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6 Sep 2007

Adolescentes escolarizados de la región de murcia y niveles de práctica físico-deportiva de los mismos

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En la mayoría de investigaciones sociológicas realizadas en diferentes países, constatan un descenso progresivo de la práctica físico-deportiva con la edad (Sthephens y cols., 1985; García Ferrando, 1997), detectando una disminución de dicha práctica en la etapa escolar…

 
Autor(es):Prof. Juan Luis Yuste Lucas*, Prof. Pedro Ángel López Miñarro*, Francisco José López Villalba** José Vicente García Giménez***, Prof. Juan José García Pellicer****, Prof. Pedro Luis Rodríguez García*****
Entidades(es): *Profesor Titular de Escuela Interino. Facultad de Educación. Universidad de Murcia (España). **Profesor de Educación Física. I.E.S. Villa de Abarán (Murcia – España) ***Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (España). ****Profesor Titular de Escuela Universitaria. Facultad de Educación. Universidad de Murcia. España. ***** Profesor Titular de Universidad. Facultad de Ciencias del Deporte. Universidad de Murcia (España)
Congreso: VII Congreso Internacional sobre la Enseñanza de la Educación Física y el Deporte Escolar
Badajoz-6-9 de Septiembre de 2007
ISBN: 978-84-611-8417-0
Palabras claves: Actividad físico-deportiva. Adolescentes escolarizados. Asociacionismo deportivo.

Resumen

En la mayoría de investigaciones sociológicas realizadas en diferentes países, constatan un descenso progresivo de la práctica físico-deportiva con la edad (Sthephens y cols., 1985; García Ferrando, 1997), detectando una disminución de dicha práctica en la etapa escolar, acentuándose de manera alarmante en la adolescencia (Gaspar de Matos y cols., 1998; Pate y cols., 1998; Sallis y Owen, 1999; C.I.S., 2000). En esta línea, diferentes autores (Sthephens y cols., 1985; García Ferrando, 1997; Pièron y cols., 1997), coinciden en señalar la adolescencia como punto de declinación en los hábitos de práctica físico-deportiva. Es por ello que, siendo la práctica de actividad físico-deportiva tan importante en estos períodos de edad, resulta necesario desarrollar estudios sobre los motivos de práctica y abandono de la misma en adolescentes, con el fin de desarrollar estrategias idóneas de promoción de vida activa en nuestros jóvenes. Ya que, como señalan numerosas investigaciones, la práctica de actividad física realizada bajo unos determinados parámetros, mejora de la salud y contribuye a la calidad de vida (Bouchard y cols., 1990; Sallis y Patrick, 1994; Bar-Or y Baranowsky, 1994; American College of Sports Medicine, 1995; Teixeira y cols., 2001).

Un hábito de práctica físico-deportiva adquirido en edades tempranas, sobre todo en la adolescencia, es un factor de influencia para su continuidad en la etapa adulta (Simons-Morton y cols., 1988; Taylor y cols., 1999; Telama y Yang, 2000). Por ello, la promoción de práctica de actividad físico-deportiva, es uno de los principales objetivos en la política educativa de la mayoría de países desarrollados.

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INTRODUCCIÓN

En la mayoría de investigaciones sociológicas realizadas en diferentes países, constatan un descenso progresivo de la práctica físico-deportiva con la edad (Sthephens y cols., 1985; García Ferrando, 1997), detectando una disminución de dicha práctica en la etapa escolar, acentuándose de manera alarmante en la adolescencia (Gaspar de Matos y cols., 1998; Pate y cols., 1998; Sallis y Owen, 1999; C.I.S., 2000). En esta línea, diferentes autores (Sthephens y cols., 1985; García Ferrando, 1997; Pièron y cols., 1997), coinciden en señalar la adolescencia como punto de declinación en los hábitos de práctica físico-deportiva. Es por ello que, siendo la práctica de actividad físico-deportiva tan importante en estos períodos de edad, resulta necesario desarrollar estudios sobre los motivos de práctica y abandono de la misma en adolescentes, con el fin de desarrollar estrategias idóneas de promoción de vida activa en nuestros jóvenes. Ya que, como señalan numerosas investigaciones, la práctica de actividad física realizada bajo unos determinados parámetros, mejora de la salud y contribuye a la calidad de vida (Bouchard y cols., 1990; Sallis y Patrick, 1994; Bar-Or y Baranowsky, 1994; American College of Sports Medicine, 1995; Teixeira y cols., 2001). Un hábito de práctica físico-deportiva adquirido en edades tempranas, sobre todo en la adolescencia, es un factor de influencia para su continuidad en la etapa adulta (Simons-Morton y cols., 1988; Taylor y cols., 1999; Telama y Yang, 2000). Por ello, la promoción de práctica de actividad físico-deportiva, es uno de los principales objetivos en la política educativa de la mayoría de países desarrollados. Diferentes situaciones del quehacer diario del sujeto, son partícipes de la definición del concepto vida activa. Por ello, sin tan sólo la identificamos con la práctica de actividad físico-deportiva, estamos creando un definición reduccionista de vida activa que, por el contrario, cobra especial importancia el tiempo de ocio. Por ello, resulta necesario distinguir el compromiso obligado que un sujeto pueda adquirir a la hora de realizar actividad deportiva, de aquel tiempo de ocio donde se escoge libremente las actividades que se han de realizar. Esta consideración, nos permite afirmar que, practicar actividad deportiva reglada o dirigida, no puede estar encuadrada dentro del tiempo de ocio, aunque esto no excluye que, durante dicho espacio de ocio, se pueda realizar actividad físico-deportiva. En esta comunicación, tan sólo analizamos una parte de la vida activa de los adolescentes, la práctica de actividad deportiva. Para nuestra investigación, es preciso utilizar un instrumento de medida que sea adaptable a las características de los adolescentes como sujetos diana en nuestro análisis y que permita estimar la actividad física realizada por el sujeto de forma habitual, aunque su aplicación sea de carácter transversal. Baecke y cols. (1981), elaboraron El Questionnaire for the measurement of Habitual Physical Activity (QHPA), que tiene por finalidad medir el nivel de actividad física habitual autoinformado en la población general durante el tiempo de trabajo (o actividad principal), el tiempo de ocio y, en su caso, el tiempo de práctica deportiva. Después de una revisión realizada de la literatura internacional, nos ha llevado a centrar la atención en dicho inventario que reúne las características de análisis de nuestro constructo conceptual de actividad física para una vida activa. El eje principal de nuestra investigación, no está centrado en la práctica deportiva, sino en la actividad física habitual que desarrolla el adolescente en tres momentos fundamentales de su vida cotidiana, como son: la actividad desarrollada en el entorno escolar, la actividad desarrollada durante el tiempo de ocio y la actividad deportiva elegida voluntariamente. En esta comunicación, nos centramos en analizar algunos aspectos de la práctica deportiva realizada de manera voluntaria por los adolescentes, estableciendo como objetivos principales:

  • Observar el nivel de actividad físico-deportiva realizada de forma voluntaria, días a la semana y horas al día de práctica en adolescentes escolarizados de la Región de Murcia.
  • Comparar el nivel de actividad físico-deportiva en adolescentes según el sexo y las diferentes edades analizadas.

MATERIAL Y MÉTODO.

En función de los objetivos propuestos y el diseño establecido, hemos seleccionado la metodología de investigación de encuestas por muestreo. Se realizó un proceso de muestreo con el que obtuvimos una muestra representativa de adolescentes escolarizados. Para la evaluación del nivel de actividad física habitual fue creada una escala que hemos denominado Inventario de Actividad Física Habitual para Adolescentes (IAFHA). Este inventario ofrece una aproximación al grado de actividad física habitual que realizan los adolescentes entre 14 y 17 años durante su vida cotidiana. El IAFHA es una escala elaborada a partir de una propuesta inicial de un inventario creado por Baecke y colaboradores en 1982 dirigido a población adulta para la valoración de la actividad física. Realizamos la correspondiente adaptación a población adolescente española de dicho inventario, obteniendo una escala que valora el nivel de actividad física en tres momentos fundamentales de la vida cotidiana de los adolescentes, que son: la actividad deportiva elegida voluntariamente, la actividad desarrollada en el entorno escolar y la actividad durante el tiempo de ocio. Tras los correspondientes análisis psicométricos exploratorios y confirmatorios, obtuvimos la fiabilidad y validez correspondiente para utilizar dicho instrumento de medida en nuestra investigación. Todos estos valores, también resultaron significativos con un nivel de confianza del 95%. Por lo tanto, la fiabilidad de la prueba global resulta aceptablemente alta y significativa desde un punto de vista estadístico. En cuanto a la validez de constructo, observamos que los items incluidos en la escala se agrupan de forma coherente formando las tres subescalas definidas conceptualmente. El análisis confirmatorio efectuado mediante ecuaciones estructurales, arroja unos índices que permiten definir como válida la escala construida. Todas las saturaciones resultaron significativas evidenciando que todos los indicadores son relevantes para definir nuestro constructo (AFH).

PROCESO DE MUESTREO. El muestreo se realizó siguiendo un proceso estratificado y polietápico, La selección final de los escolares participantes fue aleatoria, de manera que fueron contactados todos los alumnos presentes en el aula y que voluntariamente quisieron participar. Para un nivel de confianza del 95,5% determinamos un error muestral de +/- 3,2%, dando como resultado un tamaño muestral definitivo de 888 sujetos (444 chicos y 444 chicas).

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Niveles de práctica de actividad físico-deportiva. Dentro de los descriptivos correspondientes a la escala de actividad física habitual (IAFHA), en la presente comunicación, analizamos diferentes aspectos pertenecientes a los niveles de práctica físico-deportiva y que son: la práctica físico-deportiva realizada, días a la semana de práctica físico-deportiva y horas al día de práctica físico-deportiva. Práctica físico-deportiva realizada.

De la totalidad de la muestra (888 sujetos), tan sólo un 54,2% realizan práctica de actividad físico-deportiva, siendo los varones los que presentan porcentajes claramente superiores, existiendo una clara asociación positiva por parte de los varones hacia la práctica (test de independencia c2 de Pearson con análisis de residuos aplicado) (tabla 1).

Tabla 1. Práctica físico-deportiva según sexo.

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La promoción deportiva gestionada por los clubes, es altamente selectiva, circunstancia que provoca un rechazo de todos aquellos sujetos que no presentan una adecuada cualificación deportiva. Este hecho, supone que los menos competentes deportivamente, quedan excluidos de las competiciones deportivas federadas, sin existir en la actualidad programas alternativos que acojan a dichos sujetos. Prueba fehaciente de esta circunstancia la encontramos en el análisis de la ocupación de las instalaciones deportivas en la Región de Murcia (García Galián, 1996), donde apenas quedan reservadas franjas horarias destinadas a la práctica deportiva no federada. Este claro abandono de la gestión pública de la promoción deportiva supone, bajo nuestra consideración, un fracaso en la política de promoción del llamado “Deporte para todos”. Coincidimos, en este sentido, con las reflexiones realizadas por García Ferrando en su análisis de la práctica deportiva en España desde 1993. Este error en la gestión de la promoción deportiva escolar es particularmente grave, si tenemos en cuenta que la proporción de adolescentes federados en nuestro país es muy baja, aspecto muy considerado por parte de la administración pública. Concretamente, en la Región de Murcia, el porcentaje de adolescentes federados obtenido en nuestra investigación es de un 21,7%. Este bajo índice de asociacionismo deportivo, está en consonancia con los datos del resto de Comunidades Autónomas españolas. Las investigaciones de García Ferrando (1991, 1998), y los datos aportados por el C.I.S. (2000) apoyan esta consideración.

Teniendo en cuenta la edad (gráfica 1), el porcentaje de los varones practicantes, aproximadamente el 70%, es apreciablemente mayor al de mujeres (alrededor del 35%), sin existir variaciones significativas con la edad, como así lo indica lo indicó el test de independencia efectuado.

Gráfica 1. Porcentaje de practicantes de actividad físico-deportiva según sexo y edad.

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Días a la semana de práctica físico-deportiva. La mayoría de adolescentes practicantes, eligen como opción principal entre 1-2 días (27,8%) y 3 días (39,7%), siendo siempre los varones, con un 5,3%, respecto a las mujeres, con un 1,8%, quienes arrojan porcentajes más altos (tabla 2).

Tabla 2. Días a la semana de práctica físico-deportiva según sexo.

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La media de práctica está por encima de 2 días en los varones para todas las edades, mientras que las mujeres se mantienen en torno a 1 día de práctica o ligeramente por encima. En ambos sexos, se mantiene una clara regularidad con el transcurso de la edad (gráfica 2).

Gráfica 2. Días a la semana de prácticafísico-deportiva según sexo y edad.

Otro elemento a tener en cuenta sobre la marcada tendencia de la promoción deportiva hacia la competición, agravado por la ausencia de programas educativas destinados a esas tres cuartas partes de adolescentes no federados, es la falta de cultura en la práctica físico-deportiva en nuestro país, que deja desvalidos a los adolescentes a la hora de implicarse en la práctica física. Unido a ello, la falta de regulación de titulaciones profesionales en el ámbito físico-deportivo, no permite que la iniciativa privada supla las carencias constatadas en la gestión de la práctica físico-deportiva por parte de las administraciones públicas. Este hecho ha supuesto un caldo de cultivo para la proliferación de centros de práctica física, en los cuales, prevaleciendo el mercantilismo, están generando una desvirtuación de los fines saludables de la práctica físico-deportiva, que repercuten negativamente en la salud de la población. La investigación realizada por López Miñarro (2003) sobre la práctica física realizada en sala de musculación en la Región de Murcia, confirma con claridad nuestras observaciones sobre este hecho.

CONCLUSIONES.

  1. Los bajos niveles encontrados en la práctica de actividad deportiva voluntaria, indican que la promoción deportiva en nuestro país está gestionada de forma inadecuada, ya que, responde a orientaciones motivacionales centradas en la competición y para sujetos con niveles de competencia motriz elevados. Este hecho se confirma al comprobar la reducida tasa de asociacionismo deportivo existente en nuestro país, donde el deporte, como modalidad de práctica, deja de ser atrayente para los adolescentes sin que, hasta el momento, se ofrezca una respuesta efectiva a las necesidades diversas y emergentes de los jóvenes.
  2. En relación con la edad, indicar la disminución del nivel de práctica con el transcurso de la edad para ambos sexos. Esta tendencia refuerza la consideración de que el modelo de promoción de actividad física basado en el deporte competitivo no responde a los intereses y motivaciones de los adolescentes. Por otro lado, la ausencia de programas de promoción de actividad físico-deportiva, por parte de las entidades locales genera, probablemente, un vacío y abandono de la práctica de ejercicio regular y sistemático, con las consecuentes repercusiones que ello tiene para la salud.

Respecto al sexo, indicar que este descenso de nivele de práctica es más acusado, lo cual, nos puede conducir a afirmar que la promoción de de actividad físico-deportiva, tiene una marcada orientación hacia actividades más frecuentadas por los chicos, y que son aquellas con orientación hacia el ego.

Bibliografía

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