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6 Sep 2007

Influencia del factor edad en una valoración funcional aplicada a niños de educación secundaria.

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En el presente estudio se evaluó mediante una serie de pruebas la forma física de dos cursos de educación primaria, tras el registro de los resultados se dio paso a su análisis y valoración. Se seleccionaron cuarenta niños de dos cursos de un mismo colegio.

 
Autor(es):Ruiz-Ruisueño Abad, Jorge1, Ferrer Contreras, María del Carmen2, Lara Sánchez, Amador Jesús1, Martínez Guerrero, Norberto Manuel1
Entidades(es): 1Facultad de Ciencias del Deporte. Universidad de Murcia 2Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Almería
Congreso: VII Congreso Internacional sobre la Enseñanza de la Educación Física y el Deporte Escolar
Badajoz-6-9 de Septiembre de 2007
ISBN: 978-84-611-8417-0
Palabras claves: educación secundaria, influencia del factor edad, valoración funcional

Resumen

En el presente estudio se evaluó mediante una serie de pruebas la forma física de dos cursos de educación primaria, tras el registro de los resultados se dio paso a su análisis y valoración. Se seleccionaron cuarenta niños de dos cursos de un mismo colegio. Se realizó la siguiente batería de pruebas físicas: valoración de la extensibilidad isquiosural mediante el test dedos-planta, comprobación del detente vertical con la ayuda de una plataforma de fuerza, anotación de la velocidad a los cinco, diez y veinte metros, tras una salida explosiva y realización del test de Probst. Como paso previo a la valoración fisiológica, se hizo una valoración antropométrica de cada uno de los sujetos seleccionados, con la finalidad de registrar su peso, talla e índice de masa corporal. Las mediciones se llevaron a cabo en días diferentes, aunque siempre bajo las mismas condiciones en cuanto a horario, procedimiento y espacio.

En cuanto a los resultados, se encontraron diferencias muy significativas entre ambos grupos, siendo en el grupo de mayor edad en el que registraron valores más altos en todas las valoraciones exceptuando la de extensibilidad isquiosural, donde no existieron diferencias significativas. Como conclusión principal, se demuestra una clara desventaja del curso de menor edad en cuanto a aspectos fisiológicos se refiere, de cara a campeonatos donde ambos cursos estarían inscritos en la misma categoría de una competición deportiva. Por otro lado, se pone de manifiesto la eficacia de la batería de test utilizada ya que refleja de manera rápida parámetros cuantificables y útiles para la individualización y la mejora del rendimiento.

 

Introducción

El deportista necesita una combinación de cualidades tanto físicas y psicológicas como técnicas y tácticas (Arnason & cols., 2004; Giralt, 2004). La resistencia, fuerza, flexibilidad y velocidad, cumplen un papel fundamental dentro de la preparación deportiva, aunque también se precisan unos valores en coordinación, equilibrio, habilidad y agilidad (Giralt, 2004). La valoración funcional nos permite conocer el estado de forma de los deportistas en un momento determinado y planificar los entrenamientos en función de los valores resultantes (Amar & cols., 2003). La especificidad de una valoración funcional al deporte está influenciada por el punto de vista del entrenador, preparador, profesor, etc. El objetivo del presente estudio enlaza con esa necesidad de conocer el estado de forma de nuestros deportistas y evalúa el estado de forma de 2 cursos de educación primaria cuyas edades comprenden entre 12 y 14 años mediante una valoración funcional. Su finalidad es la de conocer su estado físico y observar las posibles diferencias entre edades y grupos que competirían en una misma categoría. Una vez obtenidos y analizados los resultados, podremos tomar medidas colectivas e individuales de cara a la mejora de la condición física, mediante la planificación de programas deportivos colectivos e individuales adaptados en todo momento a los resultados obtenidos, buscando siempre una evolución y desarrollo en el rendimiento de los niños.

Objetivos

  • Valorar fisiológica y antropológicamente a dos cursos de Educación secundaria.
  • Comparar los resultados obtenidos y a partir de ellos extraer conclusiones concretas.
  • Comprobar la relevancia de las conclusiones de cara a actuaciones determinadas.
  • Conocer el estado de forma de los niños que en un momento determinado y planificar los entrenamientos en función de los valores resultantes.
  • Planificar y llevar a cabo programas deportivos individuales y/o colectivos que puedan aportar beneficios en cuanto a la evolución y desarrollo fisiológico de los jugadores.
  • Establecer las categorías en los deportes base.

Hipótesis

Si los valores obtenidos en las pruebas realizadas a los dos cursos alcanzan valores muy diferentes siendo la edad del jugador responsable directo de los mismos, ¿Sería lógico que ambos cursos compitan en busca del mismo objetivo en la misma competición?

Variables

  • Variables dependientes: Peso, talla, índice de masa corporal, flexibilidad, potencia de salto, velocidad y resistencia
  • Variables independientes: Edad
  • Variables contaminantes:
    • Actuación de los investigadores:
      • Participación en la toma y análisis de los datos
    • Presencia de los investigadores en el campo de la investigación
      • Alteración en la actuación natural de los jugadores
    • Actuación y respuesta de los jugadores estudiados:
      • Sensación de estar siendo evaluados

Método

1- Sujetos La muestra estuvo compuesta por 40 niños pertenecientes al Colegio Público San Antón de Albacete, dividido en dos grupos: grupo A y grupo B, los cuales cursan 2º y 1º de E.S.O. respectivamente. Todos los sujetos son hombres y practican deporte al menos 3 veces por semana. En el grupo A los niños tienen unos valores medios de 14±0,51 años de edad, 54.36±8,48 kg de peso corporal, 1,65±0,07 m de altura y un índice de masa corporal de 19.85±1,94 kg/m2. Mientras que en el grupo B la edad es de 12,47±0,61 años, la altura 1,57±0,1 m, el peso 45,63±7,23 kg y el IMC 18,39±2,15 kg/m2. Realizan actividad física habitualmente 3 días por semana con una duración de 70 a 100 minutos. Los niños del grupo A llevan una media de 6,2±2,04 años practicando algún tipo de deporte, mientras que los del grupo B, llevan 5,63±1,7 años practicando deporte. Antes de las valoraciones, los tutores de los chicos rellenaron un consentimiento a la realización de éstas. Así como los chavales completaron un cuestionario con los datos personales básicos y la práctica del deporte a lo largo de su carrera.

2- Material

Para las anotaciones antropométricas, se utilizó una báscula y un tallímetro. Para la prueba de salto se usó una plataforma de fuerza la cual proporcionaba la altura del salto y el tiempo de vuelo. Para las salidas de velocidad se usaron 4 juegos de células fotoeléctricas para la toma de tiempos, así como un cronómetro Oregon Scientific con sensibilidad de 1 centésima para la comprobación de los mismos. El mismo cronómetro sirvió para la anotación en las pruebas de esfuerzo. La elasticidad isquiosural se midió mediante un cajón de flexibilidad. Para las pruebas maximales se usaron 7 pulsómetros Polar S-610, que registraron la frecuencia cardiaca cada 5 segundos durante la prueba. Los datos se almacenaron en un ordenador portátil con dispositivos de infrarrojos, el cual se utilizó mediante el software Microsoft Excel 2003, el paquete estadístico SPSS 12.0 versión española y el programa específico del Test de Probst, TVREF v2.0. Se utilizaron conos para la delimitación de los recorridos mediante una cinta métrica de 25 m con un margen de error de 1 cm. Los datos se registraban mediante bolígrafos y papel.

3- Procedimiento

Las valoraciones funcionales fueron realizadas en días correspondientes a las clases de Educación física, siempre a la misma hora y en los espacios de entrenamiento habituales. Durante las dos semanas anteriores la rutina en las sesiones fue la misma que la utilizada durante todo el año. Las pruebas que realizaron los componentes del grupo A, incluyendo el calentamiento para no confundir el orden, fueron: 1- Mediciones de peso y talla: Antes de comenzar la realización de las pruebas, los chavales fueron pesados y medidos para obtener unos mínimos datos antropométricos, de los cuales se halló el índice de masa corporal (IMC). 2- Calentamiento: Tuvo una duración de 10’ con una parte general y otra específica. 3- Medición de la flexibilidad: Se calculó la extensibilidad isquiosural de los chavales mediante la medición en posición dedos-planta. 4-Valoración del detente vertical:El salto vertical que se realizó fue el salto con contramovimiento (CMJ). Los niños realizaron dos saltos (pausa intermedia de 5 minutos), obteniéndose los valores de altura alcanzada y tiempo de vuelo. 5- Salidas de velocidad: Tras un descanso de 6-7 minutos después de los saltos, se realizaron 2 salidas de velocidad sobre una distancia total de 20 m, con toma de tiempos en 5, 10 y 20 m. El descanso entre repeticiones fue de 5 min. 6- Realización del test de Probst:El test de Probst es una prueba piramidal basada en un recorrido en zig-zag compuesto por 14 postas separadas 10 m cada una. El niño debe dar dos vueltas a 10,8 km/h, realizando el trazado a seguir, cumplirá un periodo de descanso de medio minuto y repetirá de nuevo el recorrido con un incremento en la velocidad de 0,6 km/h. Así sucesivamente (2 vueltas y medio minuto de descanso) hasta la extenuación (García-López & cols. 2002 y 2005; y Sevillano & cols., 2002).

Resultados

Los resultados que se obtuvieron en las diferentes pruebas se observan en la tabla 1. Los valores de la flexibilidad isquiosural alcanzaron un promedio de 35,725±6,26 cm en el grupo A y 33,671±6,04 para el grupo B en los 2 intentos realizados por cada curso. En el salto vertical con contramovimiento se obtuvieron los datos de altura y tiempo. En el A la altura media fue de 0,354±0,06 m y el tiempo de 0,536±0,04 s, mientras que en el B se alcanzaron 0,304±0,05 m con una duración media de 0,496±0,04 s. Los tiempos medios en las series de velocidad fueron los siguientes: en el grupo A los primeros 5 m se recorrieron en 1,192±0,08 s, los 10 m marcaron 2,007±0,12 s y los 20 m 3,421±0,18 s. En el grupo B los tiempos para las 3 marcas fueron 1,3± 0,12 s, 2,24±0,11 s y 3,77±0,48 s. Se encontraron diferencias muy significativas en todos los parámetros que se pudieron comparar excepto para la flexibilidad isquiosural.

Tabla 1. Resultados promedios de la valoración funcional.

Completa la información

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº4.

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Discusión

Las características antropométricas de los chavales de ambos grupos son idénticos a las de otros niños españoles de 12 y 14 años (González-Arizmendi & Ainz, 1998) y muy similares a chavales daneses de las mismas edades (42,5 kg y 1,54 m; y 57,5 kg y 1,72 m para 12 y 14 años respectivamente), si bien, estos últimos son superiores a los del grupo A (Stroyer, Hansen, & Klausen, 2004). Los resultados de flexibilidad no expresaron diferencias significativas entre ambos cursos. Según Álvarez Medina, Casajús & Corona (2005), la flexibilidad escasamente se suele trabajar. Se ha asociado significativamente la falta de elasticidad en los isquisurales con el mayor número de lesiones musculares en esa zona (Witvrouw, 2003), por lo que se le debería dar más importancia a esta cualidad. Berg, La Voie & Latin (1985) demostraron mediante elevación de pierna recta (EPR) en niños de 11 años, que los niños de tal edad tienen significativamente mejor flexibilidad en la cadera (82-88º) que compañeros sedentarios (74-82º). La prueba de salto vertical con contramovimiento también obtuvo diferencias significativas tanto en la altura del salto como en el tiempo de vuelo (ambas relacionadas entre sí) a favor del grupo A. Los resultados de esta prueba están muy relacionados con los de velocidad, ya que la fuerza del tren inferior está directamente relacionada con la disminución de tiempo en velocidad sobre 10 m (Hoff & Helgerud, 2002, y Helgerud & cols., 2002, citados en Hoff & Helgerud, 2004). Arnason & cols. (2004) en su estudio sobre 306 futbolistas de las 2 categorías más altas de Islandia (con edades comprendidas entre los 16 y 38 años), obtiene una relación directa, aunque no significativa, entre los resultados en CMJ y la posición final en la liga. Esta información deja entrever que la potencia del tren inferior está muy ligada al rendimiento deportivo. Los resultados del grupo A igualaron a los encontrados por Giralt (2003) para chavales de 16-18 años antes de un periodo de entrenamiento específico para la fuerza, ya que tras éste los valores aumentan a 38 cm de vuelo. Así como los resultados de Diallo & cols. (2001) para niños de 12,3 años igualan los resultados en CMJ del grupo B y son inferiores a los del grupo A. Los resultados del grupo A en velocidad fueron significativamente superiores en todas las distancias anotadas. Los resultados del curso de mayor promedio de edad se asemejan mucho más a los expuestos por Sevillano & cols. (2002) en chavales de 14-16 años, que los tiempos del grupo B. Este aspecto se podría explicar por la cercanía temporal de los niños del grupo A a dichos sujetos, a los cuales les quedan menos de 6 meses para cambiar de curso. La velocidad en 20 m del grupo B se asemeja más a la encontrada por Diallo & cols. (2001) para niños de la misma edad (3,6-3,5 s). Estas grandes y evidentes diferencias de velocidad pueden fundamentarse en la mayor frecuencia y amplitud de zancada de los chicos que ya se han desarrollado físicamente casi en su totalidad. La velocidad en 10 m dependerá más de la fuerza y potencia muscular del sujeto, poco desarrollada en niños (diferencia con adultos de 0,17-0,41 s), mientras que en los 20 m influirá sensiblemente el tamaño de las palancas del tren inferior, los cuales influyen directamente en el tamaño de la zancada, modificando los tiempos de carrera (la diferencia con los infantiles de 1-1,3 s). Malina & cols. (2004) encuentra unos resultados ligeramente inferiores para chavales de 13-15 años, aunque lo interesante de su estudio es la progresión en altura del salto en función del nivel de madurez de los sujetos. Los valores hallados en este estudio concuerdan con los niveles de madurez ya que es entre los13 y 14 años cuando se produce un desarrollo acelerado del organismo, donde las hormonas cumplen un papel importante (Álvarez-Medina, Casajús & Corona, 2005). En el presente estudio se puede observar un desarrollo en los factores estudiados, encontrándose diferencias significativas. El nivel de maduración en estas edades influye directamente sobre las manifestaciones físicas, hallándose una progresión en la mejora en función del crecimiento (Malina & cols., 2004). Si se hubieran comparado con chicos de una edad superior, posiblemente el periodo de pubertad aumentaría las diferencias entre unos y otros (Sproviero & cols., 2002). Los resultados del Test de Probst no se discuten por no ser considerados como válidos, si bien cabe mencionar que sería importante corregir el fallo en la escala de las velocidades en función de la edad de los participantes. La validez del Test de Probst para la valoración fisiológica del fútbol se considera adecuada por realizarse sobre el propio terreno de juego y no en otra superficie, incluir en su recorrido numerosos cambios de dirección, intercalar descansos entre periodos de esfuerzo, calcular velocidad aeróbica máxima (VAM), frecuencia cardiaca máxima, velocidad en el umbral anaeróbico, porcentaje de la velocidad en el umbral anaeróbico respecto a la VAM y porcentaje de la frecuencia cardiaca en el umbral anaeróbico respecto a la frecuencia cardiaca máxima, valores que pueden ser utilizados para llevar un preciso control en los entrenamientos (Cuesta & cols., 2006).

Conclusiones

  • El grupo A, que está en un curso superior está físicamente por encima (con diferencias significativas) que el grupo B en todos los parámetros excepto en la flexibilidad.
  • La flexibilidad es la única cualidad que no denota diferencias significativas (p = 0,14)

La batería de test utilizada refleja los parámetros cuantificables y útiles para la individualización y la mejora del rendimiento.

Bibliografía

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