transmitir a los alumnos de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de León, así como a los alumnos que anualmente asisten al Curso Nacional de Entrenadores de Balonmano. Gracias a la profesionalización del deporte, al aumento del número de Facultades de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, a la intervención de Ciencias afines que facilitan el análisis del Deporte desde distintas perspectivas, y a que el Deporte tiene cada vez más relevancia en la sociedad, tenemos análisis cada vez más completos y rigurosos de todas las modalidades deportivas. Sin embargo, preocupados por profundizar en el alto rendimiento, que es la parte más evolucionada y específica, se descuidan etapas anteriores, se suprimen periodos en las etapas de formación y en definitiva se limitan las posibilidades que potencialmente tienen los jugadores. El trabajo de Condición Física y concretamente la mejora de la Fuerza será la llave que permita al jugador con talento acceder al alto rendimiento; un buen trabajo físico, junto con buena formación técnico-táctica, van a ser las claves para que cada vez sean más los deportistas que teniendo posibilidades para llegar a la élite, lo consigan. En ambas facetas la aportación de los técnicos va a resultar determinante.

1ª idea.- Para que el deportista llegue a las cotas más altas, tiene que entrenar en la formación con cargas generales.

Cuando hablamos de preparación para el alto rendimiento, un contexto demasiado frecuente es el siguiente: “algún jugador con condiciones para ser a medio o largo plazo buen jugador, en un club con escasos medios humanos y materiales”; otros más afortunados tendrán la suerte de encontrarse en un contexto más favorable: “un club con medios humanos y materiales, cuya perspectiva es incorporar talentos para terminar su formación y facilitarles las mejores condiciones para convertirse en jugadores de élite”. En ambos casos, aunque el resultado producido por la aplicación de distintos métodos de entrenamiento se pueda calificar como bueno, el objetivo principal cuando trabajamos con deportistas que en etapas de formación, tendría que ser el mismo: imprimir al jugador cargas de trabajo que aumenten su Condición Física General, y así, una vez concluidas estas etapas, le permita llegar a las cotas más altas dentro de su modalidad deportiva gracias al trabajo específico. En mi opinión se habla demasiado alegremente de trabajo específico cuando nos referimos a las etapas de formación; se programa el entrenamiento en base a modelos de planificación propios del alto rendimiento, y nos olvidamos de considerar con qué deportistas estamos trabajando, en qué momento de su desarrollo se encuentran, incluso el bagaje que tienen en toda su vida como deportistas. Se quiere ir demasiado rápido y el rendimiento no asegura el rendimiento, es decir, el hecho de que un deportista obtenga excelentes resultados entre los 14 y 18 años, no asegura que siga siendo el mejor jugador cuando llegue a las etapas de madurez. El jugador tiene que tener unas buenas condiciones de trabajo, pero se tiene que adecuar el trabajo a su edad. El cuerpo humano no ha evolucionado para realizar ningún deporte en concreto, estamos diseñados para realizar tareas de lo más variado y preciso, pero no evolucionamos para ningún deporte en particular; por eso una reflexión podría ser la siguiente: si al practicar cualquier tarea técnico-táctica de un deporte, sometemos al organismo a un esfuerzo, solicitando la intervención de determinados grupos musculares para realizar gestos muy concretos, y con el entrenamiento físico solicitamos los mismos grupos musculares y realizamos el mismo tipo de esfuerzos ¿no estaremos sobrecargando ese organismo?. Por ello considero fundamental la aplicación de cargas generales en el entrenamiento físico, tanto en la formación (durante gran parte del año), como en las etapas de rendimiento (en momentos muy puntuales). Con esto no pretendo quitar valor al trabajo específico; la idea del “entrenamiento integrado” no es novedosa, desde hace ya dos décadas la mayoría de los entrenadores de deportes colectivos coincidimos en la necesidad de aproximar el entrenamiento a la competición, y la filosofía común de trabajo es dotar al deportista de la capacidad para realizar con mayor eficacia las acciones que exige cada modalidad deportiva.

En cualquier caso voy a citar algunas ventajas e inconvenientes de este tipo de estímulos físicos:

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 9.

Podemos considerar por lo tanto este tipo de trabajo más específico como una buena alternativa, incluso una herramienta fundamental en determinados momentos; pero no se justifica el rechazo que han tenido los métodos tradicionales y el olvido que han sufrido las cargas generales. Hablar del proceso de entrenamiento implica referirse a las clásicas líneas de tendencia ondulantes ascendentes y descendentes del conocido Macrociclo Complejo. Consiste en la sucesión rítmica de la disminución/desaparición de unos parámetros y el aumento/aparición de otros a medida que nos acercamos a las fechas importantes de la temporada. Estas líneas de tendencia, van a ser más difíciles de establecer en los deportes en los que hay multitud de factores a tener en cuenta y que por supuesto van a ser motivo de entrenamiento, así es el caso de los deportes colectivos, en los que hay que establecer las cargas óptimas del equipo y del sujeto. Así las cosas, se podría aceptar para las etapas de formación este modelo clásico introduciendo algunas variaciones, al tiempo que modificamos algunos parámetros, teniendo en cuenta que la intensidad va a ser un factor clave en lo que se refiere a la obtención del alto rendimiento, y que por lo tanto las variaciones tendrán que venir dadas por la alternancia de los tipos de contenidos, esto es, más específicos cuanto más próximo esté el momento importante de la temporada, más generales cuando estemos alejados de momentos importantes.

2ª.- La llave para acceder al alto rendimiento es el aumento de la fuerza como capacidad física.

Si queremos desarrollar en nuestros deportistas una buena condición física, tendremos que ser capaces de realizar trabajos con vigor (Fuerza), efectividad (Velocidad), y retardando la aparición de la fatiga (Resistencia), por eso es necesario trabajar todas las Capacidades Físicas Básicas de forma armónica y paralela. Pero después de bastantes años trabajando con deportistas en sus últimas etapas de formación, estoy plenamente convencido que de las tres capacidades citadas, hay que dedicarle más tiempo a la Fuerza. Convencidos plenamente de la estrecha relación que existe entre fuerza y velocidad, se puede observar que normalmente los mejores equipos de cualquier modalidad deportiva, lo son no sólo por tener los mejores jugadores técnica y tácticamente, sino también porque físicamente son los equipos con mayor potencial. Con este razonamiento tan simple, hace ya algunas temporadas y llevando la preparación física de un equipo de balonmano, planteamos mejorar la Fuerza sensiblemente a los jugadores jóvenes, realizando un seguimiento de la variación que sufrían sus conductas motrices con la modificación de sus parámetros de Fuerza. Entendíamos que con un trabajo suplementario de Fuerza con carácter general, si sus prestaciones motrices no disminuían, su rendimiento podría verse incrementado notablemente. Esta experiencia consistió en un proyecto de mejora física durante un año, con jugadores en edad de formación, y se desarrolló paralelamente al técnico-táctico conjunto de todo el equipo. Hay que señalar las dificultades que tuvimos al desarrollar un programa de trabajo para unos jugadores, con el trabajo específico del resto del equipo. Los jugadores que desarrollaron el programa estaban inmersos en su propia competición, y por lo tanto como tal se les exigía cierto rendimiento con carácter inmediato. Buscamos un método de entrenamiento de la fuerza cuyo objetivo fuera el “desarrollo muscular”, elegimos seis ejercicios que desarrollaran los grupos musculares considerados a nuestro criterio principales en balonmano, les ordenamos por “pares” de grupos musculares antagonistas (cuadriceps – bíceps femoral; pectoral – dorsal; y tríceps – bíceps) y durante todo el año, respetando los periodos vacacionales, los jugadores hacían tres veces por semana el trabajo general de hipertrofia. Independientemente a este trabajo, los jugadores realizaban el resto del trabajo con el equipo, esto es, todas las sesiones técnico-tácticas las realizaban con el resto de los compañeros, y los días alternos que ellos no tenían que realizar su trabajo de desarrollo muscular, también hacían un trabajo con el resto del equipo para los grupos musculares que podrían considerarse complementarios. Periódicamente se realizaron a los jugadores test de Fuerza Dinámica Máxima (1 RM), para ver si realmente mejoraban sus valores de Fuerza absoluta, y paralelamente se les realizaron pruebas de condición motriz con el objetivo fundamental de que ellos mismos vieran que el hecho de realizar pesas con carácter general, no sólo no repercutiría en ellos con una pérdida de velocidad y explosividad, sino que el efecto sería el contrario. Así fue, los resultados fueron que todos los jugadores sometidos al estudio mejoraron notablemente en fuerza, y paralelamente sus cualidades motrices se vieron aumentadas de manera considerable, con lo cual podíamos deducir que el rendimiento sería superior. Y sobretodo, que habíamos creado un buen trabajo de base para que nuestros deportistas pudieran llegar a desarrollar un nivel superior en su deporte.

3ª.- La formación del jugador es paralela a la calidad de los técnicos.

Aunque es el bloque temático de la sexta mesa redonda, una pequeña referencia a este aspecto que creo fundamental. Para el entrenador de un club de base y el monitor deportivo, los artículos con carácter científico generalmente aportan poco. Del volumen total de una publicación con carácter científico, gran parte son las opiniones de unos y de otros (la mayor parte en inglés), parece además que cuantas más referencias bibliográficas mejor es el trabajo; otra parte es la explicación del método de trabajo así como los datos que certifican la veracidad de ese método aplicado. Sinceramente, creo que el entrenador de etapas de formación, solicita opiniones concretas, no resúmenes o recopilaciones de opiniones citadas de unos cuantos, y sobretodo argumentos metodológicos que le ayuden a mejorar en cada sesión de entrenamiento. Con esto no niego que las nuevas tecnologías, la fisiología del ejercicio, la biomecánica, la psicología, etc., ayudan a profundizar en el Deporte y por lo tanto a su avance, pero considero que lo verdaderamente importante son las sesiones de entrenamiento y llegados al último nivel de concreción, las tareas de entrenamiento o los contenidos. En muchos casos, los técnicos aplican métodos de entrenamiento que a ellos les aplicaron en su época como entrenadores, otras veces copian ejercicios que han visto hacer a equipos de superior categoría, incluso planteamientos que como se han hecho siempre se siguen haciendo. El entrenador tiene que aprender a crear los ejercicios observando las características de sus jugadores, las carencias del equipo, las lagunas que aprecia en la competición; y sobretodo acostumbrarse a planificar por escrito.

 

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