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4 May 2006

Apoyo de padres, entrenador y compañeros a deportistas jóvenes

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Es importante determinar la calidad de las relaciones personales que establecen las personas mas allegadas del entorno deportivo, como son padres…

 
Autor(es): Amparo Pozo Calvo / Centro Regional de Medicina Deportiva
Entidades(es): Centro Regional de Medicina Deportiva de la Gerencia Regional de Salud de la Junta de Castilla y León
Congreso: I Congreso Internacional de las Ciencias Deportivas
Pontevedra: 4-6 de Mayo de 2006
ISBN: 84-611-0552-4
Palabras claves: Apoyo padres, relaciones personales

RESUMEN

Es importante determinar la calidad de las relaciones personales que establecen las personas mas allegadas del entorno deportivo, como son padres, entrenadores y compañeros de equipo con los chicos y chicas en sus primeras etapas deportivas. El apoyo que reciba el deportista influye en la situación afectiva y en la motivación del joven deportista, por lo tanto, contribuyen a la satisfacción con la practica deportiva y a evitar el abandono. El presente trabajo presenta el análisis cualitativo y cuantitativo de 338 entrevistas a deportistas hombres y mujeres con una media de edad de 17 años, pertenecientes a 17 modalidades deportivas, de distinto nivel competitivo. Los resultados muestran que la mayoría de los deportistas cuenta con elevado apoyo emocional y escaso conflicto con sus padres. Las relaciones con el entrenador aunque en general son buenas para la mayoría de los deportistas, disminuye el porcentaje de satisfacción en los deportistas de alto rendimiento. La relaciones con los compañeros son de alta calidad, en general

INTRODUCCIÓN

Las relaciones que establecen los adultos, padres, entrenadores y compañeros de equipo, con los jóvenes que practican deporte influyen en la motivación, en los afectos y sentimientos de bienestar, relacionados con la práctica deportiva (Broustad, 1993). Estas personas allegadas se llaman agentes de socialización porque trasladan al joven deportista las actitudes y valores mas relevantes de la familia y el entorno deportivo (Boixadox, Valiente, Mimbrero, Torregrosa, y Cruz, 1998) Son muchos los beneficios que ofrece la participación de los niños, adolescentes y jóvenes en la práctica del deporte. La mayoría de los padres desean que sus hijos practiquen deportes, sea para que adquieran destrezas deportivas que les permita entretener el ocio, sea porque aporta beneficios para salud, sea para que obtengan beneficios sociales como hacer amigos y relaciones, sea para mejorar aspectos psicológicos como la cooperación, disciplina, deportividad, o bien, simplemente, para que ocupen el tiempo de diversión en una actividad saludable contrapuesta al sedentarismo y consumo de drogas. En ocasiones los padres no aciertan a tener una influencia positiva en sus hijos debido a que la relación esta más enfocada al hecho de ganar que al proceso de adquirir destrezas deportivas, al esfuerzo y la diversión. Esto genera estrés, disminuye la satisfacción y, a la larga, lleva a abandonar el deporte (Smilkstein, 1980). Los niños y jóvenes necesitan sentirse apoyados por los padres, entrenadores y sus iguales, para permanecer en una actividad que exige esfuerzo y disciplina. El contenido del apoyo social es de tres clases (Tardy, 1985): emocional, como es ofrecer empatía, recompensas y estimulo a la participación y el esfuerzo del joven; instrumental, que incluye ofrecer recursos materiales (comprar material, inscribirle en el club…) o disponer de tiempo (asistir a la competición, jugar con él…) y informativo o evaluativo, que se ejerce cuando los padres y otros agentes de socialización ofrecen información a los chicos sobre sus capacidades deportivas. Si los chicos reciben feedback positivo y consistente tanto por el resultado como por su esfuerzo por adquirir maestría, conseguirán sentir que son competentes y que dominan la ejecución deportiva. Cuando los niños se inician en el deporte, los padres son los que mayor influencia ejercen en el desarrollo de la percepción de competencia y control de los hijos a través de la información que les dan sobre su actuación (Horn y Hasbrook, 1986). Otra forma en que los padres influyen para que los jóvenes persistan en el deporte es ofreciendo modelos que los hijos puedan imitar (Bandura, 1986) o, dicho de otro modo, involucrándose en actividades deportivas o conductas activas que sirvan de modelo a los hijos. Las creencias son otro modo de influencia (Fredricks y Eccles, 2005). Cuando los padres creen, confían en el valor del deporte y las capacidades deportivas de los hijos, estas creencias emergen también en los hijos, facilitando su permanencia en actividades deportivas. En particular, las creencias y expectativas que tienen los padres sobre las conductas deportivas de sus hijos e hijas influyen para que se involucren menos las chicas que los chicos en las actividades deportivas. Las relaciones que establece el entrenador con los jóvenes deportistas expresan creencias que en ocasiones perjudican los resultados de la preparación deportiva y el proceso de entrenamiento, incluso comprometen la satisfacción que se obtiene con la practicar el deporte (Garcia Ucha, 1999). Los compañeros, los iguales, junto con padres y entrenadores, influyen en el estatus, la autovaloración y la autoestima del deportista. El grupo de iguales tiene especial importancia en la adolescencia (Escartí y Garcia Ferrol, 1994; Horn y Hasbrook, 1986) momento en que estos refuerzan los valores, normas y conductas inculcadas por los padres y la escuela hasta ese momento, mediante un proceso de comparación social con sus iguales. El presente trabajo ofrece una descripción de la percepción de apoyo social que reciben los deportistas por parte de su familia, y la calidad de las relaciones con entrenadores y compañeros de equipo. Obtenidos los datos mediante entrevista semiestructurada se lleva a cabo una análisis cuantitativo y también cualitativo para permitir que emergan de manera mas consistente las opiniones de los deportistas (Vergeer, I. 2000).

METODO

La recogida de información se hace de forma retrospectiva, tomada de las entrevistas en profundidad hechas a los deportistas que acuden a reconocimiento psicológico a la Unidad de Psicología de un Centro Regional de Medicina Deportiva, durante cuatro años. Todas las entrevistas fueron realizadas por un solo entrevistador, psicólogo. El número de entrevistas analizadas fue de 338. Participantes: jóvenes deportistas federados perteneciente principalmente a centros de tecnificación de las distintas provincias de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, de distintas modalidades deportivas y de ambos sexos, que compiten desde un nivel regional hasta un nivel internacional. Instrumentos: El método primario de recogida de información fue a través de entrevista semiestructurada mediante un listado de preguntas. Las respuestas eran escritas simultáneamente por el entrevistador (la misma persona que hizo el análisis cualitativo). Las respuestas solicitadas eran de tipo abierto y cerrado. La entrevista recoge información, entre otros, sobre los siguientes aspectos: • Datos de identificación: sexo, edad, modalidad deportiva • Entorno sociofamiliar: fuente de ingresos del deportista, trabajo del deportista, profesión de los padres, con quien convive el deportista, número de hermanos • Apoyo emocional y social para el deporte: apoyo de los padres, apoyo de los hermanos, relaciones con el entrenador, relaciones con los compañeros de equipo Análisis cuantitativo: Se codificaron las respuestas en categorías cerradas. Cuando las preguntas eran cerradas, es decir, tenían un numero determinado de posibles respuestas, la codificación no presentaba dificultad, pero siendo entrevista semiestructurada en el que se puede llegar a obtener la respuesta mediante preguntas en profundidad o bien las respuestas son amplias y detalladas, la codificación es mas laboriosa, pues es necesario valorar cada respuesta para incluirla en categorías prediseñadas. Los resultados se presentan mediante frecuencias de respuesta. Análisis cualitativo: valoración y conclusiones de respuestas o comentarios directos mas frecuentes o que apoyan consistentemente un enunciado, una hipótesis, una afirmación. Completa al análisis cuantitativo mediante los comentarios y respuestas que no ha sido posible categorizar.

RESULTADOS

La gran mayoría de padres de los deportistas entrevistados aceptan, están muy satisfechos de que sus hijos hagan deporte La mayoría de deportistas se sienten apoyados por sus padres y hermanos para hacer deporte: en torno al 77 por ciento. En mayor o menor medida sienten que la familia los apoya, si bien el apoyo, y el significado que los deportistas le dan, difiere bastante en unos casos y otros. Un joven nadador que debe levantarse a las 6 de la mañana para estar practicando en la piscina a las 7, puede encontrar el desayuno en la mesa todos los días preparado por su madre. Otro nadador sin embargo debe prepararse él mismo el desayuno cuando se levanta; por el contrario, su madre es juez en las competiciones, tiene un conocimiento profundo de la competición y lleva un seguimiento riguroso de los tiempos que obtiene su hijo a lo largo de la temporada. Las respuestas mas oídas a este respecto es a sus padres les encanta que hagan deporte, que lo importante es que estén a gusto haciéndolo, y que deben esforzarse practicando y en competición. Cuando no sacan buenos resultados lo mas comentado es “para otra vez ya lo harás mejor”. En general no se sienten presionados a conseguir resultados diferentes a los que obtienen. El porcentaje de padres y madres que apoyan a sus hijos es similar. Las madres manifiestan mas temor que los padres, fundamentalmente en deportes que implican mayor riesgo físico como el ciclismo, deporte de lucha. Este temor lo manifiestan diciendo a sus hijos siempre que salen o van a una competición ” ten cuidado”. Estos comentarios no son vistos como negativos o molestos, sino mas bien como un signo de atención y preocupación por parte de la madre. Los deportistas de alta competición tienen en mayor proporción mayor apoyo emocional por parte de sus madres que los que no son de alta competición. Del 77% de entrevistados que recibe apoyo de sus padres coinciden en recibir apoyo del padre y la madre a la vez el 64,7%. Es decir que es muy frecuente que ambos padres estén de acuerdo en dar apoyo emocional y material a los hijos en relación al deporte. Sin embargo cuando el entrevistado tiene conflicto con los progenitores, lo tiene con los dos a la vez en el 2% de las veces que tiene conflicto. Por el contrario, existe un 9% de deportistas tiene conflicto con el padre y al mismo tiempo la madre lo apoya, mientras que un 7% tienen conflicto con la madre y el padre los apoya. No se observa apenas diferencia del apoyo ofrecido por los padres por razón de que el deportista compita a nivel internacional, nacional, regional o local. Hay un pequeño grupo (5-6%) que los padres no quieren que hagan deporte o bien no muestran ningún interés. Aquí se observa que no les acompañan a las competiciones (estando el deportista en una edad apropiada para que le acompañen). El comentario mas frecuente es que para qué se esfuerza tanto si no va a sacar nada. Se manifiesta también en que todo lo referente al deporte lo hacen por su cuenta sin contar con los padres, que no aceptan esta actividad. Esto se observa más en algunas chicas (si bien el número es muy bajo). El porcentaje de padres y de madres indiferentes es similar. También es similar el número de chicos y chicas que se sienten no apoyados. El grupo que está en conflicto con los padres por razón del deporte es relativamente más alto (en torno al 11%) El conflicto se expresa en muchos casos como una aceptación ambivalente del comportamiento deportivo del hijo. El conflicto proviene, en ocasiones, porque los padres consideran que la practica deportiva es causa del bajo rendimiento escolar del hijo. En esos casos, con cierta frecuencia condicionan la práctica deportiva a la obtención de mejores resultados o mayor dedicación al estudio El conflicto se extiende por lo general más allá del deporte. Es decir, cuando existen malas relaciones con los padres, no solo aparecen en el terreno del deporte sino en todos los ámbitos. La frecuencia de relaciones conflictivas es ligeramente más elevada con chicas, con deportistas femeninas (15% entre chicas con sus padres, y 12% entre chicas y sus madres). No se les preguntó directamente si el padre o a madre preferían el estudio al deporte, pero se consignó cuando el propio deportista lo mencionaba espontáneamente. Quizás por eso las frecuencias son bajas. Los hermanos también son una elevada fuente de apoyo (79%). El número de entrevistas que se utilizan para valorar este aspecto (237) es mucho mas bajo pues hay que descontar los entrevistados que son hijos únicos y aquellos que por diversas circunstancias no procede valorar el apoyo (hermanos muy pequeños, hermanos fuera de la convivencia familiar…). En los apartados más destacados (apoyo, indiferencia y conflicto) mantienen la misma proporción que los padres. En caso de que uno o varios hermanos hagan el mismo deporte, que no es infrecuente, por lo general es visto favorablemente por el entrevistado, le sirve de apoyo. El tener un hermano mayor practicando suele ser un motivo que destacan para iniciarse en el deporte. Por razón del número de hermanos, es mas frecuente tener conflicto con hermanos cuando el número de hermanos del entrevistado son dos. En cuanto al apoyo socioemocional recibido por parte del entrenador y los compañeros de equipo hay que destacar las buenas relaciones que mantienen nuestros deportistas con estos dos estamentos. Se obseva que los deportistas de mayor rendimiento mantienen relaciones con el entrenador menos satisfactorias que los de un rendimiento interior: el 75% de los deportistas de alto rendimiento tienen buenas relaciones con el entrenador frente al 84% de los deportistas de menor rendimiento.

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 1

DISCUSIÓN

El apoyo social que reciben los deportistas por parte de sus allegados es elevado: el 77,3% considera que recibe apoyo socioemocional de su padres; el 76% considera que recibe apoyo de su madre; el 78,9% considera que recibe apoyo de sus hermanos; el 77,7% considera que tiene buenas relaciones con su entrenador, y el 85% considera que tiene buenas relaciones con sus compañeros de equipo. El presente estudio ha sido realizado con jóvenes deportistas, con personas que están federadas y compitiendo en la actualidad. Esto quiere decir que los jóvenes que se mantienen en el deporte, de acuerdo con la literatura existente, sienten que con comprendidos, que disponen de ayuda material y que los adultos confían en su competencia deportiva. Los agentes de socialización, pues, contribuyen a mantener la motivación para ejercer el deporte (Brustad, 1996; Ullrich- French y Smith, 2002). En relación a los padres, los deportistas valoran mas el apoyo emocional que el apoyo material: valoran que sus padres confíen en sus posibilidades, no critiquen sus actuaciones, les animen y tranquilicen cuando no obtienen buenos resultados. Cuando esto ocurre disculpan conductas de los padres que pueden incluirse en el llamado apoyo material: que no les acompañen a las competiciones, que no les compren determinados complementos o material deportivo…Estos aspectos, se ven modulados por la edad del deportista: los mas pequeños en general necesitan la presencia física de los padres en las competiciones y el apoyo emocional directo. Es interesante destacar que los casos en que existe conflicto entre los jóvenes deportistas y sus padres, esta desavenencia no se circunscribe solo al terreno de la práctica deportiva sino a otros campos. Estos otros campos son con mayor frecuencia el rendimiento académico y, entre los adolescentes, conductas de desobediencia (no estudia, no ayuda en casa, contestaciones verbales desproporcionadas…). En algunos deportes específicos, donde la practica deportiva esta muy condicionada por el apoyo material de los padres como es el tenis (el joven, solo puede ir a la competición si le transportan sus padres) el apoyo emocional de los padres es menor. Contrariamente a lo que pudiera esperarse, no hay diferencia entre los deportistas de alto rendimiento y menor nivel de rendimiento en cuanto a la percepción de apoyo de los padres en general. Esta diferencia solo se observa en cuanto al apoyo recibido de las madres (el 80,3% de los deportistas de alto rendimiento perciben alto apoyo de sus madres, mientras que solo el 67% de los de menor rendimiento perciben este apoyo). Podría concluirse que los padres (en general) influyen en la motivación para practicar deporte, mas que en el rendimiento o resultados obtenidos.

CONCLUSIONES

El método utilizado para las relaciones interpersonales allegados- deportista de análisis cuantitativo y cualitativo retrospectivo de entrevistas, es útil en este momento en que no se dispone de instrumentos de evaluación cuantitativos validados. Es también adecuado para captar la complejidad de las relaciones que se establecen.

BIBLIOGRAFÍA

  • Bandura, A. (1986). Social foundations of thought and action. A social cognitive Theory. Englewood Cliffs, NJ: Prentice Hall
  • Boixadox, M. Valiente, L., Mimbrero, J., Torregrosa, M. Y Cruz, J. (1998). Papel de los agentes de socializacion en deportistas en edad escolar. Revista de Psicología del Deporte, 7, 295-310
  • Broustad, R. (1993). Youth in sport: psychological considerations. En R. Singer, M
  • Murphey, y L. Tennant (eds.) Handboock of research on sport psychology (pp: 695- 716) New York: John Wiley & Sons
  • Brustad, R. J. (1996). Parental and peer influence on children’s psychological development thougth sport: En F. L. Smoll y R. C. Smith (eds.). Children and youth in sport: a byopsychosocial perspective. (pp: 112-124) Dubuque, IA: Brown and Benchmark
  • Escarlati, A. y Garcia Ferrol, A. (1994). Factores de los iguales relacionados con la práctica y la motivación deportiva en la adolescencia. Revista de Psicologia del Deporte, 6, 34-51
  • Fredricks, J. A. y Eccles, J. S. (2005) Family socializacion, gender, and sport motivation and involvement. Journal of Sport and Exercise Psychology, 27, 3-31
  • Frey, C. U. Y Röthlisberger, C. (1996). Social support in healthy adolescents . Journal of Youth and adolescent, 25, 17-31
  • Garcia Ucha, F (1999). El entrenador deportivo. Lecturas:Singer, R; Murphey, M y
  • Tennant L. (1993) Handboock of research on sport psychology (Revista Digital), 14
  • Horn, T. S y Hasbrook, T.A. (1986). Informational components underlying children’s perceptions of their physical competence En M. R. Weis y D. Gould (eds.). Sport for children and youth (pag: 81-88) Champain IL: Human Kinetics
  • Smilkstein, G. (1980). Psychological trauma in children and youth in competitive sport. The Journal of Family Practice, 10, 737-739
  • Tardy, C. (1985). Social support measurement. American Journal of Community Psychology, 13, 187-202
  • Ullrich- French, S. y Smith, A. L. (2002) Significant others and motivational outcomes in youth sport: the interaction of parent-child relationships and peer relationships. Presentado en el Congreso anual de la NASPSPA, Baltimore, MD.
  • Vergeer, I. ( 2000). Interpersonal relationships in sport: from normology to idiography. International Journal of sport Psychology, 31, 578-583

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