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17 May 2012

Manejo del asma bronquial inducido por el ejercicio en niños entre 6 y 12 años

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El asma es una de las enfermedades crónicas más frecuentes, cuyos síntomas son; falta de aire, dificultad respiratoria, silbido en el pecho y tos. Estos síntomas se manifiestan en forma de crisis que se repiten con grados de severidad desde lo esporádico hasta una frecuencia e intensidad tal que pueden afectar seriamente la calidad de vida de las personas que la padecen.

Autor(es):Cristina Anguita Carpio. Mª Victoria Rodríguez Cano
Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba

Congreso: IV Congreso Internacional de Ciencias del Deporte y la Educación Física. (VIII Seminario Nacional de Nutrición, Medicina y Rendimiento Deportivo)
Pontevedra, España, 10-12 Mayo 2012
ISBN: 978-84-939424-2-7
Palabras Clave: : Asma inducida por ejercicio, niño, ejercicio físico

Manejo del asma bronquial inducido por el ejercicio en niños entre 6 y 12 años

RESUMEN COMUNICACIÓN/PÓSTER

TÍTULO
Manejo del asma bronquial inducido por el ejercicio en niños entre 6 y 12 años
INTRODUCCIÓN: El asma inducida por el ejercicio (AIE) es una bronconstricción de 5 a 20` que aparece tras el ejercicio o en el curso del mismo. Lo padece el 80% de los niños con asma, se manifiesta con tos, sibilancias, dolor torácico y dificultad respiratoria.
El ejercicio físico es necesario para los niños, proporcionando momentos felices a la vez que se preparan para una vida saludable cuando sean adultos, por ello, el niño asmático no debe una excepción, y debe realizar ejercicio de manera adecuada.
OBJETIVOS: El objetivo principal es mantener al niño de 6 a 12 años con AIE asintomático al realizar ejercicio físico. Para ello nos proponemos manejar, prevenir y controlar los fármacos en un AIE.
MÉTODO: Realizaremos una educación grupal dividida 4 sesiones de 2 horas, en la que enseñaremos a manejar, prevenir y controlar farmacológicamente un AIE. El grupo estará formado por 10 niños con AIE entre 6 y 12 años de edad. Irán acompañados por un padre o tutor a las sesiones que tendrán una parte teórica y otra práctica.
RESULTADOS: Los niños con AIE pueden hacer todo el ejercicio que deseen, recibir una adecuada educación sanitaria es decisivo para mantener su calidad de vida. El niño se mantiene en forma, mejora la respiración y puede reducir la frecuencia y severidad de las crisis asmáticas.
CONCLUSION: Para realizar ejercicio es necesario tomar la medicación antes de la actividad, calentar, realizar ejercicio a intervalos en un ambiente cálido y húmedo, respirar por la nariz y llevar siempre la medicación de rescate. Se debe evitar ejercicio intenso cuando el asma no está controlada, se tiene una infección respiratoria, pitos o tos intensa, o no se tiene una buena condición física.

INTRODUCCIÓN

El asma es una de las enfermedades crónicas más frecuentes, cuyos síntomas son; falta de aire, dificultad respiratoria, silbido en el pecho y tos. Estos síntomas se manifiestan en forma de crisis que se repiten con grados de severidad desde lo esporádico hasta una frecuencia e intensidad tal que pueden afectar seriamente la calidad de vida de las personas que la padecen. Se producen porque los bronquios se inflaman y se cierran bruscamente impidiendo el paso normal del aire y generando de esta manera característica, una dificultad para exhalar el aire contenido en los pulmones.

El consenso internacional del nacional Herat-lung and blood institute de bethesda acordó, en el año 1992, definir el asma como una enfermedad inflamatoria crónica de las vías respiratorias que facilita en personas susceptibles el cierre de éstas, habitualmente reversible de forma espontánea o con tratamiento, ante una amplia variedad de estímulos y que suele traducirse en la ocurrencia de síntomas en forma de crisis, cuya intensidad y frecuencia depende de la intensidad de la enfermedad.

El asma tiene un componente hereditario, unido a un desencadenante externo que generalmente son de naturaleza ambiental. Algunos alérgenos ambientales como el humo de un cigarro o de un fuego, la polución del aire, el aire acondicionado, el polen, los animales, el polvo de la casa, los olores fuertes tal como perfume o el escape de un autobús, el serrín, las industrias químicas y la realización de ejercicio físico pueden provocar un ataque de asma.

El asma bronquial es un importante problema crónico mundial y aunque su contribución a la mortalidad es escasa, no lo es su impacto en la morbilidad y calidad de vida de los pacientes y sus familias. Se estima que la prevalencia en la población general es del 3-7%, mientras que la incidencia se aproxima al 0,2% anual para la población adulta y al 0,7-1,4% para la infantil. En relación con la edad, el asma es más frecuente en la infancia (se considera el proceso crónico más frecuente  en este grupo de edad) y se estima que en promedio 1 de cada 6-10 niños es asmático; de hecho, el 60-80% de los casos se inician en la infancia (el 67% de estos antes de los 5 años de edad). Respecto al sexo, la razón de prevalencia antes de la pubertad es 2:1 a favor de los varones, aunque por encima de los 40 años es más frecuente en las mujeres. En cuanto a la mortalidad por asma, esta es baja. En España se estima una tasa de mortalidad específica de 3,35 por 100.000 habitantes.

Diversos estudios muestran que el asma interfiere de forma importante en la vida de los pacientes y de sus familias. Constituyen la causa principal de absentismo escolar y laboral, de limitación para la realización de actividades de la vida diaria, la realización de ejercicio físico y de actividades de ocio.

El asma inducida por el ejercicio (AIE) es un fenómeno que puede ocurrir de forma aislada o en asociación con cualquier tipo de asma. El 80% de los niños con asma pueden presentar una bronconstricción de 5 a 20 minutos después de realizar ejercicio o en el curso del mismo, por un mecanismo que parece incluir el enfriamiento, la sequedad relativa de la vía aérea secundaria al aumento de la ventilación y la pérdida de calor de la vía aérea. Sin embargo, y dado el beneficio psicoemocional e integrador del ejercicio, es un error sobreproteger al niño asmático e impedirle un nivel normal de ejercicio físico.

La crisis de asma ocasionada por el ejercicio es indistinguible de aquella precipitada por otro estímulo; y suele manifestarse con tos, sibilancias, dolor torácico o sensación de opresión torácica y un grado variable de dificultad respiratoria, que ocurre durante, o sobre todo, tras el ejercicio. Sólo ocasionalmente se manifiesta con tos como único síntoma, y muy rara vez es tan grave como para requerir hospitalización. Además, a diferencia de los alérgenos, las virasis o la aspirina, el ejercicio no causa obstrucción bronquial intensa ni prolongada; tampoco induce deterioro de la función pulmonar ni incrementa la hiperreactividad bronquial, por lo que, por sí sólo no determina la necesidad de usar terapia continuada.

Hay factores que aumentan la intensidad del AIE, como: la contaminación ambiental (dióxido de sulfuro), la exposición a pólenes en polínicos, las infecciones respiratorias, y condiciones ambientales que pueden aumentar el grado de AIE, como: la duración e intensidad del ejercicio, y la temperatura y humedad ambientales.

El diagnóstico de AIE se realiza por la historia clínica y se confirma con la prueba de esfuerzo. En la historia clínica debemos detallar: el grado de ejercicio que produce el problema, el tiempo de comienzo y los síntomas que desarrolla; así como la necesidad de tomar o no medicación; aunque siempre hay que desconfiar un poco de lo que nos cuentan el niño o adolescente, que muchas veces niegan u ocultan estos síntomas y luego presentan un grado de broncoconstricción importante en la prueba de esfuerzo. Como prueba de esfuerzo podemos emplear: la carrera libre o la banda sin fin.
La cinta sin fin se utiliza en medios hospitalarios, es fácil de realizar, permite un mejor control de las condiciones ambientales y de la situación clínica del paciente durante el ejercicio. La carrera libre es el método más utilizado, lo podemos hacer cualquiera de nosotros, es la prueba que produce con más facilidad asma y la que proporciona  un mayor número de resultados positivos. Consiste en una carrera de unos 5′ de duración (mínimo de 3′, máximo de 6′, más tiempo no incrementa el grado de broncoconstricción), de esfuerzo intenso, que permita un incremento de la frecuencia cardíaca, de al menos 170 lpm o del 80% del máximo para la edad (220 – edad en años); y se realizan espirometrías: antes del ejercicio, a los 3, 5, 10, 15 y 30′.
El juegoofrece al niño momentos felices a la vez que le enseña tolerancia, adaptación a los demás, resistencia al dolor y a los desengaños y le enseña como soportar la derrota, así como a ganar. A través del juego con compañeros puede apreciar y comparar sus habilidades y su autoimagen. Por ello el juego y la actividad física son una necesidad, además de un deseo propio de la edad infantil y en los niños con problemas de salud, como el asmático, el juego es habilitación y en ocasiones también terapia.

El ejercicio físico es necesario para todos los niños, y les proporcionan momentos felices a la vez que les enseñan a prepararse para una vida saludable cuando sean adultos, por ello, el niño asmático no debe ser una excepción, y debe realizar ejercicio físico de manera adecuada.

Las ventajas del ejercicio físico en el niño asmático son:

  • Mejora el desarrollo del niño.
  • Mejora la condición física y la propia tolerancia al ejercicio.
  • Los ataques ocasionados por el esfuerzo se reducen o son menos fuertes.
  • Las crisis se controlan mejor.
  • Ayuda a disminuir el nerviosismo ocasionado por los ataques.

 

OBJETIVOS

El objetivo principal que se intenta conseguir con este programa es mantener al niño de 6 a 12 años con AIE asintomático al realizar ejercicio físico. Para ello nos proponemos los siguientes objetivos específicos:

  • Controlar un AIE en un niño de 6 a 12 años
  • Conocer cómo prevenir un AIE en un niño de 6 a 12 años
  • Manejar los fármacos en un AIE en un niño de 6 a 12 años

 

MÉTODO

Para alcanzar los objetivos que nos hemos propuesto realizaremos una educación grupal, ésta tiene como ventajas el ahorro en personal y tiempo, y dar a los pacientes la posibilidad de relacionarse entre sí. Pretendemos que el niño sea capaz de realizar ejercicio físico adaptado a su situación asmática, con la menos sintomatología posible, por ello, será necesario complementar la educación grupal con sesiones de educación individualizadas.

Numerosos estudios demuestran que aquellas intervenciones educativas que incluyen un plan de automanejo escrito y revisiones periódicas han conseguido disminuir los ingresos hospitalarios, las visitas a urgencias o las visitas no programadas al médico de cabecera por crisis asmática.

Desarrollaremos una serie de talleres a lo largo de 4 sesiones, siendo de 2 horas de duración cada una, todos los viernes durante 4 semanas.

El grupo estará formado por 10 niños diagnosticados con asma inducido por el ejercicio entre 6 y 12 años de edad. Irán acompañados por un padre, tutor o familiar a las sesiones. Cada sesión tendrá una parte teórica y otra práctica, para adquirir mejor los conocimientos y hacer amenas las sesiones. Al principio de cada sesión se preguntará si hay alguna duda con respecto a los contenidos de sesiones anteriores.

En la primera sesión, lo primero que haremos será presentarnos, (nuestros nombres y  categoría profesional), luego expondremos los objetivos del programa, la duración del mismo y de las sesiones y los contenidos que se tratarán. Después de esto, se presentarán los asistentes para facilitar el conocimiento del grupo. Explicaremos el concepto de asma inducido por el ejercicio y sus síntomas. Sobre todo, haremos hincapié en que realizar ejercicio es necesario para que el niño lleve una vida saludable.

Para empezar la práctica vamos a realizar algunos ejercicios posturales:

  • Durante la marcha, tomar aire por la nariz al  dar un paso y botar la o lentamente con los labios recogidos, mientras se dan tres pasos.
  • En posición cuadrúpeda conla espalda recta, tomar aire por la nariz mientras baja el diafragma y luego botar el aire lentamente, con los labios recogidos por 10 segundos mientras se sube el diafragma.

 

En la segunda sesión enseñaremos como evitar un AIE, abordaremos los siguientes contenidos:

  • Realizar el ejercicio en condiciones ambientales adecuadas. Deben evitarse los ambientes exteriores fríos, contaminados y con carga alergénica intensa (sobre todo en primavera).
  • Realizar un calentamiento previo, sobre todo cuando se va a realizar un ejercicio físico intenso programado. El mecanismo por el que el calentamiento mejora el AIE es por la producción de un estado refractario progresivo.
  • Evitar realizar una actividad física intensa cuando el asma del día a día no está controlada, si se tiene una infección respiratoria, si se notan pitos o se tiene mucha tos.
  • Evitar hacer ejercicios muy intensos o de mucha duración, especialmente mientras no se haya alcanzado una buena condición física y no se conozcan los límites personales del ejercicio.

 

En la parte práctica realizaremos ejercicios de reeducación y fortalecimiento diafragmático:

  • Sentado frente a una mesa, colocar un  recipiente con agua y un pitillo. Tomar aire por la nariz y botarlo lentamente a través del pitillo durante 10 segundos haciendo burbujas, luego tomar aire por la nariz.
  • Paciente acostado boca arriba. Colocar un libro sobre el abdomen, tomar aire por la nariz y levantarlo, luego bajarlo lentamente al botar el aire con los labios recogidos durante 10 segundos.

 

En la tercera sesión abordaremos el manejo de una crisis durante el ejercicio, trataremos los siguientes contenidos:

  • Tranquilizar al niño, ya que el pánico acompaña a la disnea, se añadirá una situación de hiperventilación excesiva, que puede llevar a una alcalosis respiratoria precoz, con síntomas de parestesias e incluso tetania (espasmos musculares).
  • Dejar de hacer el ejercicio, o ralentizarlo hasta el mínimo tolerado.
  • Permitir que se pueda respirar bien. Los compañeros no deben situarse alrededor de la persona que tiene el ataque.
  • Tomar las medicinas broncodilatadoras -por lo general fármacos ß-miméticos “de rescate” o acción rápida- lo antes posible.
  • Iniciar la respiración silbante. Fruncir los labios como si se fuera a silbar. Este tipo de respiración permite que el aire pueda salir de los pulmones y evita la respiración rápida, superficial e ineficaz de la hiperventilación.
  • Cuando se solucione la crisis, tratar de volver de nuevo al ejercicio si no se está muy cansado, pero hacer el ejercicio de manera más suave. Si el niño no se recupera como en otras ocasiones, se debe tomar otra dosis de broncodilatador y consultar a un profesional sanitario o acudir al centro de salud más cercano.

En la parte práctica abordaremos los ejercicios que ayudan a manejar la crisis asmática:

  • El paciente debe estar sentado, con piernas cruzadas, manos con las palmas hacia arriba y cuerpo hacia delante, tomar aire por la nariz y luego botarlo lentamente por 10 segundos con los labios recogidos.
  • En igual posición tomar el aire por la nariz botarlo lentamente durante 10 segundos, mientras una persona ejerce presión hacia adentro, con las manos a lado y lado del tórax.

 

En la cuarta sesión vamos a abordar el manejo farmacológico en un AIE, el tratamiento que utiliza el niño asmático también mejora el AIE de forma que los niños tratados tienen mejor respuesta al ejercicio que los no tratados. Los fármacos más potentes son los corticoides inhalados, no deben utilizarse como tratamiento previo al ejercicio, sino como tratamiento diario, sistemático, siguiendo las directrices generales de tratamiento del asma. Otros fármacos preventivos del asma, como los antileucotrienos, particularmente montelukast y zafirlukast, tienen un efecto importante y rápido sobre el asma inducida por el ejercicio. Los b2 adrenérgicos de acción prolongada también mejoran el AIE, y en general deben utilizarse junto con los corticoides inhalados para evitar la taquifilaxia. Por el contrario, las cromonas tienen más efecto como tratamiento antes del ejercicio que como tratamiento preventivo general.
También se puede administrar un tratamiento antes de realizar el ejercicio. Los dos grupos principales de fármacos útiles con esta estrategia de tratamiento son las cromonas (cromoglicato y nedocromil) y los betaadrenérgicos.

En la parte práctica recordaremos la forma adecuada de utilizar los inhaladores.

MATERIAL:

Los recursos humanos de los que disponemos son:

  • Dos diplomadas universitarias en enfermería (DUE). Ambas se encargan de preparar y desarrollar el contenido educativo.

 

Los recursos materiales son:

  • Habitación bien iluminada y pabellón deportivo del municipio
  • Carteles para la captación de niños asmáticos con AIE, colocados en lugares estratégicos de la localidad
  • Sillas, una mesa grande y una pizarra
  • Cañón (proyector de diapositivas de power point) y transparencias
  • Fotocopias de la información esencial de la sesión para cada niño
  • Inhaladores
  • Esterillas para ejercicio en el suelo

 

RESULTADOS:

Los niños con AIE pueden hacer todo el ejercicio que deseen, recibir una adecuada educación sanitaria es decisivo para mantener su calidad de vida. El niño se mantiene en forma, mejora la respiración y puede reducir la frecuencia y severidad de las crisis asmáticas.

CONCLUSION

Para realizar ejercicio físico es necesario tomar la medicación antes de la actividad, realizar un calentamiento prolongado y progresivo, realizar ejercicio a intervalos en un ambiente cálido y húmedo (si es posible), respirar por la nariz y llevar siempre la medicación de rescate.

Se debe evitar realizar ejercicio físico intenso cuando el asma basal no está controlada, se tiene una infección respiratoria, pitos o tos intensa, o no se ha conseguido una buena condición física o no se conocen los límites personales del ejercicio. Evitar ambientes fríos o secos y lugares contaminados o cargados de humo.

Si se inicia una crisis durante el ejercicio actuar con calma y parar el ejercicio, respirar lentamente, tomar la medicación de rescate lo antes posible y realizar la respiración abdominal, si se soluciona reanudar la actividad con menor intensidad.

BIBLIOGRAFÍA

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  • El portal sobre el asma en niños y adolescentes. Disponible en: www.respirar.org [consultado 1 marzo 2012]
  • Garía G.,Vill J.R, Cobos N., Sirvent J. I Curso Nacional de Actualización en Neumología Pediátrica. Madrid, 2004; 71-103. Disponible en:
  • Asma bronquial. Disponible en:    http://www.tuotromedico.com/temas/asma.htm [consultado 1 marzo 2012]

AGRADECIMIENTOS

Agradecer por segundo año consecutivo al Concello de Pontevedra, al Vicerrectorado del Campus de Pontevedra de la Universidad de Vigo, el departamento de Didácticas Específicas de la Universidad de La Coruña y Sportis-Formación Deportiva,  el permitirnos participar en el IV Congreso Internacional de Ciencias del Deporte y Educación  Física-VIII Seminario Nacional de Nutrición, Medicina y Rendimiento Deportivo-.

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