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7 May 2009

El desarrollo físico en minibasket. Propuesta metodológica del c.b. seis do nadal-coia

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La necesidad de llevar a cabo un proyecto de desarrollo físico en minibasket no se debe tomar como algo anecdótico sino como un proceso de vital importancia para los niños y niñas que se inician en este deporte a esta edades, ya que en él se van a establecer…

Autor(es):Pablo Sánchez Estévez y Sergio González Larrañaga
Entidades(es): C.E.P. Caixanova, Vigo; Club Baloncesto Seis do Nadal-Coia
Congreso: V Congreso nacional de las ciencias del deporte y la educación física
Pontevedra – 7-9 de Mayo de 2009
ISBN: 978-84-613-1660-1
Palabras claves: minibasket, desarrollo físico, metodología.

Resumen Edesarrollo físico en  minibasket

La necesidad de llevar a cabo un proyecto de desarrollo físico en minibasket no se debe tomar como algo anecdótico sino como un proceso de vital importancia para los niños y niñas que se inician en este deporte a esta edades, ya que en él se van a establecer los cimientos sobre las que se van a construir los futuros jugadores y jugadoras de baloncesto. Este trabajo ha de realizarse con mucho cuidado y respetando una serie de condicionantes, ya que durante el proceso de formación de una persona intervienen numerosos factores y parámetros que se deben conocer para que este desarrollo sea lo más beneficioso y adecuado posible. Es muy importante tener en cuenta que el ritmo de desarrollo de las diferentes capacidades psico-físicas de una persona es diferente para cada individuo, aunque si es cierto que existen unas fases comunes que todas las personas pasan más tarde o más temprano a lo largo de su desarrollo individual. Numerosas investigaciones han puesto de manifiesto que una preparación física adecuada a las personas en sus diferentes etapas de desarrollo es totalmente necesaria para el individuo en su desarrollo como deportista y como persona. Esta comunicación pretende mostrar el proyecto de desarrollo físico que se lleva a cabo en el Club Baloncesto Seis do Nadal-Coia en la categoría de minibasket (niños y niñas de 7/8 a 11/12 años) y como lo llevamos a cabo.

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Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº10.

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1. INTRODUCCIÓN

El Club de Baloncesto Seis do Nadal-Coia, en su afán por mejorar sus prestaciones y la de todas las personas que participan en su proyecto de formación de deportistas, ha desarrollado un proyecto de vida deportiva que busca el desarrollo integro de una persona intentando abarcar no solo el aspecto didáctico de la pedagogía del baloncesto, sino también un desarrollo armónico y completo tanto físico como emocional desde el primer momento que entra en contacto con el club. El club cuenta con 224 deportistas federados y más de 200 niños y niñas en escuelas deportivas. En la categoría de minibasquet, el club cuenta con 7 equipos: 3 equipos en categoría benjamín (uno femenino y dos masculinos) y 4 equipos en categoría alevín (dos femeninos y dos masculinos), con 82 deportistas federados. Asimismo, el club cuenta con 28 entrenadores y entrenadoras. La importancia del C. B. Seis do Nadal-Coia a nivel social se ve reflejado en la gran cantidad de reconocimientos recibidos en estos últimos años:

  • MELLOR CLUB DE VIGO E COMARCA 2001/2002, 2002/2003, 2003/2004, 2004/2005, 2005/2006, 2006/2007, 2007/2008 concedidos todos ellos por la DELEGACIÓN VIGUESA DE BALONCESTO.
  • PREMIO “DEPORTE NA ESCOLA” 2003 concedido por la XUNTA DE GALICIA E DEPORTE GALEGO.
  • PREMIO Á MELLOR INICIATIVA EN DEPORTE ESCOLAR 2007/08 concedido por la XUNTA DE GALICIA e DEPORTE GALEGO.

Esta comunicación pretende mostrar el proyecto de desarrollo físico que se lleva a cabo en nuestro club en la categoría de minibasket (niños y niñas de 7/8 a 11/12 años) y como lo llevamos a cabo. Para comprender este proyecto es necesario conocer ciertos aspectos relacionados con las principales características físicas, motrices, afectivas, etc. de los niños y niñas de estas edades, así como los principios y normas de entrenamiento a seguir y respetar.

2. PRINCIPIOS Y NORMAS DE ENTRENAMIENTO

A lo largo de toda su vida deportiva, el futuro deportista se debe ir formando en todos los aspectos (deportivos y humanos). Este proceso de formación no es espontáneo. Se requiere un tiempo, en el cual, se deben ir obteniendo adaptaciones paulatinas, sin prisas y sin pausa. Éstas, si han sido bien planificadas, desembocaran al cabo de los años en el más alto rendimiento para el que esté potencialmente dotada la persona. Hay que tener muy presente que el niño o niña deberá ser “construido” de forma multilateral. Es decir, se pasara de la formación integral hasta llegar a la especial de ese deporte. Uno de los primeros, y más graves errores que se suelen cometer son considerar al niño o niña como un adulto en miniatura; y adaptar lo que se trabaja con adultos a los niños con lo que nada o muy poco tiene que ver con sus intereses, necesidades y su realidad. Para que un niño o niñas llegue a su máximo rendimiento deportivo el día de mañana, es preciso que se cumplan una serie de reglas básicas acerca del entrenamiento, la preparación y la educación deportiva o principios de la formación deportiva a largo y medio plazo. Si algunas de estas reglas o principios no se respetan se les irá cercenando la potencialidad bajando ese listón al que podría haber llegado. Los niños y niñas a estas edades den recibir un tratamiento basado en tareas adecuadas a su edad y a sus características particulares. Plantearemos, pues, una serie de normas respecto a su entrenamiento:

  • Respeto a las etapas de desarrollo: los niños y niñas como seres en proceso de desarrollo crecen, aumentan en estatura, en peso, madura psicológicamente, etc. No obstante, no todos los sistemas desarrollan al mismo tiempo ni en las mismas proporciones. Los niños y niñas no se desarrollan por igual. Hay algunos o algunas que lo hacen antes y de forma más acelerada y otros u otras que lo hacen más tarde y de forma más retardada. Por ello, es muy importante distinguir entre la edad cronológica y la edad biológica ya que estas diferencias pueden provocar errores con la aplicación de entrenamientos inadecuados.
  • Edad biológica: es el nivel de desarrollo que tienen los niños y niñas sin tener en cuenta el tiempo que lleva de vida. Es difícil de apreciar ya que el desarrollo no se produce lineal sino a tirones y, a veces, con grandes desproporciones.
  • Edad cronológica: es la edad real referida al calendario. Este concepto es el que prevalece a la hora de agrupar a las personas por categorías y puede llevar a grandes fracasos por falsas expectativas.
  • No a la especialización precoz: el proceso de entrenamiento no debe dirigirse hacia un trabajo de forma específica desde edades tempranas, sin embargo, esta afirmación, no debe conducir al error de realizar un trabajo totalmente general durante la niñez, pubertad y adolescencia. Es decir, los niños y niñas pueden realizar trabajo específico pero, siempre y cuándo, sea trabajo específico para niños y niñas y no para adultos.
  • Aprovechar las fases sensibles: En la evolución de una persona hay momentos en que algunas capacidades sufren un desarrollo desmesurado mientras que otras pueden crecer más despacio o, incluso, estancarse. En algunos momentos, el organismo reacciona de manera mas acentuada ante ciertos estímulos. Esos momentos puntuales se conocen como fases sensibles. Es decir, podemos definir como fases sensibles aquellos períodos de la vida en que en el organismo humano se observa una especial sensibilidad, así como una rápida y abundante reacción ante ciertos estímulos de entrenamiento. El conocimiento lo más aproximado posible de estos fenómenos es muy importante para entrenar las capacidades de los niños y niñas. Si se aprovechan, cada una de las capacidades darán un salto cualitativo y cuantitativo. En cambio, si se dejan pasar, se habrán perdido posibilidades de mejora que no volverán a presentarse.

3. CARACTERÍSTICAS PSICO-FÍSICAS DE LOS NIÑOS Y NIÑAS EN MINIBASKET

El desarrollo del individuo es un cambio lento, progresivo y continuo, pero irreversible, sin repetición en las diversas etapas por las que atraviesa. La niñez y la juventud son las etapas más interesantes y donde se presenta un desarrollo más acentuado con grandes cambios. Estas fases o etapas no han de entenderse de un modo rígido en cuanto a duración, pues las transiciones se producen de un modo suave. No todos las personas evolucionan al mismo ritmo, los hay más adelantados y más atrasados. Unas adquieren las características de una determinada etapa antes y otras tardan más en llegar a ellas. Pese a ello, se puede afirmar que el desarrollo de los dos sexos es aproximadamente igual durante los diez u once primeros años. En Minibasket se han establecido dos categorías que abarcan unas determinadas franjas de edad con unas características diferentes:

  • 8-9 años. Categoría benjamín

Se produce una gran relación entre el desarrollo cognitivo y el plano motor en ambos sentidos. El desarrollo de cada uno de estos planos influye en gran medida en el otro, si bien la transferencia no es automática ni en todo tipo de actividad física; se puede afirmar que la educación motriz está condicionada por todo el proceso de desarrollo cognitivo. Se encuentran en un periodo óptimo de los aprendizajes motores, pues la maduración neurológica facilita el aprendizaje de las habilidades motrices. En cuanto al crecimiento podemos decir que es mas lento en altura que en la etapa anterior (6-7 años), pero mayor en anchura, por lo que su anatomía gana en proporción. Al acompañarse de un desarrollo de otras capacidades como la atención, control de la voluntad, desarrollo de la inteligencia, etc., se produce un mayor control del propio movimiento. A las mejoras cuantitativas características de esta edad, se añade el progreso cualitativo que se manifiesta por la participación en juegos y deportes que requieren agilidad, habilidad y destreza, con un mejor control de las acciones y mayor rapidez en las respuestas.

  • 10-11 años. Categoría alevín

Se puede decir que estamos ante una etapa de estabilidad afectiva, de pocas complicaciones, de buena salud en general y de gran rendimiento intelectual. Según Gesell: “Esta edad señala un cambio importante: el individuo ya no es niño pero tampoco es aún adolescente”. A veces conserva comportamientos muy infantiles, pero otras se manifiesta como un adolescente. Su desarrollo motor sigue mejorando, sobre todo en la rapidez de ejecución de movimientos y de la coordinación tanto global como óculo-motriz. Al aumentar la eficacia del pensamiento aumenta también la fluidez de movimientos. Experimenta un importante aumento de la capacidad motriz. Es un momento ideal para perfeccionar las coordinaciones exigidas en los juegos y predeportes. Tiene completamente desarrollada la lateralidad, se produce una independencia de la derecha respecto de la izquierda. En cuanto a la orientación espacial, habrá pasado del espacio proyectivo a un verdadero espacio en el que se respetan proporciones y dimensiones. Con respecto a la orientación temporal, a los 12 años estima duraciones. Llega a realizar movimientos precisos aunque sin gran fuerza ni velocidad y posee un buen dominio segmentario.

4. LAS CAPACIDADES MOTRICES

Las capacidades motrices se pueden considerar como aptitudes o atributos que caracterizan y determinan al individuo para todo tipo de actividad motriz, pudiendo ser definidas como las predisposiciones psicofisiológicas innatas en el individuo, factibles de medición y mejora a través del aprendizaje y el ejercicio continuado que permiten el movimiento corporal y la actitud postural. Existen diferentes clasificaciones de las capacidades motrices, que generalmente consideran la coordinación y el equilibrio como capacidades básicas para poder realizar adecuadamente el movimiento corporal. De estas clasificaciones podemos extraer que las capacidades motrices se dividen fundamentalmente en tres grandes grupos, no del todo independientes, así encontramos:

  • Capacidades físico-motrices, condicionales, cualidades físicas básicas o factores de ejecución simple: son aquellas que no presuponen un proceso de elaboración sensorial complicado, cuya característica fundamental consiste en la acción mecánico-muscular y la eficiencia metabólico-energética. Van a permitir que el movimiento posea cualidades mecánicas importantes, dividiéndose en: flexibilidad, fuerza, velocidad y resistencia.
  • Capacidades psico-motrices o perceptivo-motrices: presuponen un proceso de elaboración sensorial. Permiten ajustar el movimiento del cuerpo o de una de sus partes a las posibilidades y circunstancias específicas del propio cuerpo y del entorno en que éste se encuentra. Se dividen a su vez en:

• Capacidades senso-perceptivas: Permiten captar los estímulos procedentes tanto del entorno como del propio cuerpo. Las constituyen la sensibilidad visual, acústica, táctil, olfativa, acústica y propioceptiva. • Capacidades perceptivo-cognitivas. Permiten conocer, analizar e integrar en un todo los estímulos procedentes tanto del entorno como del propio cuerpo, dividiéndose en conocimiento (organización) del propio cuerpo, del espacio y del tiempo. • Capacidades de control neuromotor, factores de ejecución integrados o complejos: Permiten generar una respuesta muscular adecuada a las sensaciones y percepciones, dividiéndose en control tónico-postural (que se manifiesta en la postura, la actitud y equilibrio) y control cinético (que se manifiesta en la coordinación).

  • Capacidades socio-motrices o expresivo-motrices: permiten a la persona interactuar con las demás. Las capacidades socio-motrices básicas son la capacidad de comunicación, interacción e introyección.

5. PLANTEAMIENTO METODOLOGICO

Nuestro planteamiento se va a basar en considerar el entrenamiento de la condición física (capacidades físico-motrices) y la coordinación (capacidades perceptivo-motrices) como los pilares sobre los que sustentar la actividad deportiva en estas edades. Es decir, la capacidad de rendimiento depende tanto de la condición física como de la coordinación. No se alcanza la calidad de un movimiento (coordinación) sin que exista una base física suficiente. Al mismo tiempo, todo entrenamiento que tenga como finalidad el perfeccionamiento de las capacidades fundamentales de coordinación mejora también los aspectos cuantitativos, o sea condicionales, del rendimiento. De esta forma, el juego va a ser nuestra herramienta fundamental de trabajo ya que nos va a permitir la adquisición de habilidades de motricidad deportiva orientadas a desarrollar ciertas capacidades. La planificación del C. B. Seis do Nadal-Coia va a constar de los siguientes apartados:

OBJETIVOS

Constituyen los propósitos del proceso de enseñanza aprendizaje que se va a llevar a cabo y, proporcionan criterios de valoración del proceso y de los resultados. Señala, por tanto, las capacidades a todos los niveles que deseamos que las personas desarrollen. El objetivo fundamental de nuestro planteamiento es el siguiente:

  • Desarrollar las capacidades físicas, perceptivas y motrices respetando el desarrollo psicoevolutivo de cada persona.

CONTENIDOS

Son los medios a través de los cuales se aprende, es decir, el conjunto de saberes o conocimientos en torno al cual se organizan las actividades y que darán lugar a lograr las metas u objetivos previstos. Se puede afirmar que constituyen el elemento que se debe trabajar con las personas para conseguir las capacidades expresadas en los objetivos. Para ello buscaremos el desarrollo de las capacidades motrices en tres grandes campos o bloques de contenidos interrelacionados y no independientes:

Habilidades perceptivas

Dentro del desarrollo de los aspectos perceptivos podemos considerar dos grandes apartados:

  • La percepción de uno mismo y de las propias posibilidades de movimiento: percepción corporal. Esquemáticamente, las situaciones que deben ser experimentadas pueden, respecto a su contenido, ser las siguientes:
  • Aspectos funcionales:
    • De carácter global: sensación de reposo, de movimiento, de transición de movimiento a reposo y de reposo a movimiento.
    • De carácter segmentario: que puedo hacer con mis brazos, piernas, cabeza,…; por ejemplo: con la cabeza veo, oigo, como y respiro; con los brazos y manos puedo manejar cosas y objetos y palparlos; con la cintura puedo ajustar la posición respecto a cosas y personas; con las piernas puedo desplazarme de un sitio a otro.
  • Aspectos estructurales. Las situaciones que impliquen el desarrollo de estos aspectos deberán estar en relación con los aspectos anteriores, ya que de otra manera podrían carecer de sentido para los niños y niñas:
  • De carácter global: partes implicadas en el movimiento, secuencia en el movimiento de las partes, duración del movimiento, reiteración cíclica del movimiento (uniforme, desigual), simetría o asimetría del movimiento (ejecución bilateral o lateral), velocidad del movimiento.
  • De carácter segmentario: flexión-extensión, elevación-descanso, separación-aproximación, torsión-destorsión, rotación-contrarrotación.
  • La percepción del entorno: percepción espacio-tiempo. Esquemáticamente, las situaciones que deben ser experimentadas pueden, respecto a su contenido, ser las siguientes:
  • Aspectos funcionales. Utilización de espacio de tiempo:
  • Establecimiento de posición-orientación básica respecto a una referencia exterior.
  • aproximación-llegar-contactar-comunicar.
  • interceptar-perseguir.
  • alejamiento-distanciar-evitar-rehuir-esquivar-escapar.
  • inclusión-coger-sostener-atrapar-agarrar.
  • exclusión-arrojar-tirar-empujar-soltar.
  • mantenimiento de distancias-conservar posiciones.
  • tiempo necesario para realizar una tarea motriz.
  • cantidad de acción que se puede desarrollar en un tiempo dado.
  • momento preciso de iniciar, continuar o terminar una acción.
  • Aspectos estructurales. Posibilidades de situación del entorno en relación a nosotros en el espacio y en el tiempo. Situaciones supeditadas a los aspectos funcionales, ya que de otra manera carecería de sentido para los niños y niñas. Posibles estados del entorno:
  • Entorno fijo o estable: posiciones relativas persona-entorno:
    • reconocimiento de las partes de una cosa u objeto: parte de adelante-atrás, parte de fuera-dentro, parte de arriba-abajo, parte de un lado y del otro.
    • posición de uno mismo y respecto a una cosa u objeto: cerca-lejos, delante-detrás, a un lado-a otro, encima-debajo, dentro-fuera.
    • objetos o personas entre sí: separados-contiguos, superpuestos-adosados.
    • uno mismo en movimiento en relación con referencias (personas o cosas del entorno): hacia dentro- fuera, exterior-interior, circundante-tangencial.
  • Entorno cambiante: posiciones relativas persona-entorno:
    • objetos o personas móviles respecto a uno mismo fijo: dirección centripeta-centrífuga.
    • objetos y personas móviles respecto a uno mismo en movimiento: trayectorias convergentes, divergentes, paralelas y de seguimiento.
  • Aspectos temporales. Ocurrencia de sucesos en el entrono respecto al tiempo:
  • Duración de sucesos: lapso de tiempo en el que transcurre un suceso.
  • Precisión de sucesos: antes, durante, después, simultáneamente.
  • Reiteración de sucesos: lapso de tiempo que transcurre entre dos sucesos (uniforme o desigual).
  • Aspectos espacio-temporales del movimiento:
  • La velocidad y la aceleración en el desplazamiento de móviles (uniforme, variable, positiva, negativa).

Habilidades coordinativas y de equilibrio

Las habilidades coordinativas las vamos a diferenciar en dos:

  • Coordinación Dinámica General (C.D.G.): responsable de aquellos movimientos en los que se produce la participación global del cuerpo. Las vamos a englobar en las siguientes capacidades:
  • Desplazamientos. Esquemáticamente, las situaciones que deben ser experimentadas pueden, respecto a su contenido, ser las siguientes:
    • Desde el punto de vista funcional debemos tener en cuenta los siguientes aspectos: puesta en acción; cambios de dirección; velocidad de ejecución; duración de la ejecución (distancia del desplazamiento) y paradas.
    • Desde el punto de vista lúdico-funcional vamos a tener en cuenta los siguientes propósitos: llegar al punto de destino; llegar al punto de destino dentro de un lapso de tiempo; llegar al punto de destino en un momento preciso; llegar al punto de destino antes que otros individuos; llegar más lejos que otros individuos; esquivar, escapar, etc., de otros individuos; interceptar a otros individuos.
  • Saltos. Esquemáticamente, las situaciones que deben ser experimentadas pueden, respecto a su contenido, ser las siguientes:
  • Desde el punto de vista funcional podemos hablar de: superación de obstáculos en altura, longitud, combinados; alcanzar un objeto fuera de nuestro alcance directo; lanzar un objeto por encima de un obstáculo; mantener un esquema rítmico mediante saltos sucesivos.
  • Desde el punto de vista estructural debemos considerar las siguientes posibilidades:
  • fase previa: aceleración sin desplazamiento y con desplazamiento.
  • impulso: con las dos piernas y con una sola pierna.
  • vuelo: dirección, altura, profundidad y tiempo.
  • Caída: con continuidad en la acción, final de la acción y superficie de contacto.
  • Giro. Esquemáticamente, las situaciones que deben ser experimentadas pueden, respecto a su contenido, ser las siguientes:
  • Desde el punto de vista estructural tendremos en cuenta las siguientes posibilidades de giro:
  • según el eje de giro: eje vertical; eje antero posterior; eje transversal; combinaciones.
  • según la dirección de giro: hacia delante; hacia atrás; hacia la derecha; hacia la izquierda.
  • según el tipo de apoyo: en suspensión; en contacto con el suelo; mediante agarre de manos; apoyos y suspensiones múltiples.
  • según la posición inicial: vertical normal; vertical invertida; horizontal; inclinada.
    • Coordinación Dinámica Segmentaria u Óculo Segmentaria (C.D.S.):responsable de aquellos movimientos en los que utilizamos de forma específica las extremidades superiores o inferiores y que requieren la intervención y el control de la vista. Las vamos a englobar en las siguientes capacidades:
    • Transportes y conducciones. Podemos distinguir varios tipos de transportes: soportar, portear y llevar; y de conducciones: encaminar, guiar y dirigir.
    • Lanzamientos y recepciones. Implican un proceso cognitivo en el que intervienen tres factores fundamentales: velocidad, distancia y precisión; además de la fuerza y flexibilidad.

Podemos distinguir dos tipos de lanzamiento:

  • Lanzamientode distancia: dominado por los aspectos cuantitativos de la acción motriz, fuerza, velocidad y potencia.
  • Lanzamientode precisión, dominado por los aspectos cualitativos, sobre todo de la habilidad perceptivo-motriz.

Distinguimos dos tipos de recepciones:

  • Recepciones propiamente dichas: paradas, controles, despejes.
  • Recogidas: el objeto a recepcionar se encuentra parado.

La habilidad de equilibrio es un factor de la motricidad infantil estrechamente ligado al sistema nervioso central y que evoluciona con la edad, cuya maduración precisa la integración de la información proveniente del oído, vista y sistema kinestésico, básico (propioceptivo). En función de las características motrices podemos hablar de los siguientes tipos de equilibrio

  • Equilibrio estático: capacidad de mantener una postura o posturas sin desplazamiento.
  • Equilibrio dinámico: capacidad de mantener una sucesión de posturas en movimiento.
  • Reequilibrio: capacidad de corregir la postura frente a una intervención externa que la varíe o modifique.
  • Equilibraciones: capacidad de mantener en equilibrio con o sobre diferentes partes del cuerpo, objetos extraños a él.

Sobre el equilibrio influyen factores del propio sujeto y del medio en que se halla que nos van a servir como factores de progresión:

  • La base de sustentación: A mayor base más facilidad para mantener el equilibrio.
  • La altura del centro de gravedad en relación con la base de sustentación: A menor altura más facilidad para mantener el equilibrio.
  • La postura global y las acciones segmentarias: Afectan a la coordinación dinámica general, y por lo tanto al equilibrio.
  • La existencia de cambios de velocidad y ritmo.
  • El peso o masa corporal.
  • Las fuerzas externas al sujeto: Según su intensidad, dirección y punto de aplicación pueden influir sobre el equilibrio, mejorándolo o perjudicándolo.

Para su desarrollo podemos hablar de diversas modalidades de actuación en función de la categoría:

  • Benjamín:
    • Educación del esquema de actitud: control postural.
    • Educación de las sensaciones propioceptivas: educación de la caída (sobre un bloque, del bloque al suelo,…) y de los reflejos (oscilaciones laterales,….).
    • Desplazamientos en equilibrio.
  • Alevín:
    • Afianzar los logros anteriores, insistiendo en los controles corporales.
    • Mejorar en el desarrollo de los equilibrios, tanto estáticos como dinámicos.

Capacidades físicas básicas

Para trabajar las capacidades físicas básicas nos guiaremos por la teoría de las fases sensibles. Las capacidades dependientes del nivel de maduración del sistema nervioso central tienen su fase sensible en el período que nos ocupa, periodo prepuberal. Para unificar criterios determinaremos la fase prepuberal para las chicas entre los 7 y los 11 años y para los chicos entre los 8 y 12 años; pero las diferencias individuales pueden distorsionar la anterior consideración. En líneas generales, focalizaremos el trabajo en las capacidades dependientes del nivel de maduración del sistema nervioso central: fuerza rápida, velocidad de reacción y la frecuencia de movimientos con poca carga. También se aprecian fases sensibles prepuberales en algunas de las cualidades derivadas de la resistencia, como la resistencia aeróbica, la fuerza resistencia y otras como la flexibilidad activa. Concretaremos un poco más según la cualidad a trabajar:

  • Flexibilidad

Para la flexibilidad aplicaremos trabajos variados, utilizando tanto métodos estáticos como dinámicos. Con el entrenamiento se busca que las articulaciones realicen su máximo recorrido pero al mismo tiempo que los músculos vayan adquiriendo la reactividad ante el estiramiento para poder aplicar más adelante la fuerza elástica y reactiva. La flexibilidad activa tiene su fase sensible en este periodo prepuberal.

  • Fuerza

La fuerza mejora por medio del entrenamiento a cualquier edad, pero cada momento debe trabajarse de forma adecuada. El entrenamiento de esta capacidad en edades tempranas debe ser dirigido hacia la adquisición de fuerza básica. Las cargas deben ser ligeras en un principio para permitir la alta velocidad de contracción muscular y un alto numero de repeticiones. Asimismo, la utilización de las fases sensibles de fuerza resistencia y fuerza rápida pueden servir como soporte para un posterior desarrollo de la fuerza máxima. Es decir, como las manifestaciones con incidencia en el sistema neuronal tienen mayor posibilidad de incidencia en edades previas a la pubertad, estas no deben ser trabajadas en dirección a la fuerza máxima sino hacia la fuerza elástica y reactiva (no pliometría) y pueden ser trabajados con balones medicinales ligeros u otros aparatos ligeros. Por ello se exponen las directrices que deben seguir según la edad y categoría:

  • Benjamín:
    • Insistir en el trabajo perceptivo interno (control y percepción de situaciones de equilibrio y desequilibrio; de situaciones de aceleración y desaceleración; de diferentes posiciones del centro de gravedad, así como sus variaciones; control y percepción de las sensaciones de estiramiento acortamiento de grupos musculares, etc.) y externo (control y percepción de situaciones cambiantes y elaboración de respuestas sencillas; manejo de móviles ligeros; trabajos de cuadrupedias y reptaciones, e iniciación a ejercicios de acrobacia en el suelo) con la mayor cantidad de movimientos que aumenten la base para posteriores automatismos.
    • Trabajar con auto-cargas y tareas de fuerza general con cargas bajas
  • Alevín:
    • Trabajo multilateral basado en ejercicios generales.
    • Comenzar el trabajo de fuerza rápida.
    • Evitar cargas altas por problemas de peligros de sobrecargas a nivel esquelético.
    • Movimientos con el propio peso corporal.
    • Trabajo con móviles tales como ruedas, balones medicinales 1-3 kg.
    • Ejercicios de lucha y de acrobacia en el suelo para fortalecimiento de espalda y tren superior.
    • Tareas de fuerza resistencia con características aeróbicas extensivas.

Velocidad

Las fases sensibles que se encuentran antes de que madure el sistema nervioso central, es decir antes de la pubertad nos indican que debemos focalizar el trabajo en el desarrollo del velocidad de reacción, frecuencial y gestual. Posteriormente habrá madurado el sistema nervioso central y estos mecanismos serán muy poco modificables mediante el entrenamiento. La velocidad de reacción, durante las fases sensibles, puede no manifestarse por falta de fuerza. Esto no quiere decir que no haya que aprovechar esos momentos para entrenarla, sino todo lo contrario aunque con las consabidas precauciones. Por ello se exponen las directrices que deben seguir según la edad:

  • Benjamín:
    • Ejercicios basados en juegos, con la mayor riqueza de movimientos para ir creando las bases para un posterior almacenamiento de automatismos.
    • Insistir en el trabajo perceptivo interno (insistiendo en las sensaciones en la planta del pie recomendando mucho trabajo descalzo) y externo (control y percepción del espacio).
    • Trabajo de velocidad de reacción ante situaciones cambiantes (cambios de dirección, combinaciones de ejercicios de acrobacia con arrancadas inmediatas, etc.,) y trabajo de velocidad de desplazamiento lineal con cambios de dirección.
    • Esfuerzos sencillos que permitan trabajo a intensidades máximas pero con control.
    • La incidencia exclusiva (cuando se trate de velocidad) debe ser sobre la vía anaeróbica aláctica y con esfuerzos muy cortos (3-4 segundos), recuperaciones amplias y de forma muy variada.
  • Alevín:
    • Edad de oro para todo el trabajo de coordinación.
    • Mantenimiento de las tareas de la etapa anterior, con incremento de la complejidad de estimulo-respuesta.
    • Trabajo de velocidad de desplazamiento en esfuerzos inferiores a los 4 segundos y con salida lanzada.
    • Esfuerzos preferentemente anaeróbicos alácticos.
    • Ligero trabajo anaeróbico láctico con recuperaciones muy amplias y en base a esfuerzos cortos repetidos (por ejemplo, 3 series de3 repeticiones cada una sobre una distancia de 35-40 metros con recuperaciones de 2 minutos entre repeticiones y de 6 minutos entre series).
  • Resistencia

A estas edades, el objetivo prioritario será realizar un trabajo general de acondicionamiento y utilizar dicho trabajo para incidir en las vías metabólicas y cubrir el objetivo de desarrollo de la resistencia. Antes de la pubertad, los niños y niñas se encuentran en una fase sensible para el trabajo aeróbico, por lo que la mayoría de las tareas deben ir dirigidas hacia el metabolismo aeróbico de carácter extensivo. Por ello se exponen las directrices que deben seguir según la edad:

  • Benjamín:
    • Entrenamientos especialmente aeróbicos extensivos.
    • Trotes en repeticiones cortas de 3 a 5 minutos intercalados con ejercicios de fuerza general y fuerza resistencia aeróbica.
    • Juegos con incidencias aeróbicas.
    • Deportes y juegos colectivos para fortalecimiento y mejora de la resistencia de fuerza y fuerza general.
  • Alevín:
    • Los esfuerzos serán algo más prolongado pudiendo ser superior a la edad (máximo 15 minutos) intercalados con ejercicios.
    • No se debe abusar de carreras continuas prolongadas por las contraindicaciones psicológicas que produce el aburrimiento y la desmotivación.
    • Sigue teniendo gran importancia el entrenamiento encaminado hacia la mejora de los procesos de obtención de energía, sin tener en cuenta el gesto deportivo.
    • Se pueden introducir entrenamientos en circuitos con auto-cargas y con predominio aeróbico.
    • Es recomendable hacer pequeñas incursiones en el metabolismo láctico mediante esfuerzos de resistencia a la velocidad que lleguen a saturar la vía anaeróbica aláctica de forma que exijan la entrada en funcionamiento del metabolismo de la glucólisis.

METODOLOGÍA

Hace referencia al conjunto de criterios y decisiones que organizan de forma global, la acción didáctica en cualquier contexto: agrupamientos, organización de tiempos y espacios, estilos de enseñanza, técnicas de enseñanza…. Se intentara que predominen tareas abiertas, donde cada niño y/o niña pueda responder de manera individualizada, adaptada a sus posibilidades. Por otra parte daremos un enfoque lúdico al trabajo. Partiremos de una motivación inicial y el trabajo que planteemos estará en consonancia con los intereses de este grupo, intentando buscar transferencias laterales a la vida cotidiana. A nivel global diremos que seguimos una metodología constructiva, acercándonos a la realidad de los niños y niñas y a sus diferencias individuales, procurando que interpreten las enseñanzas y que a través de las actividades planificadas superen sus limitaciones. La metodología en las sesiones es globalizadora, participativa y lúdica, fomentando en los niños y niñas la exploración, el descubrimiento, la creatividad, y sobre todo la valoración de sus propias posibilidades; y todo esto, a través del juego que fomenta estas características. Dependiendo del objetivo que pretendamos conseguir se van a utilizar los siguientes métodos:

  • Conducido: máxima intervención del entrenador/a utilizando la repetición y la demostración, con un estilo de mando directo.
  • Semiconducido: intervención media del entrenador/a; es un aprendizaje por el descubrimiento guiado.
  • No conducido: mínima intervención del entrenador/a; es un aprendizaje mediante la búsqueda, con una gran importancia de la creatividad del niño y/o niña.

Tanto el método como el estilo de aprendizaje están en función de lo que pretendamos conseguir; por lo tanto, primero veremos lo que pretendemos y luego utilizaremos el método adecuado para conseguirlo. Cualquier método utilizado debe respetar dos condiciones básicas:

  • Los procesos individuales de aprendizaje.
  • La incidencia en los procesos cognitivos y afectivos de todo tipo de aprendizajes.

EVALUACIÓN

Los procedimientos de evaluación nos van a proporcionar criterios para diseñar actividades de evaluación adecuadas a las funciones básicas que esta debe tener: identificar el estado de los niños y niñas al comenzar una actividad (evaluación inicial), modificar la estrategia en función de las asimilación de los contenidos que realizan los niños y niñas (evaluación formativa) y, finalmente, comprobar el logro de los objetivos previstos (evaluación sumativa o final). Los procedimientos de la evaluación seguirán los siguientes principios:

  • Planificada: se planifica el objeto de observación con precisión.
  • Continua y sistemática: información abundante y contrastada en diferentes momentos.
  • Registrada e registrable: de forma que pueda ser analizada en diferentes momentos y por diferentes personas.
  • Concreta y delimitada: no se puede observar a todo el alumnado en una sesión.

Realizaremos esta evaluación atendiendo a unas pautas y a unos criterios:

  • Evaluación personalizada de los niños y niñas observando la progresión dentro de las capacidades individuales de los mismos.
  • Ficha de seguimiento del proceso de aprendizaje.
  • Realización de diversos test (motores y físicos).
  • Marcar los criterios de evaluación por categoría.

6. CONCLUSIONES

Todas las edades son idóneas para aprender y para mejorar, pero se puede afirmar que hay unas mejores que otras. Los niños y niñas de 7 a 12 años conforman la edad de oro de los grandes aprendizajes. Se aprende más y se retiene mejor. Es una etapa donde la iniciación al baloncesto se debe acompañar del desarrollo multifacético de las tareas motrices, pero, también, con grandes exigencias técnicas. Habilidades y destrezas básicas que dan paso a las específicas. Para ello, se realizaran un gran número de actividades, juegos, deportes, junto con actividades propias de baloncesto, todo de forma alegre y divertida. La mejora de las capacidades físicas se centra en los procesos fisiológicos de adaptación para mejorar la fuerza, resistencia así como de la velocidad y flexibilidad. La mejora de las capacidades de coordinación, por el contrario, contempla la ejercitación del trabajo conjunto del sistema nerviosos central y la musculatura esquelética dentro del desarrollo de un movimiento definido y, por tanto, se concentra en la optimización de los procesos de control y regulación en la realización actual y práctica de movimientos. En los más pequeños, no nos debe preocupar en exceso el desarrollo de la fuerza y, mucho menos, la resistencia, pues siempre tendremos tiempo para adquirirlas, pero no así la velocidad y la coordinación dinámica general y segmentaria, es decir, niños y niñas hábiles y rápidas.

Bibliografía

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