Un, dos, tres… ¡acción!
El tema que se propone es el del cine, ya que presenta múltiples posibilidades a la hora de presentar actividades integradoras a los niños y niñas de estas edades, además de ser un tema de lo más cotidiano e interesante para este colectivo.
Un, dos, tres… ¡acción!
RESUMEN COMUNICACIÓN/PÓSTER
Unidad Didáctica orientada al segundo ciclo de Educación Infantil (5 – 6 años) que tiene la finalidad de integrar el desarrollo motor como vehículo en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
El tema que se propone es el del cine, ya que presenta múltiples posibilidades a la hora de presentar actividades integradoras a los niños y niñas de estas edades, además de ser un tema de lo más cotidiano e interesante para este colectivo.
Fundamentación:
Cuando hablamos del trato que la motricidad y el juego tienen dentro de la educación reglada que se ofrece en los centros, una de las cosas que siempre se ha de tener en cuenta es la forma en que ésta se trata dentro del currículum.
Si bien en Educación Primaria existe un área específica dedicada a este campo, y una serie de objetivos o requisitos mínimos a cumplir, dentro de la etapa de Educación Infantil no existen tales delimitaciones.
En lugar de encontrarnos con la concreción específica de la necesidad educativa de cultivar a los niños en el área motriz, lo que podemos descubrir leyendo detenidamente las legislaciones es que, si bien el juego y el movimiento no tienen un área específica dentro del currículum, si están presentas a lo largo del mismo, de forma implícita, como medio ideal a través del cual enseñar a nuestros alumnos. Los niños, sobre todo en edades tan tempranas, aprenden fundamentalmente a través del juego y de la experimentación directa, porque se trata de una fase de su vida en la que pasan del pensamiento claramente egocentrista, en el que sólo existen ellos y todo lo que gira alrededor de sus actos, a un pensamiento capaz de crear ideas abstractas, de comprender que lo que no ven, no tocan o no conocen sigue existiendo aún a pesar de ello. Se trata de un proceso de transición en el que comenzaremos a cultivar el pensamiento científico, la construcción de ideas y realidades complejas, y lo haremos a través de lo que ellos conocen, para luego extenderlo a nuevos campos de conocimiento.
Teniendo todo esto en cuenta, y siendo conscientes de lo importante que es para alcanzar estos objetivos tratar los conceptos de forma globalizada, lo más adecuado será trabajar mediante proyectos, pues permiten partir de una idea que surge dentro de la propia clase, fruto del interés de los alumnos. Por tanto se trabajarán varias áreas del conocimiento adaptadas al grupo.
Esta Unidad Didáctica en concreto lo que busca es trabajar distintas áreas del conocimiento a través del tema del cine. La idea, en principio, debería surgir en clase, en alguno de los turnos de asamblea u otro momento en que los niños estén reunidos, y en el que el docente pueda percibir un interés grupal por un tema concreto. El estreno de una nueva película, que uno de los alumnos vaya al cine el fin de semana y lo cuente en asamblea a los compañeros, emocionándoles y desatando innumerables preguntas en ellos, o cualquier otra situación aleatoria fuera de nuestro control pueden servir como detonante para descubrir este aspecto de nuestra realidad que, como tantos otros, suscita gran interés y curiosidad en los niños.
¿Qué se puede trabajar a través de esta Unidad Didáctica?
Teniendo en cuenta que el cine es un medio que se sirve tanto del sonido como de la imagen para transmitir, es evidente que a nivel de motricidad nos ofrece innumerables posibilidades con las que trabajar. Si, además de eso, decidimos prestarle especial atención a sus primeros movimientos, a ese cine antes de la llegada del sonido y del color, con lo que nos encontramos es con un tema que no sólo va a llamar la atención de los alumnos, sino que además podremos trabajar la expresión a través del cuerpo, los gestos, la transmisión de mensajes sin utilizar la voz, la importancia de los colores para transmitir sensaciones, las expresiones faciales y otros muchos temas relacionados con la mímica y el autocontrol corporal.
Nos encontramos, pues, con un tema de lo más variado, que daría incluso para trabajar a lo largo de un curso entero y que nunca acabaríamos de explotarlo del todo. Ejemplo de esto serían los siguientes:
- Los medios de comunicación: radio, periódicos, revistas…
- Concienciar sobre el uso responsable de estos medios de entretenimiento.
- Crítica y reflexión de aquello que vemos en la televisión o en las películas, pensando en si todo lo que en ellas se muestra es correcto.
- Conocer los elementos, procesos y personas que hay detrás de cada una de esas películas, explicándoles a grandes rasgos cómo se producen y quiénes intervienen en ella.
En el caso de esta Unidad Didáctica en concreto, nos hemos centrado más en la elaboración de unas sesiones que cultiven el área psicomotriz de los más pequeños, así como sus habilidades sociales y de expresión emocional.
Características motrices del ciclo:
En esta Unidad Didáctica nos centraremos en el segundo ciclo de Educación Infantil, que comprende el rango de 3 a 6 años y en el que se presta especial atención al uso del lenguaje, al descubrimiento de las características físicas y sociales del entorno, a crear una imagen positiva y equilibrada de sí mismo y a la adquisición de unos hábitos básicos de comportamiento que le permitan alcanzar autonomía personal.
Cabe destacar también que los contenidos que en esta etapa se trabajan, como decíamos anteriormente, mediante experiencias basadas en actividades y juegos.
A continuación, haremos un resumen más detallado de las características particulares de nuestra aula, la de 5 – 6 años.
Características específicas del momento y a nivel de desarrollo motor del grupo:
En la segunda etapa de la educación infantil, los niños y niñas todavía están en proceso de crecimiento y realizando logros psicomotrices. Continúan creciendo a nivel físico y siguen aprendiendo a controlar su cuerpo y sus movimientos, de modo que los progresos en todos los ámbitos de la psicomotricidad son considerables.
A grandes rasgos, en el segundo ciclo de Educación Infantil nos encontramos con que, tanto las piernas como las manos y dedos ganan en precisión y finura; que la lateralización se establece de forma definitiva y que, en lo que respecta al propio esquema corporal, aumento la calidad y discriminación perceptiva del mismo. También se debe destacar que el espacio se domina antes a nivel de acción que de representación.
Si nos centramos en la edad que nos compete, entre los 5 y 6 años, y en tanto a lo que respecta a la motricidad gruesa, los niños y niñas de estas edades van adquiriendo cada vez más destrezas, puesto que tienen un mayor control y coordinación de sus movimientos. También a lo largo de estas edades, empezarán a integrar el juego motor dentro del juego simbólico, así como que irán desarrollando actitudes de relajación corporal, de ritmo y de expresión gestual.
En lo que respecta a la motricidad fina, van a ir desarrollando estas habilidades de forma que se vayan haciendo más precisas, por lo que se mejora en la manipulación de objetos.
Sobre el esquema corporal, la representación que los niños y niñas tienen de su propio cuerpo, de sus posibilidades… cabe decir que ya van realizando grandes progresos sobre la imagen de su cuerpo y los elementos que lo integran, y se demuestra en la mejora de sus movimientos, la definición de la lateralidad y la conquista de los espacios y tiempos. Ya tienen una mayor facilidad en la exploración del contorno.
Lugar y contexto de la Unidad Didáctica:
Esta Unidad Didáctica en concreto está diseñada para una clase del Segundo Ciclo de Educación Infantil. Los alumnos, de entre 5 y 6 años, pertenecen a la clase de “Las Belugas” del C.E.I.P “La Rosaleda”. El centro, situado en el casco urbano de la ciudad de A Coruña, cuenta con tres aulas destinadas a esta etapa, una para cada nivel y con una media de entre 20-25 niños.
En cada una de estas clases, el personal docente del que se dispone es el siguiente:
- Un docente formado para dar clase en este período formativo.
- Un docente especializado en lengua extranjera.
- Un docente especializado en religión.
- Un profesor de apoyo.
Metodología:
La exigencia que tenemos como docentes y como centro escolar es orientar y dar un sentido educativo a la Educación Infantil, por lo que es necesario establecer unos ciertos principios metodológicos para mejorar la práctica docente.
Todos los aprendizajes que se realizan en esta etapa son muy importantes, porque contribuyen a su desarrollo en la medida en que constituyan aprendizajes significativos. Por eso es muy importante que todas las enseñanzas – aprendizajes se basen en el establecimiento de relaciones entre las experiencias previas del niño o la niña con los nuevos aprendizajes, lo que hace que las actividades que estos realicen tengan sentido para ellos. Además, en estas etapas deberemos desarrollar todas sus potencialidades (a nivel social, afectivo, lingüístico, sensorio-motriz…), ya que cada niño o niña tiene distintos potenciales que hay que valorar, apoyar y hacer progresos.
Es muy importante para esta etapa que el docente realice actividades que despierten el interés y sean motivadoras para el alumnado, que estén adaptadas a su nivel de desarrollo, así como también aplicar una perspectiva globalizadora, por la cual los aprendizajes que realicen sean capaces de producir múltiples conexiones por medio de los aprendizajes significativos. Además, el alumno debe ser el centro del proceso, teniendo un papel activo en el mismo, y el docente actuar como guía y mediador.
La actividad física es una de las fuentes principales de sus aprendizajes y su desarrollo, por ello la práctica debe ser la base de la labor educativa, y debe centrarse en la experimentación, en el descubrimiento, en la construcción y creación de aprendizajes.
El juego infantil es la principal forma de expresión, por lo que es beneficioso que la metodología esté basada en el juego, pues permite al niño ver el mundo tal y como es, opinar sobre él y socializarse.
Otro punto principal de la metodología, son los ambientes de aprendizaje, en los que es importante la creación de espacios amplios y móviles, con unos ambientes cálidos, acogedores y seguros, para que el alumnado se sienta querido y confiado. El espacio donde se encuentran, debe permitir que también se sientan seguros, que piensen esos espacios como suyos, y que además estén adaptados a sus características y necesidades. La organización de estos espacios como también la organización de los tiempos, debe de ser flexible y adaptados al alumno. Los materiales no tienen por qué ser los convencionales (juguetes…), sino que debería utilizarse materiales lo más naturales y cotidianos posibles.
Otro ítem a tener en cuenta para nuestra metodología, es la interacción entre los niños y niñas pues es también fundamental, porque las interacciones y todo lo que surgen de ellas facilitan el progreso intelectual, afectivo y social.
Cabe mencionar por último, la importancia de la comunicación entre todos los sectores implicados en la educación de los niños y niñas, ya que esto facilita el desarrollo de los mismos. Por ello creemos de vital importancia establecer unos canales de comunicación efectivos tanto en el centro, como desde el centro hacia las familias, porque así facilitamos la incorporación y adaptación del niño o niña al centro. Es importante que el alumnado y el centro tenga una buena relación con el entorno, una relación de proximidad con las familias y el entorno donde viven. Desde la escuela queremos que puedan acceder al entorno próximo, que el colegio sea un espacio abierto. Además, las familias tienen un papel importante en el aula, e intentaremos lo más posible contar con ellas.
Evaluación:
La evaluación es una fase muy importante dentro del proceso educativo, ya que nos permite controlar en qué medida estamos obteniendo avances por parte de nuestros alumnos, y es por esta razón por lo que tiene que ser vista como un proceso continuado y sistemático, que se atiene tanto al ritmo de maduración particular de cada alumno como a su punto de partida y el grado en el que se han adquirido nuevos aprendizajes. Por esto mismo, no podemos entender que existe una única forma de evaluar a los alumnos de toda la clase, ya que cada uno de ellos funciona de una forma y está sometido a una serie de estímulos en su entorno totalmente diferentes al del resto de compañeros.
Cuando se habla de evaluación, por tanto, no se puede dar por sentado que existe una forma correcta de evaluar, sino que hay que entender que existen variaciones, de la misma manera en la que el proceso de enseñanza-aprendizaje no siempre puede establecerse según los mismos patrones.
La evaluación debe ser pues un proceso global, individual y continuo, y debe orientarse hacia todos los elementos que constituyen el proceso de enseñanza-aprendizaje. No sólo se evalúa al alumnado, sino también a los educadores y a las enseñanzas y la forma en la que éstas se llevan a cabo.
De la misma forma, no se evalúa únicamente el resultado final, sino todo el proceso como conjunto: desde la evaluación inicial, en la que se fichan los conocimientos existentes antes de comenzar con la labor docente, hasta los progresos diarios, que forman parte del día a día. Cada clase se convierte, por tanto, en un día de evaluación, de anotar progresos, resaltar logros y trabajar en debilidades. No se puede entender la evaluación como algo aislado, ni como algo negativo, sino como el resultado natural de un proceso en el que se pretenden alcanzar nuevos niveles de conocimiento de la forma más efectiva posible.
El proceso de evaluación deberá estar marcado por ciertas características:
- Debe ser global, es decir, enfocar hacia el conjunto de capacidades expresadas en los objetivos que proponemos.
- Debe ser individual, para que nos permita captar las diferencias individuales y los distintos ritmos de desarrollo.
- Debe ser continua: para que podamos orientar y corregir el proceso educativo de manera regular.
Por último, es importante resaltar algunos de los instrumentos de los que nos serviremos para evaluar al alumnado, como son la observación directa, la evolución en cuanto a las actividades, así como diferentes registros de incidencias diarias del aula. Estar atento y ser un gran observador supone, como docente, la clave para ser un evaluador justo y de utilidad.
Por último, es importante resaltar algunos de los instrumentos de los que nos serviremos para evaluar al alumnado, como son la observación directa, la evolución en cuanto a las actividades, así como diferentes registros de incidencias diarias del aula. Estar atento y ser un gran observador supone, como docente, la clave para ser un evaluador justo y de utilidad.
Anexos:
SESIÓN 1: El cine mudo.
Objetivos:
- Adquirir buenos hábitos de conducta.
- Desarrollar habilidades motrices finas por medio de la escritura.
- Desarrollar habilidades motoras, de control del tono, del equilibrio y de la respiración.
- Adquirir por medio de la música mayor coordinación de movimientos.
- Reconocer la importancia del lenguaje no verbal (silencio, miradas, gestos, expresiones…) como elementos para comunicar.
- Desarrollar el lenguaje para expresar pensamientos, sentimientos…
- Interés por participar en juegos y actividades motrices.
Materiales:
Tabla 1. Un, dos, tres… ¡acción!
Partes de la sesión:
- Saludo.
Comenzaremos la sesión mediante la rutinade bienvenida y saludo, como todas las mañanas. Lo primero que haremos será entonces colocar cada uno nuestros abrigos en los percheros correspondientes, saludando a los compañeros y compañeras de clase y despidiendo a los papás y mamás que nos hayan acompañado hasta el aula. A continuación iremos a sentarnos al rincón de la alfombra y cuando nos encontremos todos sentados, cantaremos, como de costumbre, la siguiente canción:
“Buenos días, buenos días, buenos días, ¿cómo estáis?
Muy bien, muy bien, muy bien, gracias.”
(Ahora en inglés)
“Good morning, good morning, good morning, how are you?
I´m fine, I´m fine, I´m fine, thank you.”
Al finalizar dicha canción, desarrollaremos la actividad del calendario: hay que determinar el día en el que nos encontramos y tiempo atmosférico del mismo.
Tras este ejercicio, nos reuniremos en la alfombra para dar comienzo a la Asamblea. Esta práctica nos va a permitir comenzar la sesión de una forma relajada, a la vez que dinámica e interactiva; favoreciendo que los alumnos y alumnas expongan cuestiones que consideren de interés y que quieran compartir con el grupo, además de propiciar la reflexión sobre aquellas otras cuestiones que ya se hayan trabajado en clase.
En esta sesión puede suceder que, por ejemplo y como consecuencia del reciente estreno de la película de “Cars II”, los niños y niñas hablen mucho sobre este acontecimiento, pudiendo derivar en la reflexión sobre otras películas, apreciaciones sobre las mismas, etc. Vamos a aprovechar todo esto para que, a partir de la elaboración de hipótesis y la experimentación directa, logremos descubrir más sobre este tema que se nos presenta: El Cine.
Continuando con la asamblea será importante que, como docentes, sepamos como guiar a los niños y niñas de forma que sus propias reflexiones se conviertan en concepciones, y éstas, en conocimientos. Así, vamos a favorecer que el proceso educativo se establezca de forma activa y real, destapando siempre las inquietudes de los pequeños. Además, vamos a realizar una serie de cuestiones que les ayuden a reflexionar sobre el tema y que también nos permitan saber el grado de conocimientos que tengan nuestros alumnos. Alguna de estas pueden ser “¿qué sabemos sobre el cine?”, “¿quiénes trabajan en las películas?”, “¿cómo se llaman?”, “qué hacen?”,”¿qué materiales se necesitan?”, “¿son iguales todas las películas?”, “¿nos gustan a todos las mismas películas?”, entre muchas otras que puedan ir surgiendo.
- Encuadre.
Tras esta fase de recogida de ideas e inquietudes, el siguiente paso será adentrarnos directamente en el tema. Para ello, pensamos que qué mejor forma de comprender el cine que comenzando por el comienzo. Así, les explicaremos a los niños y niñas que las películas al principio eran sin sonido y en blanco y negro.
- Desarrollo de la sesión.
Este aspecto nos va a derivar a multitud de cuestiones sobre cómo se expresaban o actuaban, entre otras que vayan saliendo. Por ello presentaremos una serie de actividades y propuestas didácticas mediante las que ir acercando al niño/a el concepto de cine y todo lo relativo al mismo.
Actividad 1: “Vemos e imitamos cine mudo”.
En un primer momento lo que haremos será presentar a la clase de las Belugas un corto de “El Gordo y el Flaco”, sobre el que reflexionaremos y al que también, intentaremos imitar.
Cuando la clase se distribuya para esta actividad, dejaremos que experimenten con música de fondo, primero de forma individual y luego de forma grupal. Así nos vamos a dar cuenta de cuestiones como que nos podemos entender mediante la acción o que la música también nos puede ayudar a representar emociones con el cuerpo.
Actividad 2: “Adivinamos las acciones”
Si lo vemos apropiado, la siguiente actividad que propondremos será la de escenificar (individualmente o en grupo) una serie de acciones en las que, sin emplear la voz, sean adivinadas por el resto de la clase. Para ello, los alumnos y alumnas se distribuirán en parejas o pequeños grupos, en los que ensayarán de forma rápida una acción determinada (como lavarse los dientes, meterse en la cama o vestirse) y que luego tendrán que representar delante de los demás compañeros. El turno se irá sucediendo de unos grupos a otros de forma que todos participemos y el o la docente podrá proponer ideas siempre y cuando así se le reclame.
Actividad 3: “Hacemos una peli muda”.
Crearemos en este punto un taller de manualidades en el que elaborar entre todos los materiales necesarios para crear un rincón de la clase en el que poder representar escenas del cine en blanco y negro. También podremos otorgar distintos roles propios del cine al resto de los niños (aquellos que no sean actores pueden ser espectadores, directores, cámaras, músicos…), así como crear los carteles que descubrimos que aparecen en este tipo de películas para dar a entender a los espectadores el tema concreto de la escena que se presenta a continuación. Este último ejercicio nos hará trabajar aspectos generales del currículo como la lectoescritura.
Además, grabaremos esta actividad para luego vernos en la pantalla digital interactiva de la clase como auténticos profesionales.
- Relajación.
Como forma de relajarnos y descansar de la intensa jornada realizada, dejaremos que los alumnos y alumnas expresen las ideas y concepciones adquiridas a través de dibujos sobre el tema. Estos luego serán recopilados y agrupados en un gran libro que titularemos “EL CINE”.
- Despedida.
En cuanto acabemos con la actividad de relajación, nos volveremos a reunir en la alfombra con la intención de hablar entre todos sobre aquellas ideas e impresiones surgidas a lo largo de la mañana. Nos despediremos y daremos por finalizada la sesión.
SESIÓN 2: Cine de aventuras.
Objetivos.
- Conocer y representar el propio cuerpo, identificando además algunas de sus partes.
- Utilizar las TICs como medio de búsqueda y exposición de la información.
- Distinguir entre lo que es real y lo que es imaginario (algunas películas).
- Desarrollar habilidades matemáticas: contar
- Identificar opiniones, preferencias, sentimientos… y ser capaz de expresarlas a los demás, así como también respetar las opiniones y preferencias de los demás.
- Desarrollar habilidades motrices finas.
- Desarrollar y potenciar habilidades creativas mediante la imaginación, la invención…
- Desarrollar vocabulario específico: vocabulario de piratas.
- Potenciar el juego simbólico y la dramatización.
- Desarrollar de la coordinación, el equilibrio, el tono muscular y respiración.
- Desarrollar y potenciar la lectoescritura. Acercamiento a distintos tipos de textos: poemas y narraciones.
Materiales.
Tabla 2. Un, dos, tres… ¡acción!
Partes de la sesión:
- 1. Saludo:
A la llegada a clase, seguimos las rutinas habituales: colocar los abrigos y mochilas en nuestros respectivos percheros, dar los buenos días y otras especificaciones que se puedan haber ido acordando a lo largo del curso.
Una vez que estamos todos, nos sentamos en la zona de la alfombra, donde tendrá lugar la asamblea y la actividad del calendario.
- 2. Encuadre:
Durante la asamblea, se les harán a los niños diversas preguntas sobre lo aprehendido hasta ahora. La idea, a la hora de tratar todos estos temas, es utilizar el sistema de las preguntas lanzadas al aire. Podremos también sacar, por ejemplo, a dos alumnos al centro de la alfombra, y pedirles que nos representen algo tal y como lo harían en el cine mudo, puesto que fue lo que se trabajó en la primera sesión. El objetivo es que, antes de pasar a una nueva dinámica, lo abordado en las anteriores quede claro, para evitar que surjan conflictos o que los niños se confundan en cuanto a conceptos.
Una vez terminado todo esto, y si lo consideramos adecuado, podemos pasar al siguiente punto de la Unidad Didáctica: el cine de aventuras. Se les preguntará a los alumnos que tipo de películas son las de este género, permitiendo que elaboren grandes retahílas de ellas, haciéndoles pensar sobre lo que tienen en común los distintos títulos que enuncien. Lo más habitual será que contesten a este tipo de preguntas con títulos de filmes que ellos hayan visto. Un ejemplo de situación podría ser la siguiente:
- ¿Qué tipos de películas de aventuras hay?
- ¡”Piratas del Caribe”!
- ¡Enredados!
- ¡Batman!
- ¡Shrek!
- ¡Cómo entrenar a tu dragón!
- ¡ Spiderman!
En este caso, el papel del docente es hacerles pensar sobre lo que pueden tener en común varias de las películas enunciadas. Cuando hayamos sido capaces de hacer una enumeración de las películas de aventuras que conocen y que más les gustan, elegiremos una para trabajar. Pueden ser superhéroes o aventuras de caballeros, historias espaciales o exploradores perdidos en medio de la selva. Nuestra función como docentes es adaptar el plan de acción que tengamos a esa demanda.
En este caso concreto, la actividad planteada para trabajar el tema del cine de aventuras con los niños consiste en una primera actividad de manualidades, en la que diseñaremos “nuestro disfraz” y una segunda de “Búsqueda del tesoro”. Este tipo de actividades son, como se aprecia, adaptables a cualquier temática que surja. En el caso concreto de esta sesión, hemos elegido trabajar sobre el tema de los piratas.
- 3. Desarrollo de la sesión:
Actividad 1: Somos piratas.
Imagen 1. Un, dos, tres… ¡acción!
“¿Qué piratas conocemos?” “¿Qué suelen tener todos ellos en común?” “¿Por qué sabemos que un pirata es un pirata?”
Estas son algunas de las preguntas con las que podemos empezar la actividad. Utilizando la pizarra interactiva, además, podemos servirnos de fotografías de piratas de cuentos, de películas e incluso retratos de la vida real, para que ellos vean la diferencia entre los que están acostumbrados a ver en las películas y la realidad, y reflexionen sobre si todo lo que nos enseña la televisión es realmente como nos lo están contando.
Actividad 2: El pirata de la clase.
A continuación crearemos juntos al pirata de la clase y lo colocaremos en una de las paredes.
Cada niño será el encargado de dibujarle un rasgo al pirata, y al final, tendremos un dibujo de un pirata enorme, que nos servirá para utilizarlo de repaso cualquier día en el tema de anatomía, y servirá de “mascota” mientras queramos trabajar el tema de los piratas, ambientando la clase y metiendo a los alumnos en el clima adecuado para el resto de las actividades.
Imagen 2. Un, dos, tres… ¡acción!
El pirata de la clase, con sus rasgos característicos:
– Loro
– Sombrero
– Sable
– Barba
– Parche
– Pata de palo
– Pistola
Actividad 3: El juego simbólico.
Tras todo esto, dejaremos a los alumnos tiempo para que se dediquen al juego simbólico, y lo ideal sería que dispusiésemos de un espacio de “aventuras” para que pudieran dejar volar su imaginación en torno a los temas que hemos estado trabajando. Si no, simplemente, podemos poner a su alcance material de las sesiones anteriores, con el que seguramente serán capaces de crear situaciones nuevas.
Es importante que sepamos darle a este tipo de dinámicas la importancia que se merecen, ya que los niños necesitan del juego y del movimiento para asimilar realmente los conceptos, y a nosotros nos sirve para ver de qué forma se refleja todo lo que hemos ido trabajando en su comportamiento. Este tipo de observaciones pueden seguir viéndose incluso semanas después de haber trabajado el tema, como ecos que reflejan la forma en que han comprendido realmente todo lo que hemos ido trabajando, y hasta qué punto hemos conseguido llegar hasta ellos.
Actividad 4: El baile pirata.
En esta actividad, empezaremos a preparar nuestras canciones de piratas. Todo buen pirata tiene unos himnos que cantar en su barco, para pasar las largas jornadas en altamar y atemorizar a los buques que iban a invadir. Si queremos convertirnos en auténticos corsarios, tenemos que conocer algunas canciones que infundan respeto y nos conviertan en auténticos piratas.
En este caso, teniendo en cuenta el vocabulario que se utiliza en la mayoría de canciones de este tipo, hemos seleccionado la versión de la película de Peter Pan, de Disney, de la canción de “La vida pirata la vida mejor”, porque les resultará más familiar, les hará reir por la forma en que se presenta y motivará más la participación de todos ellos. La pondremos en clase y la bailaremos todos juntos, aportando cada uno un paso de baile pirata. La letra, breve, es la siguiente:
“La vida de un pirata es la vida mejor
es siempre muy divertida
vivimos borrachos, y somos muy machos
y no nos preocupa la vida.” (x2)
A continuación, escucharemos el poema de Espronceda titulado “La Canción Pirata”, leído o bien por el docente o utilizando la versión grabada, a la que se puede acceder fácilmente por medio de Internet (el enlace se adjunta en la bibliografía).
Aprenderemos alguno de sus versos y volveremos a interpretar un baile pirata, dejando a los niños y niñas que se sientan como auténticos corsarios.
4. Relajación:
Ahora, enlazando con la última de las actividades, nos tumbaremos todos en las colchonetas, que habremos colocado previamente en el suelo.
El docente utilizará como recurso música del mar y su voz, que de forma suave irá llevando a los niños a un estado de tranquilidad. Mandaremos a los alumnos cerrar los ojos, e iremos contando una historia que sucede en altamar, donde nosotros somos los protagonistas, e iremos haciendo que poco a poco vayan estirando cada parte de su cuerpo, aprovechando así para repasar de nuevo y de forma indirecta las partes del cuerpo. Con la voz suave, además, les incitaremos a respirar suavemente, inspirando y expirando en tiempo controlados, desarrollando en su mente todas las ideas que nosotros vayamos narrando.
Con este ejercicio, además de conseguir que se tranquilicen, ayudamos a fomentar en ellos la imaginación, les introducimos en un estado de calma y les llevamos a mundos lejanos, más allá de lo que la vista alcanza a ver.
5. Despedida/ representación:
Nos sentamos todos juntos en la alfombra y discutimos sobre lo que hemos hecho durante el día, lo que más nos ha gustado y lo que menos, y nos preparamos para la clase del día siguiente.
SESIÓN 3: El cine de aventuras II.
Objetivos.
- Desarrollar habilidades de motricidad fina: pintan, cortan y hacen nudos
- Desarrollar hábitos y rutinas diarias.
- Potenciar y desarrollar la expresión de opiniones, sentimientos… mediante la expresión oral.
- Potenciar la capacidad creativa e imaginativa.
- Desarrollar habilidades motoras como el ritmo, coordinación, equilibrio, tono y respiración.
- Potenciar el juego simbólico y la dramatización.
- Desarrollar habilidades de orientación espacial: utilizar un mapa.
- Repasar conceptos como las partes del cuerpo, los números, las letras…
- Manifestar respeto y desarrollar habilidades de conciencia hacia lo que los demás puedan necesitar o sentir.
Materiales:
Tabla 3. Un, dos, tres… ¡acción!
Partes de la sesión:
1. Saludo:
Los alumnos entran en clase y deben seguir las rutinas que se les han venido marcando desde el principio del curso: colocar los abrigos y mochilas en sus percheros, dar los buenos días, despedirnos de quien nos haya traído etc. Después, una vez que estamos todos, nos sentamos en la zona de la alfombra, donde tendrá lugar la asamblea y la actividad del calendario, que forma parte del día a día de la clase y que corre a cargo de un encargado, previamente establecido en clase por el docente y que no es sino un papel de carácter rotativo, que todos ellos asumirán semanalmente. Después, cantaremos la canción habitual, con la que practicaremos los saludos que se dan por la mañana cuando vemos a alguien en varios idiomas.
2. Encuadre:
Comenzaremos con una Asamblea en la que cada uno de los niños deberá hablar sobre lo que ha averiguado de los piratas a lo largo del día anterior: valoraciones en clase, conceptos aprendidos al llegar a casa y seguir indagando en ideas de películas que durante la sesión anterior no se les hayan ocurrido etc.
Poco a poco, redirigiremos el tema a todo lo que habíamos hecho la sesión anterior. Recordaremos a nuestro pirata y repasaremos con él las partes del cuerpo, hablaremos sobre la cantidad de mares que puede haber surcado, sobre las partes de su traje pirata y otros temas que puedan haber surgido durante la clase anterior o a lo largo de la asamblea.
3. Actividades de la sesión:
Actividad 1: Nos preparamos un disfraz pirata.
En la sesión anterior ya reflexionamos sobre cómo eran los piratas y cuáles eran sus principales características. Si ahora queremos convertirnos en auténticos piratas, nos crearemos nuestros propios trajes para poder ir de forma adecuada al tema que estamos trabajando. ¡No podemos cantar y bailar canciones piratas si no vamos vestidos como corresponde!
Comenzaremos, pues, realizando un parche pirata, de elaboración sencilla, con el que los niños serán capaces de trabajar además su motricidad fina, recortando y pintando.
Los materiales que vamos a necesitar para esto son cartulina, hilo elástico y celo o cinta aislante. Cortaremos en la cartulina un parche que sea lo suficientemente grande como para abarcar todo nuestro ojo. Después, con hilo helástico crearemos un cordón lo suficientemente largo para nuestra cabeza, y lo pegaremos con la cinta aislante o el celo.
Imagen3. Un, dos, tres… ¡acción!
Actividad 2: Las canciones piratas
Después de esto, recordaremos las canciones piratas que habíamos visto en la primera sesión de cine de aventuras, y seguiremos con el aprendizaje de la canción pirata escogida:
“La vida de un pirata es la vida mejor
es siempre muy divertida
vivimos borrachos, y somos muy machos
y no nos preocupa la vida (x2)”
En esta ocasión, aprovecharemos para llevar nuestro parche y añadir diferentes pasos de baile, saltos y guiños piratas.
Actividad 3: Juego simbólico.
De nuevo, dejaremos que los niños jueguen en los rincones de que dispone la clase, porque es importante ver cómo relacionan conceptos y a ellos les va a enriquecer mucho a todos los niveles, les surgirán nuevas dudas y nosotros podemos ir viendo de qué forma han comprendido todo lo que hemos estado trabajando hasta ahora.
Lo ideal sería que, en el período en el que se desarrolla esta unidad didáctica, se hubiese creado en el aula un rincón de cine, en el que los niños pudiesen trabajar con alguna cámara de vídeo de juguete y diversos materiales del mundo del cine que hemos ido viendo a lo largo de las diferentes sesiones. Un baúl de disfraces, o diferentes decorados (en blanco y negro, de un barco pirata etc) también podrían ser un buen recurso para este tipo de juegos.
Actividad 4: La búsqueda del tesoro.
Para esta actividad, será muy importante el desempeño del docente de sus labores de la forma más adecuada posible. ¿Qué se quiere decir con eso? Pues que el entorno y la presentación de la actividad van a jugar un papel clave en el éxito que pueda tener la misma.
De entrada, una búsqueda del tesoro es siempre una garantía de éxito, porque a los niños y niñas les encanta la idea de tener algo que encontrar, de ir recolectando pistas y desentrañando misterios hasta llegar a la solución.
La idea es la siguiente: en medio de la clase, el docente encontrará una nota (previamente envejecida por él) del pirata de la clase, y llamará a todos reunirse en la zona de la alfombra para leerla. Entonces, se descubrirá una historia sobre un tesoro que ese pirata (al que se le habrá puesto un nombre en el momento de hacerlo) poseía, todas sus aventuras en el mar y lo que decidió hacer con todo lo que había conseguido una vez que se quedó sin barco. ¡Resulta que el pirata escondió eso tan valioso en alguna parte del colegio! (se puede usar todo el centro o una parte del mismo).
A partir de aquí, el juego consiste en una serie de intrincadas pistas, que pueden tomar la forma de acertijos que los niños deberán resolver para llegar al siguiente lugar o ser partes de un mapa que tiene marcado el camino (el tipo de mapa seleccionado dependerá de lo que se haya tratado con los alumnos anteriormente: si hemos estado hablando sobre direcciones, derecha, izquierda, arriba, abajo, delante, detrás etc recientemente, podremos utilizar estas indicaciones. Si no lo hemos hecho, podemos utilizar acertijos en los cuáles se les haga pensar sobre temas que hemos estado trabajando en clase recientemente: partes del cuerpo, números, letras… lo que el docente considere más adecuado). Al final, los niños encontrarán un tesoro, y celebrarán con la canción pirata y bailes que se les vayan ocurriendo el éxito que ha tenido la empresa.
Distintos modelos de pistas que se pueden utilizar, en función de las características concretas de nuestro grupo y del entorno en el que lo vayamos a realizar.
Pistas escritas por los niños: si hemos decidido jugar el juego haciendo dos bandos piratas, cada uno de los bandos escribirá las pistas del contrario, de forma que será una competición entre ambos equipos, en los que cada uno le habrá puesto los retos al otro, y además practicaran la lectoescritura.
Imagen 4. Un, dos, tres… ¡acción!
4. Relajación:
En esta sesión no haremos ningún ejercicio de relajación propiamente dicho. En lugar de eso, desarrollaremos una actividad más pausada para que los alumnos se relajen y “bajen las revoluciones”. Nos sentaremos todos en corro en la zona de la alfombra a hablar de nuestro tesoro, de lo que contiene, lo que haríamos nosotros con él y dónde lo habríamos guardado. Después, haremos el juego del plátano imaginario, para el cual de nuevo es muy importante que el docente sepa introducir a sus alumnos en la situación, creando el ambiente propicio de forma natural, cómoda y creíble. Para ello podemos, por ejemplo, hablar de todo lo que hemos navegado siendo piratas, y de lo cansados que estamos. Vamos navegando por el mar y de repente… ¡ Tierra a la vista! Nos hemos topado con una pequeña isla, de aguas cristalinas y arena muy suave y muy fina, tan fina que nos hace cosquillas en los dedos. Cuando desembarcamos, buscamos algo de comer, porque estamos muy cansados, y nos encontramos con un árbol platanero. El docente, aquí, cogerá un plátano imaginario, y les propondrá a los alumnos que cada vez que pele uno de sus trozos, ellos tienen que dar una palmada. De esta manera, además de trabajar de nuevo la imaginación, trabajamos la idea de ritmo y la coordinación. Cuando acabemos de pelar el plátano, nos lo pasaremos los unos a los otros, dándole un mordisco, y recordando siempre que aunque tengamos mucha hambre, debemos dejar suficiente para que el compañero que viene después pueda comer también.
5. Despedida:
En la alfombra reflexionamos sobre lo que hemos hecho hoy: si nos ha gustado, lo que hemos aprendido, lo que sabemos ahora que antes no sabíamos etc. A la hora de despedirnos, seguimos las rutinas habituales.
CONCLUSIONES
La actividad física y el movimiento resultan herramientas fundamentales en el proceso de enseñanza-aprendizaje desde la más tierna infancia. Mediante metodologías integradoras de actividades dinámicas y juegos en general, podremos ser capaces de promover entre nuestros alumnos y alumnas un aprendizaje significativo y real, que permita que interactúen con el medio en el que viven.
Solo de esta forma, los más pequeños activarán la curiosidad innata por aprender y por investigar y formar parte activa de aquellas cuestiones y sucesos que acontecen a su alrededor.
Además, partiendo de sus intereses, es decir, empleando la metodología de trabajo en el aula por proyectos, tendremos mucho más fácil esta tarea, pues los temas que se trabajen partirán de sus inquietudes y los contenidos se adquirirán de sus reflexiones sobre las experiencias obtenidas.
AGRADECIMIENTOS
En primer lugar, queremos agradecer su apoyo y confianza a nuestra profesora de Didáctica de Expresión Corporal, Lara Varela Garrote.
También agradecerle a Víctor Arufe Giráldez por la oportunidad que nos ha brindado.
Por último, queremos dar las gracias a Cristian Abelairas Gómez por apoyarnos en esta aventura.
BIBLIOGRAFÍA
LOE 2006
Real Decreto 374/1996 del 17 de octubre
Tejerina, Isabel (1994): Dramatización y teatro infantil. Dimensiones psicopedagógicas y expresivas. Madrid: Siglo XXI de España Editores.
Porto Rioboo, Ana: Temario Psicoloxía do desenvolvemento de 0 a 6 anos
Espinosa,A y Vidanes, J. (1991): La nueva ordenación de la Educación Infantil. Madrid: Editorial Escuela Española